01/09/2015
“Si nos conocemos más, nos cuidamos mejor…”.
En el 2011 el Poder Ejecutivo, mediante el decreto 1766/11, creo el Sistema Federal de Identificación Biométrica, que pretende unificar información ciudadana presente en el Registro Nacional de las Personas (datos, huella dactilar, firma, foto) junto a nuevos sistemas de recolección de información (voz, rostro, etc.), para, cruzando estos datos, generar un sistema capaz de identificar e individualizar a las personas mediante técnicas biométricas de identificación.
¿Sabías que es posible identificar a una persona por la distancia que hay entre su nariz, su boca, sus ojos? Sabías y hasta consideras natural que almacenen y te individualicen por tu huella dactilar, ¿pero sabes que pueden –y eventualmente, probablemente se implemente- individualizarte por el iris de tu ojo, por la forma en que utilizas el teclado de la computadora, por como caminas, o por el patrón de tu voz –o todas combinadas-?
La sociedad argentina es una sociedad acostumbrada al registro de sus datos personales: es percibido colectivamente como algo que brinda seguridad, estabilidad al sistema. Desde fines del siglo XIX, cuando se crearon los primeros registros de identificación de criminales y malhechores para fines de seguridad pública, pasaron apenas unos pocos años para que esos registros fueran, simplemente, registros ciudadanos. Fue en 1968, durante la dictadura de Onganía, cuando se creo el D.N.I. para la población general –cuerpo legal actualmente vigente-, con el objeto explícito de “procesamiento de información relacionada con el potencial humano” tendiente a satisfacer las necesidades del Estado.
¿Te imaginas el poder de daño de un gobierno dictatorial con herramientas como las mencionadas en el segundo párrafo? ¿Y el de un gobierno democrático…?
El objetivo no es teñir de una negatividad desproporcionada a lo que puede ser un avance tecnológico que efectivamente puede tener un impacto positivo en la vida ciudadana. Pero no caigamos en la desidia de dejar que un proceso de estas características siga su curso sin un control civil adecuado. La sociedad argentina tiene antecedentes de ser desidiosa a la hora de fiscalizar procesos que implican un esfuerzo intelectual elevadamente superior a ojear unas pocas hojas de diario. Este es uno de esos casos.
Y porque fiscalizar el avance del Estado en el armado de estas bases de datos ciudadanos resulta levemente mas complicado que el resto de las cuestiones de políticas públicas: porque en la Argentina estos cambios en la administración de información no son cambios legislativos sino simples actualizaciones tecnológicas. Actualizan el DNI, el pasaporte, mutaciones en el sistema con base en un decreto ley dictatorial y confusos decretos presidenciales.
El Estado, quizás ingenuamente, promociona esta nueva base de información con un slogan que versa sobre la virtud que implica “conocernos mejor”. Pero las probabilidades de que la acumulación de información derive en la clasificación de las personas, que estas clasificaciones a su vez se conviertan en pasos previos al acceso a derechos, para terminar siendo una herramienta de vigilancia masiva, no son desdeñables.
La tecnología de la información, utilizada con intenciones explícitas, claras, con órganos autárquicos de fiscalización, y una suficiente promoción que hagan posible el control ciudadano, puede tener resultados sumamente positivos en la generación de políticas públicas focalizadas, destinadas a identificar y terminar con flagelos sociales específicos. Una enorme base de datos creada con fundamentos y objetivos vagos, manejada con discrecionalidad y con fines puramente políticos, electorales… por simple afán de control, puede terminar por desnaturalizar todo nuestro sistema democrático y republicano.
Este es apenas un mero repaso de las ideas expuestas en el excelente paper publicado por la Asociación por los Derechos Civiles, al que pueden acceder en:http://www.adc.org.ar/wp-content/uploads/2015/05/InformeBiometriaADC2015.pdf
Esperamos les haya resultado de interés. Y a quien requiera información sobre el tema, por simple curiosidad o por necesidades legales puntuales, no dude en contactarnos.