16/05/2025
Les comparto el texto que escribí y compartí en el conversatorio "El impacto del consumo de pantallas en la infancia. Abriendo debate"
que se realizó el pasado 25 de abril en la Facultad de Psicología de la U.N.C y al que fui invitada como expositora.
Infancias frente a las pantallas:
El impacto invisible en el cuerpo y las emociones
Pantallas y formación del carácter.
La Psicoterapia Reichiana señala que las experiencias emocionales y físicas tempranas moldean tanto el psiquismo como el cuerpo, dando lugar al carácter individual. Esto incluye patrones de tensión psicocorporal conocidos como "coraza", que reflejan bloqueos en el flujo energético causados por la represión
o gestión inadecuada de emociones.
El uso excesivo de pantallas durante la infancia, combinado con la falta de actividades físicas y expresivas, puede fomentar estos bloqueos. La exposición prolongada a las pantallas promueve posturas rígidas y repetitivas que generan tensiones musculares crónicas, especialmente en la región ocular y cervical, provocando tensiones en cuello, hombros y espalda, áreas de acumulación de
bloqueos emocionales, que actúan como barreras somáticas frente a la expresión emocional. Estas tensiones restringen el movimiento espontáneo, comprometiendo la flexibilidad psicocorporal esencial para la salud.
Además, las pantallas desplazan actividades cruciales como el juego físico y el contacto humano, limitando la expresión emocional y reforzando la rigidez corporal. Este fenómeno genera un círculo vicioso: tensiones físicas no procesadas conducen al uso repetido de pantallas como mecanismo de escape, lo que dificulta aún más la conexión con emociones auténticas.
La coraza ocular y la etapa sensorial temprana.
La etapa ocular, correspondiente al período pre y perinatal, marca un umbral sensorial clave en la relación del infante con su entorno. Los sentidos—vista, olfato, oído y tacto—son fundamentales en este período, especialmente en el vínculo emocional y físico entre el bebé y la madre. Este lazo inicial crea las bases de confianza y seguridad emocional, reforzadas a menudo por el contacto visual.
Sin embargo, cualquier interrupción en este proceso puede dejar huellas en el psiquismo, como tensiones en la región ocular que afectan la percepción, el procesamiento y la interpretación de los estímulos. El uso temprano y prolongado de pantallas agrava estas tensiones al generar rigidez ocular, restringiendo el movimiento natural de los ojos y limitando la exploración visual.
Esto impacta no solo la percepción sensorial, sino también el desarrollo expresivo de la mirada, elemento crucial en la comunicación no verbal.
Desde un enfoque reichiano, liberar esta fijación ocular requiere actividades que fortalezcan tanto la conexión emocional como el movimiento ocular natural, como juegos al aire libre, el contacto visual cara a cara y dinámicas que incentiven la curiosidad.
Pantallas como reguladores emocionales y su impacto en la autorregulación.
Cada vez más, las pantallas se están utilizando como reguladores emocionales en las infancias, ofreciendo gratificación instantánea y distracción frente a emociones difíciles de procesar. Esto puede interferir en el desarrollo de la corteza prefrontal, región del cerebro que juega un rol clave en la autorregulación emocional, la planificación y la atención sostenida.
Desde una perspectiva psicocorporal, esta dependencia excesiva de las pantallas afecta el sistema de autorregulación que requiere un equilibrio dinámico entre procesos emocionales, cognitivos y fisiológicos para funcionar adecuadamente.
Adicionalmente, la exposición a la luz azul emitida por las pantallas puede alterar el ritmo circadiano de los niños, afectando la calidad y cantidad de su sueño. La inhibición de la producción de melatonina, causada por la luz azul, dificulta el descanso reparador, fundamental para el desarrollo físico, emocional y cognitivo en esta etapa de la vida. La falta de sueño puede manifestarse en
irritabilidad, problemas de atención y dificultades de aprendizaje, limitando aún más la capacidad de los niños para enfrentar y procesar sus emociones de manera saludable.
El uso excesivo de dispositivos no solo refuerza la dependencia tecnológica como mecanismo de escape emocional, sino que puede impedir que los niños enfrenten y procesen sus emociones de manera natural. Este patrón no solo obstaculiza su conexión emocional interna, sino que también limita su capacidad de reconocer y responder a señales emocionales en su entorno.
Pantallas y contacto humano: sustituyendo lo irremplazable.
El contacto humano cercano es insustituible en la infancia para el desarrollo de habilidades emocionales y sociales, esenciales en la integración cuerpo-emoción. El tiempo dedicado a las pantallas no solo está desplazando interacciones esenciales como jugar con compañeros o compartir en familia, limitando el aprendizaje de señales no verbales y la empatía.
Desde la Psicoterapia Reichiana, estas interacciones físicas y afectivas son fundamentales para liberar tensiones y promover el flujo energético. La ausencia de contacto humano puede, por el contrario, contribuir a estructuras psíquicas más frágiles, impulsivas y con dificultad para reconocer límites.
Fomentar un equilibrio donde la tecnología complemente, pero no reemplace, el contacto humano es crucial.
Construyendo el equilibrio: alternativas para el desarrollo integral.
Reflexionar sobre cómo equilibrar el acceso a la tecnología con prácticas que nutran cuerpo y emociones resulta esencial.
Es posible contrarrestar los efectos negativos del uso excesivo de pantallas con estrategias que fomenten un desarrollo integral. Algunas propuestas incluyen:
1. Actividades físicas y expresivas: Promover deportes, danza, yoga o juegos al aire libre para liberar tensiones y restaurar el flujo energético.
2. Espacios para la expresión emocional: Facilitar que los niños expresen sus emociones a través del juego simbólico, el arte o la comunicación abierta.
3. Límites claros en el uso de pantallas: Establecer rutinas libres de tecnología, como durante las comidas o antes de dormir.
4. Fomento del contacto humano: Priorizar dinámicas familiares y
comunitarias que fortalezcan los lazos emocionales.
5. Uso consciente de la tecnología: Enseñar a los niños a ser usuarios críticos y reflexivos, acompañándolos y dialogando sobre los contenidos.
Conclusión: hacia un equilibrio consciente.
El impacto del uso de pantallas en las infancias nos invita a reflexionar como sociedad sobre el equilibrio necesario entre tecnología, cuerpo y emociones.
No solo se trata de reflexionar sobre su influencia en el cuerpo y las emociones de los niños, sino también de examinar el rol de los adultos en este entorno cada vez más digital. La presencia consciente de los padres, madres, cuidadores y educadores es esencial para acompañar a los niños y niñas en su desarrollo integral. Si los adultos están también atrapados por las pantallas,
será difícil establecer conexiones reales y afectivas que nutran el bienestar de las infancias. Los adultos tienen un rol fundamental en este desafío, ya que solo desde una presencia consciente podremos guiar a las infancias hacia un desarrollo saludable.
Si la hiperconexión digital se convierte en desconexión emocional y corporal, será difícil alcanzar una crianza integral. El debate que aquí se abre no solo busca generar conocimiento compartido, si no también despertar una reflexión profunda sobre nuestras responsabilidades como adultos que, a través de prácticas conscientes y comprometidas, podemos construir un entorno donde las tecnologías sean aliadas, no obstáculos, en el pleno desarrollo de nuestros niños y niñas.
Es momento de actuar colectivamente para garantizar que las pantallas no sustituyan lo más valioso: EL CONTACTO HUMANO.
Rosina Núñez
Lic. en Psicología
Especialista en Psicología Clínica
Psicoterapeuta Orgonómica
Fundadora y Directora de Orgonome (Entidad Formadora Reconocida por el CPPC)
Miembro de la Asociación Internacional de Psicoterapia Reichiana Contemporánea (INACoRP)
Bibliografía
Reich, W. (2005). Análisis del carácter. Ediciones Paidós.
Reich, W. (1994). Los niños del futuro. Ediciones Paidós.
Taborda, M. S. (2024). Impacto de los dispositivos tecnológicos en el neurodesarrollo infantil [Trabajo Final de Integración, Universidad de Flores].
UFLO Repositorio Institucional.
https://repositorio.uflo.edu.ar/bitstreams/80e5e833-e65e-4d79-b611-
accdfe81ac3e/download
Navarro Calvo, R., Valdovín Guerrero, G., Rivera de la Torre, S., Álvarez Pérez,
P., Gajón Flores, J., & Morte Cabistany, C. M. (2021). Impacto del uso de
pantallas en edades tempranas. Revista Sanitaria de Investigación.
https://revistasanitariadeinvestigacion.com/impacto-del-uso-de-pantallas-enedades-tempranas/
Universidad de Valladolid. (2023). El uso excesivo de las pantallas y su
implicación en el desarrollo del lenguaje [Trabajo de Fin de Grado]. UVaDoc
Repositorio Institucional.
https://uvadoc.uva.es/bitstream/handle/10324/61126/TFG-ML3040.pdf?sequence=1