20/08/2016
¿Es feliz el día del niño?
¿La felicidad viene envuelta en un paquete, una vez por año, en el mes de agosto?
Para la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el Día Universal del Niño es el 20 de noviembre por dos poderosas razones: en esa fecha de 1959 se aprobó la Declaración de los Derechos de los infantes y en 1989, se sancionó la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño.
La ONU recomendó que todos los países instituyeran el festejo para promover la fraternidad entre los niños y la realización de actividades tendientes a su bienestar, pero dejó a cada nación en libertad de elegir la fecha.
En Argentina se festeja desde 1960, tradicionalmente se realiza el tercer domingo de agosto, pero la fecha se ajusta a las necesidades del mercado, ya que en nuestro país, dicho festejo se relaciona con el acto de regalarles juguetes a los niños.
En este 2016, en nuestro país dicha celebración se lleva a cabo el tercer domingo de agosto, y con esta introducción podemos preguntarnos, ¿Qué posibilidades les damos, desde el Estado, la familia y las demás instituciones a las niñas y a los niños para que puedan ser felices? ¿La felicidad viene envuelta en un paquete, una vez por año, en el mes de agosto?
El nuevo estudio de la Universidad Católica Argentina, llamado “Las múltiples dimensiones de la pobreza infantil. Incidencia, evolución y principales determinantes (2010 – 2015)”, nos deja algunos apuntes para tener en cuenta:
• El 40% de las niñas y los niños de cero a diecisiete años son pobres, comienza diciendo la investigación. Esto significa que casi cinco millones de nenas y nenes no tienen lo básico para vivir.
• Mientras tres de cada diez adolescentes, entre dieciocho y veintinueve años, también están empobrecidos. Un universo de alrededor de tres millones de jóvenes.
• En el último trimestre de 2015, más del 56% de la infancia se hallaba privado del ejercicio de al menos 1 derecho en una gama de capacidades básicas. En el interior de esta población, se ha reconocido una situación de privación severa en el 19% de los casos y una situación de privación moderada en el 37%”, apunta el estudio.
La Ley Nacional 26.061 y la Ley Provincial 12.967, como leyes de promoción y protección de derechos a las niñas, niños y adolescentes, siguen sin cumplirse, siguen exponiendo palabras muy lindas que nunca llegan a la realidad concreta de los chicos. Todos los trabajadores, estudiantes y profesionales que cada día se levantan y trabajan en estas áreas, relacionadas a la niñez, se encuentran en un laberinto que pareciera no tener salida, con argumentos de parte de los funcionarios que nunca alcanzan para tener respuestas concretas. Y es aquí donde se hace hincapié en la importancia del presupuesto y de la direccionalidad que se le da al mismo, junto con esto, las políticas sociales que se entrecruzan en el campo de la niñez para poder construir estrategias acordes a los momentos que corren no garantizan derechos a los niños, niñas y adolescentes.
Los trabajadores nos hallamos involucrados en una red que no funciona como tal y la posibilidad de un trabajo interdisiplinario e interinstitucional realmente parece una utopía. La necesidad de recursos humanos y materiales sumado a la falta de respaldo de políticas publicas en un tema tan complejo y delicado como la niñez. Por esta razón apostamos a diario que la niñez sea prioridad en la agenda pública y no una “estrategia de mercado” una vez al año, y de forma aislada. Nos une la convicción que el derecho a la infancia no solo depende de leyes escritas, sino de los modos que dichas legislaciones se transforman en pilares fundamentales para acciones concretas. Sostenemos que solo es posible la construcción de infancias, en tanto podamos reparar derechos quebrantados o siendo actores garantes de los mismos y de esta manera desearles una feliz vida, una feliz infancia, una feliz juventud no seria una utopía, ni una necesidad de mercado.
COLECTIVO DE TRABAJADORES DE NIÑEZ Y JUVENTUD CASILDA