11/07/2025
¿Como sería si pudiéramos preparar nuestra muerte como una graduación?
Porque las graduaciones son celebraciones por lo vivido, por lo aprendido, lo logrado;
donde se pone fin a un tiempo para dar paso al siguiente.
¿No es acaso la vida una instancia de aprendizaje continuo:
de evolución y crecimiento,
de descubrimientos internos, de formar familias, afectos, vínculos
de construir refugios y guaridas,
de amar y de reír
de llorar y rabiar y tal vez algo comprender?
¿No es acaso la vida una escuela? ¿La escuela?
Si sabemos que, así como nacemos morimos
y celebramos el nacer con flores y bombones,
¿Podríamos también celebrar el morir?
Sé que suena un poco absurdo y difícil de aceptar siendo que, como humanos,
tememos la llegada de la muerte por su velo de misterio sobre el después.
Aunque es curioso, también hay velos de misterio en el mañana,
pero ahí elegimos soñar
Me tienta empezar a percibir la muerte como algo distinto: hacernos graduaciones en vida.
Celebrar y honrar al que sabemos que está llegando a los últimos tiempos,
aceptar la nostalgia o la tristeza para ir dando paso
a la gloria, al amor y a la gratitud por el paso de cada alma en esta tierra.
¿Como sería si en vez de dejar las mejores ceremonias, palabras y despedidas
para cuando no puedan ser escuchadas
las hiciéramos ahora, en vida?
Difícil de soportar mientras creamos que todo se acaba con la muerte.
Pero ¡Qué jolgorio si pudiéramos honrar la vida y dejar que el alma se lleve,
quien sabe a dónde,
los mejores premios logrados aquí en la tierra.
Semillas en mi herida (2019)
Mi honra al Flaco 🧡
Vicky