31/12/2023
Una muy querida amiga, me mandó un WhatsApp, en donde nombraba a un psicólogo que yo no conocía, Wolfgang Giegerich, analista alemán que defiende la idea de una psicología con alma.
Heredero del pensamiento de Carl Gustav Jung, rompe con su maestro James Hillman (junguianismo de segunda ola), para establecer una nueva corriente considerada como junguianismo de tercera ola, la más contemporánea de todas.
Como deseo para el 2024, les comparto aquí algunos conceptos que me parecen muy interesantes, para terapeutas y pacientes.
Hola 2024!!!!!
“…Para nadar uno tiene que abandonar los deseos de uno de estar de pie, de estar al mando, de modo que se pueda enfrentar al mundo, y junto con ello uno tiene que sacrificar el control del propio ego. En cambio, uno tiene que colocar todo el cuerpo plano sobre la superficie del elemento inestable. Y entonces se experimenta el milagro de que el agua sostendrá y llevará el cuerpo, el mismo cuerpo que solía hundirse cuando uno ingresaba en el agua.
Normalmente, la consciencia está arriba del cuerpo. En el nadar, el cuerpo toma la posición superior en tanto que es el cuerpo (no la consciencia) el que nos permite flotar en el agua, y la consciencia se ve reducida a una posición inferior de adentridad (in-ness)…”
“…Los pacientes tienen que aprender a flotar y a nadar en el agua, en otras palabras, su psique tiene que permitirse ir y entregarse al proceso terapéutico como un movimiento objetivo, aparentemente autónomo. El paciente debe soltar su deseo de ir a terapia en una posición erguida, cabeza arriba, como un ego que camina o que está de pie. Tiene que entregarse, volverse capaz de olvidarse y de olvidar todos los intereses conscientes, permitiendo que el proceso, este elemento inestable, impredecible, se vuelva su soporte y permitir que la corriente lleve poderosamente a la psique a donde ella, la corriente, quiere…”
“… por supuesto no es suficiente con que únicamente el paciente comience a nadar. El terapeuta tiene también que hacerlo, Si, él tiene incluso que ofrecer una atmósfera y una actitud que inviten a sumergirse en el baño…”
Deseo que el 2024, nos posibilite continuar y a algunos iniciar el proceso de entregarse a nadar.