
10/09/2025
El domingo pasado, con esta súper sonrisa terminé la formación en constelaciones familiares.
Fueron tres años de intenso y transformador recorrido. Cuando me decidí a hacerla no imaginé que podía ser tan revelador y atravesarme tanto, y por eso me parece sincrónico que su final haya sido junto con el eclipse de luna en piscis.
Indudablemente este punto de llegada es un nuevo punto de partida en todos los sentidos posibles, en lo personal y en lo profesional, en donde deseo poder dar tanto como recibí para que siga circulando y expandiéndose.
Tanto esta luna llena en el eje Virgo-Piscis como las constelaciones familiares se tratan sobre el amor que es lo que nos da la fuerza que necesitamos para crecer, sobre el atender las cuestiones de la vida desde la sensibilidad del alma y sobre confiar siempre en un orden más grande que nosotros que nos ampara y nos ubica exactamente en el lugar en donde nos corresponde estar.
Estoy inmensamente agradecida a mi familia que me acompañó y sostuvo, sin su paciencia y su amor no hubiera podido hacerlo. Gracias a mis amigos que se prestaron tantas veces para que investigue cada cosa nueva que aprendí. Gracias a mis compañeros que fueron red y hermanos en este proceso, y fundamentalmente gracias a que transmite su sabiduría tan generosamente a todo el que esté abierto a recibirla.