29/07/2024
TRASTORNOS DE ANSIEDAD (III)
Trastorno de angustia (Pánico)
Es aquel que se caracteriza por la presencia de crisis reiteradas e inesperadas (Ataques de Pánico), seguidas de la preocupación por la posibilidad de tener un nuevo ataque o bien de cambios en la conducta en relación a las crisis.
La frecuencia con que se pueden presentar las crisis o ataques muy variable: 1 vez por día, 1 vez por semana, 1 o 2 por mes, con períodos sin sintomatología entre una y otra, por lo general durante varios años (es decir que se transforma en un problema crónico)
La intensidad de las crisis también es muy variable pudiendo presentarse con todos los síntomas descriptos con anterioridad, o bien en forma incompleta.
Lo cierto es que, junto con las depresiones, el trastorno de Angustia o de pánico es una de las patologías psiquiátricas más frecuentes.
Su inicio tiene lugar al final de la adolescencia o a partir de la cuarta década de la vida, presentándose con más frecuencia en la mujer que en el hombre. Suele estar asociada a otros trastornos (depresión, abuso o adicción a sustancias), donde no pocas veces se vincula a intentos de suicidio (estudios realizados en EEUU detectaron que un 20% de pacientes con Trastornos de pánico habían tenido intentos de suicidio), lo que no es sino consecuencia del drama que padece quien sufre de este trastorno (si 1 ataque es terrorífico, piénsese lo que significa su repetición)
Quien padece un trastorno de Angustia - que consiste, como se ha dicho, en la reiteración de sucesivos ataques - va modificando sus pautas de conducta, pues su centro de preocupación es el temor a una nueva crisis o bien a las consecuencias que pueden traer las mismas, predominantemente el miedo a ser portador de una enfermedad aún no diagnosticada.
Esta situación es la que determina las numerosas consultas que el paciente realiza, a la búsqueda del posible "mal oculto" que pueda explicar la sintomatología, con lo cual se agregan temores hipocondríacos con una sobrevaloración (muchas veces delirante) de cualquier síntoma que se presenta. (un dolor de cabeza puede ser tomado como el indicador de un temor cerebral, p.ej.). Debido a ello, es muy común que los pacientes con este Trastorno, además de la preocupación por la aparición de un ataque, estén en una permanente "vigilancia interna" del cuerpo y su funcionamiento (vigilar el ritmo cardíaco, palparse el estómago ante cualquier distensión, controlar las deposiciones fecales, observar cambios en la piel, etc.), tomando cualquier sensación como evidencia del desencadenamiento de la enigmática enfermedad "todavía" no detectada (cardíaca, accidente cerebro vascular, etc.).
El también frecuente: "no tiene nada" del médico consultado, no hace sino agravar el estado de angustia, generando las más - también ocultas - temibles fantasías. "Este médico no investigó lo suficiente, voy a consultar con otro", "no me dice lo que tengo porque seguro que es algo malo", "seguro que más adelante van a descubrir mi enfermedad y ya va a ser tarde", son algunas de las ideas y pensamientos que se imponen a estos pacientes. Porque si bien a veces el "no tiene nada" favorece la tranquilidad de la persona que hace una consulta, la falacia del argumento poco a poco va diluyéndose por su inconsistencia. ¿Porqué - se pregunta el paciente -, me dicen que "no tengo nada" con todo lo que siento? Pregunta razonable que también tiene una respuesta razonable y científica: porque lo que tiene es un Trastorno de Angustia, que no se ve en ningún estudio por imágenes, que no se detecta en un electrocardiograma, en ningún análisis de sangre, en razón de que es un trastorno psiquiátrico, perfectamente diagnosticable y tratable por el especialista.
Cuestión que según pasa el tiempo, avanza también el trastorno, sumiendo al paciente en una creciente restricción en su calidad de vida.
El "temor a estar volviéndose loco" ( la locura es otra cosa, pero esta confusión y los prejuicios que aún existen, inhiben la consulta precoz con el especialista, por esa idea - fundada en la ignorancia - de que los psiquiatras atienden a "los locos", cuando el campo de la psiquiatría abarca aspectos que muchas veces nada tienen que ver con la locura); el miedo a "perder el control" o creer que lo que ocurre se debe a una "debilidad" personal, son algunos de los efectos que se van generando al cronificarse el trastorno. Lo cual, además de un equívoco, produce una confusión muy común cual es la de no comprender que el Trastorno de Angustia (como otros trastornos o desórdenes psiquiátricos), es precisamente eso: un trastorno, y que quien lo sufre (independientemente de su historia, edad, s**o) presenta exactamente los mismos síntomas, lo cual no excluye que en el tratamiento y a los fines no sólo del alivio temporario de los síntomas, sino de una resolución (o cura) definitiva, se deba particularizar en cada historia, personalidad, s**o o circunstancia, en particular.
Recordar que el cuadro prototípico es la denominada Crisis de Angustia (o Ataque de Pánico) que aparece en muchos de los trastornos de ansiedad y que se caracteriza por:
- Aparición temporal de miedo y malestar intensos, acompañada de cuatro (o más) de los siguientes síntomas, de inicio brusco y que alcanza su máxima expresión en los primeros 10 minutos:
1) palpitaciones, sacudidas del corazón o elevación de la frecuencia cardíaca
2) sudoración profusa
3) temblores o sacudidas
4) sensación de ahogo o falta de aliento
5) sensación de atragantarse
6) opresión o malestar torácico (en el pecho)
7) náuseas o molestias abdominales
😎 inestabilidad, mareo (aturdimiento) o desmayo
9) sensación de irrealidad o despersonalización (estar separado de un mismo, sentirse extraño)
10) miedo a perder el control o volverse loco
11) miedo a morir
12) sensación de entumecimientos u hormigueos intenso
13) escalofríos o sofocaciones
Es decir que quien padece una Crisis de Angustia siente un temor intenso, con síntomas somáticos que pueden remedar (parecerse a) un infarto, un accidente cerebro-vascular o cualquier afección grave, lo cual genera un acrecentamiento de su ansiedad por desconocer la verdadera naturaleza del episodio.
(sigue)
Dr. Miguel Angel de Boer
Médico Psiquiatra – Psicoterapeuta
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Atención presencial en Comodoro Rivadavia. Argentina
Atención virtual
El presente corresponde a una serie de artículos publicados hace años (1996) en el Diario Crónica de Comodoro Rivadavia (Chubut, Argentina) y fueron el eje de una serie de charlas que tuvimos con Carlos Omar y el Oso en el programa Nuestras Mañanas, primero en Radio Visión y luego en FM del Mar. No he realizado mayores modificaciones entendiendo que los mismos mantienen la vigencia y claridad con que fueron compartidos en su momento.
Se pueden encontrar otros artículos en esta misma página.