12/07/2025
Nota donde entrevistan en el Diario Clarin al Dr. Miguel Penizzotto.-
https://www.clarin.com/buena-vida/bronquiectasias-neumonologos-quieren-sepamos_0_bqeHHpw4Bs.html?fbclid=IwY2xjawLfmxxleHRuA2FlbQIxMABicmlkETF2UXRhWEk0UFczZmVEdldGAR7ub7vIIlafk1BXgQ5kIeH05pXoRhqQTIBg6C6fS465mGcX06ccDTpsiNrNlQ_aem_4XMQYgFT1ubZ4f-7w_pzQw
Los bronquios son dos conductos grandes, una especie de tubos que transportan el aire desde la tráquea hacia los pulmones. En algunas personas, estas vías se ensanchan de forma anormal y permanente, lo que provoca síntomas como tos, catarro y dificultad para respirar.
Lo que padecen tiene un nombre que probablemente la mayoría nunca haya escuchado: bronquiectasias. Su frecuencia es inversamente proporcional a su popularidad, ya que es la tercera enfermedad inflamatoria crónica de la vía aérea, detrás de dos muy conocidas: el asma y la EPOC.
"Muchos pacientes pasan años con síntomas crónicos como tos persistente, producción de esputo y frecuentes infecciones respiratorias, antes de recibir un diagnóstico preciso. Esto no solo aumenta el riesgo de progresión de la enfermedad, sino que también agrava el impacto emocional y social en la vida de los afectados", advierten desde la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR).
Con el objetivo de generar mayor conciencia sobre la enfermedad, no solo en la población sino también entre médicos de otras especialidades, la AAMR dispuso que este 2025 sea el año dedicado a las bronquiectasias.
Y no solo eso: desde noviembre está abierto el Registro Argentino de Bronquiectasias no Fibroquística (ReBroAr), que ya incluye a más de mil pacientes de todo el país y que ya arrojó datos preliminares que permiten "perfilar" cómo se presenta la enfermedad a nivel local. Es el primero de Latinoamérica y hay apenas 16 en el resto del mundo.
Bronquiectasias, una enfermedad con perfil bajo
Las bronquiectasias fueron descriptas en el siglo XVIII, pero recién en los últimos 20 años comenzaron a estudiarse en profundidad y a proliferar artículos sobre el tema en revistas científicas. Durante mucho tiempo se las consideró una enfermedad olvidada o huérfana, a pesar de su frecuencia.
Incluso se presume que el Papa Francisco podría haber desarrollado esta condición tras una grave infección pulmonar en su juventud, que requirió la extirpación de parte de un pulmón, según la AAMR.
Es que las bronquiectasias son dilataciones de los bronquios que se generan secundariamente a otra patología, no en forma primaria, explicó a Clarín el neumonólogo Miguel Penizzotto, coordinador del comité de certificación de especialistas y del Año de las Bronquiectasias.
Como consecuencia de infecciones o de inflamación persistente, ese daño se vuelve estructural: los bronquios permanecen ensanchados y eso interfiere con la eliminación natural de las secreciones, lo que desencadena un círculo vicioso: más flema, más infecciones, más daño.
Las bronquiectasias pueden aparecer en cualquier momento de la vida, pero son mucho más frecuentes en personas de edad avanzada. Aunque no hay estudios de prevalencia, se estima que puede afectar hasta el 2% de los mayores de 60 años, porque "el tejido pulmonar va perdiendo elasticidad, se dilatan los bronquios y se va generando estas formaciones que producen síntomas", precisó Penizzotto.
"Hay que sospecharla en pacientes con cuadros reiterados de tos y catarro que no se curan, o que tienen broncorrea —una secreción de moco anormalmente alta— y están siempre expectorando", sugirió.
El problema es que, debido a su similitud con otras patologías, suele haber demoras en el diagnóstico. "Ante los síntomas —subrayó Penizzotto— hay que indicar una tomografía de alta resolución y muy probablemente salgan las bronquiectasias."
Existen dos grandes grupos: las asociadas a fibrosis quística (una enfermedad genética, por lo que es más común entre los chicos), y las no fibroquísticas, mucho más frecuentes y diversas en su origen: desde infecciones respiratorias previas, como neumonía y tuberculosis, pasando por enfermedades pulmonares como EPOC y asma, hasta inmunodeficiencias y enfermedades autoinmunes (como artritis reumatoidea y síndrome de Sjögren).
ReBroAr: un registro argentino
Luego de ocho meses de iniciado el ReBroAr, ya se han incluido más de mil pacientes de 40 centros de diferentes ciudades argentinas. El grupo de trabajo coordinado por Penizzotto (integrado por Carlos Sebastián Wustten, Ana María López, Vanesa Abrate y Ezequiel Barán) ya elaboró el primer análisis de los datos reunidos hasta el momento, que será presentado en el Congreso ALAT 2025 (desde mañana al 12 de julio en Cancún).
"Nos está ayudando muchísimo a interpretar estos pacientes", se enorgullece Penizzotto.
—¿Qué resultados preliminares arrojó el registro en estos primeros meses?
—El principal es que la primera causa de bronquiectasias en todos los pacientes es la secuela de una infección. Es decir, secundaria a una infección "mal curada", por decirlo en términos comunes: neumonías que no cumplen el tratamiento adecuado, infecciones respiratorias mal tratadas o escasamente diagnosticadas que el organismo cura por su propia acción.
—¿Una gripe, por ejemplo?
—Una gripe grave en pacientes de riesgo no vacunados puede producir como secuela bronquiectasias. El COVID ha dejado bronquiectasias también, pero las más comunes son las neumonías.
Entre los pacientes incluidos en el registro, la segunda causa es la tuberculosis. Después tenemos a la EPOC y el asma, porque cuando están mal tratados o son muy agresivos provocan infecciones recurrentes que también pueden derivar en bronquiectasias.
La quinta causa son las enfermedades del tejido conectivo con impacto a nivel pulmonar. Mientras que el 20% son idiopáticas, es decir, se desconoce el origen.
¿Cómo se tratan las bronquiectasias?
No tienen un tratamiento específico, aclaró Penizzotto. "En las bronquiectasias primero hay que tratar la causa. Si se trata de una enfermedad del tejido conectivo, hay que enfocarse ahí; y si hay otra patología como asma o EPOC que la está provocando, hay que controlarla".
Pero en todos los casos la clave es evitar que los pacientes se infecten. ¿Cómo? Las vacunas (contra la gripe y el neumococo, entre otras) son la estrategia de prevención más efectiva.
"Y cuando ya hay algún indicio de infección, no hay que esperar: hay que tratarla lo más precozmente posible para evitar complicaciones con bacterias resistentes. El rol de la kinesiología (en la rehabilitación respiratoria y el drenaje de secreciones) es fundamental, y es muy importante la actividad física, que es eficaz para todas las patologías respiratorias", indicó Penizzotto.
"Con un enfoque adecuado y seguimiento continuo, muchas personas con bronquiectasias logran mantener una buena calidad de vida", alentó.
El ReBroAr seguirá reclutando pacientes hasta diciembre de 2026 y posteriormente se evaluará si se continúa con la inclusión.
"La elaboración de un registro nacional es una forma concreta de empezar a cambiar la historia de esta enfermedad en nuestro país", concluyó Penizzotto.
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Florencia Cunzolo
Editora de la sección Buena Vida
fcunzolo@clarin.com