07/05/2023
Ese amor que TODO lo exige, que demanda exclusividad, que es lo único que importa porque es LA forma de hallar LA felicidad, ese amor no es más que otra de las versiones del amor romántico.
Si sentimos que cualquier cosa es exigible en nombre del amor, que debemos renunciar a todo lo que no encaje perfectamente en nuestra relación de pareja porque estar junt@s es lo único que vale la pena, si vivimos los celos como sinónimo de amor verdadero, estaremos dando consistencia a mitos muy arraigados en nuestra sociedad.
La relación amorosa es una de las áreas de nuestra vida, y puede que ni siquiera llegue a consolidarse en una relación de pareja (estable, exclusiva, de por vida y demás creencias asociadas).
No hay UNA forma de ser feliz, ni fórmulas o garantías para serlo.
Tampoco se trata de resignar cosas que nos gustan o nos hacen bien en nombre del amor. El amor no es un molde en donde debemos encajar resignando nuestras formas. No se trata de ser un@ sol@ porque no hay forma de serlo sin anular una de las partes.
Los celos que justificamos o normalizamos aún cuando llegan a límites insoportables, son expresión de sentimientos, conflictos o inseguridades propios de quien cela. Una forma de intentar dominar o controlar que nada tiene que ver con el amor.
Si dejaste las cosas que te gustaba hacer, si tenés que ser diferente, si te alejaste de amig@s o conocid@s para poder seguir en esa relación amorosa, quizás sea el momento de preguntarte si eso que te llena de malestar, soledad o sufrimiento es el amor que querés para tu vida.