19/12/2023
Joe Dispenza dice “donde pones tu atención, pones tu energía”. Por ejemplo, si te pido que pongas la atención a tu rodilla derecha, seguro que mientras estás leyendo llevaste tu energía ahí.
Es que a lo que le damos atención le damos energía, nuestros pensamientos más frecuentes son los que tienen más fuerza y poder porque son los que más reciben atención.
Cuando estamos haciendo algo cualquiera sea, la atención a eso es parcial porque la mente y los pensamientos se van a otro lado. Esto es el famoso “piloto automático mental”, donde hacemos todo sin darle mucha bola (incluso a las cosas que nos súper motivan y amamos hacer).
La atención va saltando de un lado a otro, como una rana o mariposa. En el budismo se le llama mente de mono (o Monkey mind) y se refiere a esos pensamientos rumiantes que nos distraen del presente, el barullo mental o cómo le digo yo la radio mental.
¿Que podemos hacer para mejorar nuestra atención?
Tomarte momentos del día para hacer una actividad con atención plena, con todos sus sentidos, respiración, mente y cuerpo en lo que estás haciendo. Podés hacerlo mientras haces una cosa sencilla como hacer la cama, lavarte los dientes, ducharte, esperar que el semáforo se ponga en verde, lavar los platos, ordenar. Son solo unos pocos minutos y al principio te puede parecer difícil pero SEGUI INTENTANDO.
Elegite alguna actividad rutinaria para hacerla tu laboratorio, y practica la atención plena todos los días. Cuando esta actividad consciente se vuelva rutina vas a ver resultados en el resto del día.
No te pongas objetivos enormes e imposibles de cumplir, arranca de a poco con baby steps y de a poco iras aumentando la atención en otras cosas.
Esto es meditar, ser consciente del aquí y ahora con todo nuestro cuerpo, mente y espíritu.
¿Te animas a intentarlo?