30/10/2025
Hay presencias que no se ven… pero se sienten. 🌙
Los no nacidos, esos hijos que no llegaron a nacer —por ab**to, pérdida o embarazo detenido—, permanecen en el alma de la madre y en el campo familiar.
Aunque la mente intente seguir, el cuerpo recuerda.
El útero guarda memorias. El corazón guarda historias.
Cuando no se les da un lugar, esa ausencia no reconocida se transforma en síntomas, miedos o culpas invisibles.
Los hijos posteriores pueden sentir que cargan con algo que no entienden: tristeza sin motivo, dificultad para avanzar, sensación de no pertenecer o de vivir “por dos”.
💔 No se trata de culpa, sino de amor interrumpido.
Sanar implica mirar, incluir, nombrar.
Decir: “Sí, exististe. Gracias por venir. Ahora podés descansar.”
Y en ese acto, la madre se libera, el útero se ordena, y los hijos vivos pueden ocupar su lugar, livianos y en paz.
🌸 Todo lo que se reconoce, se ordena.
🌕 Todo lo que se honra, sana.
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🕊️ Florescencia | Expansión del Ser