
20/09/2025
Así como en el mat, en la vida 🧘🏻♀️
Hoy, en clases, exploramos una postura un poco incómoda. Había que ponerse de rodillas, apoyar las manos sobre el mat —un poco más atrás que los pies— con los dedos apuntando hacia adelante. Desde allí, con los músculos del suelo pélvico y el abdomen activos, empujar la pelvis hacia arriba, abriendo el pecho y respirando.
Pude notar cómo les invadía la incomodidad, esa que aparece cuando nos enfrentamos a algo nuevo, desconocido. La postura les molestaba, les exigía hacer pequeños ajustes una y otra vez… hasta que, por un momento, dejaron de hacerlos. Y en esas pocas —o muchas— respiraciones en quietud, algo cambió: empezaron a habitar la postura. Finalmente, volver a balasana —el niño— trajo alivio, devolvió la calma a esos cuerpos que habían estado en lucha con una forma que los desafiaba.
Porque, al final, no es tan distinto: también en la vida, a veces basta con quedarnos, respirar y dejar de resistir.
🧘🏻♀️