10/07/2025
DIME COMO ESTA TU CASA Y TE DIRÉ QUE TE QUEDA POR RESOLVER DESDE EL ORDEN SISTÉMICO..🏠🏚️🏫🏡💒
La casa es el reflejo de nuestro mundo inconsciente. La casa reacciona a nuestras emociones reprimidas o manifiestas.
La casa habla de nosotros mismos. La casa guarda todas las emociones y experiencias que allí acontecieron. Toda experiencia queda impactada en ella. La casa es un ser energético viviente.
Enseña Brigitte Champetier, desde el orden sistémico, que la casa donde nacimos es la prolongación del útero materno. Todo lo que vivimos en ella en la infancia, nos está hablando de nuestra estadía en el útero materno, como se vivió estar dentro de nuestra madre. La casa es vivida de manera inconsciente como un gran útero, que nos da refugio y cobijo.
Cuando uno pierde a los padres, de alguna manera pierde su hogar de una manera simbólica. Nos quedamos sin refugio de manera inconsciente.
De alguna manera las casas donde hemos vivido a lo largo del tiempo, en nuestra adultez, se convierten en nuestros espejos, nos cuentan mucho de nuestra infancias, de nuestra propia programación infantil.
Nuestra casa nos habla de nuestros logros y avances, de nuestros retrocesos y limitación. Cuando vemos que no estamos pudiendo avanzar en cualquier área de nuestra vida, nos está hablando que es algo que viene del pasado. Algo que está ligado a nuestra primer infancia, con el útero y con nuestra madre. Atraemos las casas conforme nuestra primer experiencia infantil. Vivimos en las casas que resuena con nuestra propia historia familiar.
Las constelaciones familiares cuentan en casos de herencias, que la casa siempre es de quien la pagó. Si mis padres murieron y yo heredé esa casa, ambos seguirán presentes en esa casa. Hasta que alguien decida pagar esa casa por completo. Esto quiere decir, que si sigues viviendo en la casa de tus padres, aunque ya no estén, sigues en dependencia de ellos y difícilmente pueda ingresar una pareja allí, ya que aún los padres de manera simbólica siguen allí. Quizás nos sintamos incómodos y no sepamos porque, este es uno de los motivos.
Si una casa la compre con una ex pareja, esa ex pareja sigue presente de una manera simbólica. Y de alguna forma si tengo una nueva pareja ella jamás logrará sentirse cómoda, ya que de manera inconsciente hay un tercero en discordia y este no puedo ocupar su lugar. Cabe decir que si no hay pareja, bloquea el ingreso de una nueva pareja, nos costará formar una nueva pareja.
Por ejemplo si la casa es solo de la mujer, la ha comprado ella, la pareja jamás logrará sentirse cómoda en ella, porque de manera inconsciente y simbólica es( la gran madre). La mujer comienza a comportarse como una madre y el hombre comienza a sentirse pequeño y esto es un desequilibrio. Esto es igual en casos de ser homosexual. Ya que cada uno interpretará un rol.
No es lo mismo vivir en la casa comprada por el hombre de la pareja, ya que de manera inconsciente y biológica, el hombre está arquetipado como el proveedor. Pero en el mejor lugar que ambos integrantes se sienten bien y pueden llegar a prosperar, es en una casa comprada por ambos. Donde ambos la hayan diseñado.
Nuestras emociones, principalmente las mas fuertes, impactan en toda nuestra casa, en todos nuestros muebles y cosas, y se van acumulando. Se podrá apreciar lugares de nuestra casa con mucha pesadez, donde uno no quiere estar, y otros más ligeros. Ir a un lugar donde ha habido mucho dolor, se pude sentir mucha crueldad, dolor, o espanto. La energía, es información que no se evapora que quedan en los lugares.
Las emociones necesitan ser sanadas y liberadas..
Nuestra casa está llena de emociones, que de algún modo nos condiciona nuestra vida para bien o para mal, según lo que se haya vivido. Y es preciso que las veamos, porque detrás de esas emociones siempre hay EXCLUIDOS que debemos integrar. Como se sabe los excluidos del clan familiar traen caos en todos los niveles de nuestra vida. Si no los vemos, si no lo resolvemos, la casa nos dará señales a través de sus síntomas.
Casas con humedad, nos están hablando de llantos no significados, de dolores y tristezas no honradas. La humedad nos habla de emociones reprimidas de personas que fueron rechazadas en el clan familiar. De personas que no les fue permitido manifestar su dolor o disconformidad. Que no se les permitió vivir y no expresarse y necesitan ser RECONOCIDAS.
Materia f***l que brota por las cañerías,, nos cuenta de crímenes y culpas que necesitan ser saldados. Abusos sexuales, crímenes, mucho dolor infligido a otros, de víctimas y perpetradores. Casas ruidosas, donde todo cruje, nos está diciendo que existen cosas que deben ser expresadas, alguien nos quiere hablar, quiere ser oído. Electrodomésticos que dejan de funcionar, un lavarropas por ejemplo, nos está pidiendo que limpiemos aspectos nuestros del pasado que han quedado inconclusos. Una heladera por ejemplo nos está pidiendo que enfriemos una situación. Que comencemos a dar a los demás un alimento simbólico para poder compensar un desequilibrio que hemos generado. Quizás estamos tomando de más algo.
La casa nos habla de manera simbólica, nos muestra lo que no se ha terminado. Los dramas que siguen inconclusos.
Casas desordenadas y muy pequeñas, nos está hablando de todas nuestras limitaciones. Y un gran miedo a la expansión. Un gran desorden interno. Quizás no estemos ocupando nuestro lugar dentro del orden familiar. Cada objeto que no encuentra su lugar, nos está hablando de un gran desorden sistémico, de algún excluido, o de alguien que no encuentra su lugar en el mundo. Casa llena de objetos olvidados y con polvo, nos cuenta abandonados y olvidados dentro del sistema familiar.
Una casa extremadamente ordenada, donde pareciera que nadie vive allí, nos está hablando de falta de vida, de dinamismo y una gran rigidez. De alguien que nos negamos a ver y incluir. El exceso de orden nos cuenta que a alguien no se le permitió vivir, ser y tomar su sitio.
A cualquier síntoma de nuestra casa, le podemos preguntar que nos quiere decir. Ejercicio ⬇️
Hacemos silencio, respiramos hondo y le preguntamos a nuestra casa qué área necesita que veamos, que excluido debemos incluir, que procesos debemos sanar y cerrar. La casa nos señala que tomemos con amor a todos los rechazados, olvidados. Entre ellos entra no solo parientes que ni siquiera conocemos, sino que también conocidos, abortos e hijos no reconocidos y ex parejas.
Una frase sanadora es: eres parte, eres uno de los nuestros. Te amo. Después de esta concientización, la familia vuelve a encontrar su equilibrio y su paz.
Nuestra casa está conformada por nuestras emociones, vive a través de nuestras emociones, nuestras emociones la impactan. Nuestro ADN guarda la información de todos los excluidos, y cuando uno se pone en paz, incluye, nuestra casa comenzará a manifestar salud.
Frase liberadora para el desorden: imaginá a varios excluidos, miralos con amor. Incluilos y dales su lugar. Agradece al desorden que te informo que debías incluir, que debías dejar de separar. Agradecele a tu fidelidad INCONSCIENTE a esos excluidos.
Por ejemplo una casa que deseo vender o comprar. Por ejemplo si deseo vender la casa que compartí con mi ex pareja, y aún no he cerrado está relación, si aún sigo molesto o molesta, no la podré vender. Debo tener paz, no deberle a nadie, no querer sacar de ella más de lo que me corresponde, en un justo equilibrio para poder venderla.
Yo de la boca para afuera puedo decir que tengo todo resuelto, puedo mentirme a mi mismo diciendo que ya he cerrado con esas personas, pero el orden sistémico no miente. El inconsciente familiar no miente, el síntoma de la casa no miente.
Los síntomas de la casa nos obliga a una auto indagación, sincera con todas las personas que formaron mi sistema familiar sea sanguíneo o no. Nos está empujando a independizarnos de nuestro clan familiar. A cortar ataduras, a liberarnos de corazón.
La compra es lo mismo, podré comprar una nueva casa, esa que deseo para mí, si he podido cortar con las dependencias emocionales con mi clan. Si he podido cortar con el cordón umbilical con mis padres y mi dependencia emocional. Si aún sigo dependiente de la aprobación de alguno de mis progenitores, la casa tardará en llegar. La casa nos habla de nuestra autonomía. La casa nos muestra nuestra expansión.
Porque tarda tanto en llegar una casa,? Porque exige de nosotros un gran trabajo de liberación. De expansión y soltar amarras. Y eso exige maduración y sanación.