28/05/2019
Estás criaturas se parecen más de lo que se diferencian. Vean la imagen y pueden sumar, imaginariamente, las que no están en la foto: el Baggio, el Aquarius, el Cepita.
Son creaciones industriales logradas con colores, olores y sabores de artificio que condicionan el paladar mientras moldean el gusto a antojos que luego sólo pueden satisfacer las marcas. Y sobre todo son bebidas azucaradas que desplazan al agua no una vez al mes sino varias veces en un mismo día, todo los días de la vida🍭🍥🍬. Sí, también el Cítric 🤯 que por más que es el único sin azúcar agregada, ni aditivos, está en la lista porque para el organismo es jugo: azúcar libre y nada que ver a comer las frutas o a hacerlas licuado. 🔥
Ninguna de estas bebidas debería ser parte de la vida diaria, sin embargo son el 70 por ciento 😱 de lo que toman los niños todos los días en estas partes del planeta. Lo que metemos en la lonchera, en la mochila de deportes o paramos a comprar cuando tenemos sed.
¿Cuál es el problema? De las caries al hígado graso y más allá.
La semana pasada se publicó un estudio en JAMA (una de las revistas científicas más prestigiosas del mundo cuyo enlace pueden consultar aquí: https://jamanetwork.com/journals/jamanetworkopen/fullarticle/2733424 ) que muestra que consumir bebidas azucaradas –gaseosas, aguas saborizadas, jugos- está asociado a morir antes por todas las causas evitable.
Se asocia, claro. No es lo mismo a decir provoca, dirán varios defensores de la industria. Porque, claro, para saber fehacientemente qué genera tomar un juguito, o dos o tres cotidianamente, falta tiempo, ganas y recursos. 🤑 Pero más tarde o más temprano se va a saber porque el experimento está en curso. Ojalá podamos retirarnos -y retirar a los niños- a tiempo. No busquen el mal menor entre todos ellos, mejor agua 😊