06/12/2025
RITUAL CON SAL PARA SELLAR Y PROTEGER EL HOGAR.
Se deberá colocar la sal en 7 lugares:
*En la entrada principal de la casa, en el marco de la puerta, porque es el punto por el que todo entra. La sal es poner un centinela que dice que ese territorio está bajo protección divina.
*En las 4 esquinas de la casa. Definimos un perímetro sagrado bajo el cual rige la luz. Es consagrar un espacio.
*Donde uno duerme. El sueño es un estado de vulnerabilidad espiritual y somos más permeables a energías externas.
Durante el sueño, el alma se desprende del cuerpo físico y navega. Ahí podemos tener sensación de presencias malignas por lo que hay que protegerse: sal en las esquinas y también debajo de la cama.
*En la cocina, donde se preparan los alimentos. La cocina representa el corazón nutritivo de la casa. Transformamos alimentos y ahí ponemos nuestra energía mientras cocinamos. Imprimimos nuestra energía y con eso también alimentamos a nuestra familia. Si hay fuerzas negativas, esas energías quedan en la comida y hasta pueden sobrevenir peleas en la mesa.
*En el baño. En ese lugar se lleva adelante la purificación del cuerpo. Y eso tiene su correlato con lo espiritual. Es un lugar donde nos desnudamos y somos vulnerables y por lo tanto energías densas pueden aprovechar para abordarnos u operar ahí.
*Cuartos de niños y jóvenes. Son puros y su sistema energético está en formación. Eso lo saben las energías oscuras. Hay que proteger espiritualmente esos espacios.
*El espacio que dedicamos a nuestras oraciones o a lo espiritual; nuestro santuario doméstico. Potenciamos nuestra vida espiritual ahí, donde el cielo y la tierra se encuentran y anulamos con la sal las interferencias.
La sal / el sello:
Utilizar sal de mar lo más natural posible. Si no, sal común con intención.
El momento: en el ocaso, porque es la transición entre el día y la noche. En lo posible, un viernes.
Preparación personal: ducharnos y observar que el agua limpia y arrastra lo denso. Vestir ropa blanca, aquietar la mente... conectar con la intención de proteger la familia y el hogar.
Consagrar la sal. En un recipiente de cerámica o vidrio poner la totalidad de la sal que vamos a utilizar, colocar las
manos sobre la sal, sin tocar y declarar:
"Yo consagro esta sal en el nombre de lo que es sagrado y verdadero.
Declaro que esta sal es portadora del pacto eterno entre lo divino y lo humano.
Declaro que tiene el poder de purificar, de proteger, de sellar.
Declaro que es instrumento de Luz contra toda oscuridad, de orden contra todo caos, de bendición contra toda maldición.
Que así sea".
Recorrer el hogar. Colocar la sal en cada lugar. Empezar por la entrada y terminar en el espacio de oración.
Entrada: poner la sal en el umbral y en las esquinas del marco. Y declarar:
"Yo sello esta entrada con la sal del pacto divino. Declaro que sólo lo que viene de la luz puede cruzar este umbral. Todo mal, toda enfermedad, toda maldición, todo espíritu de tinieblas queda afuera.
Esta puerta es guardada por centinelas invisibles que discriminan entre lo bendito y lo ma***to y sólo lo bendito puede pasar. Mi hogar está bajo protección divina desde este momento".
En las 4 esquinas de tu hogar colocá sal y decí:
"Yo establezco los límites de mi territorio espiritual. Estas 4 esquinas marcan el perímetro sagrado de mi hogar. Ninguna fuerza del mal puede operar dentro de éstos límites. Los 4 ángeles de la Presencia montan guardia en estas 4 direcciones: al norte Protección, al sur Protección, al este Protección, al oeste Protección. Mi hogar es fortaleza del espíritu.
En tu dormitorio colocá sal en las esquinas del cuarto y debajo de la cama, si fuera posible.
Y declarás:
"Yo consagro este espacio de descanso. Declaro que mi sueño será protegido, que mis noches serán pacíficas, que ninguna pesadilla ni ningún terror nocturno puede tocarme aquí. Los sueños que tenga en este lugar serán portadores de revelación y sanidad. Este cuarto es santuario de reposo, donde mi alma se restaura y mi cuerpo se renueva".
En la cocina colocá sal cerca de donde preparás los alimentos y declará:
"Yo consagro esta fuente de nutrición. Todo alimento preparado aquí llevará la marca de la bendición. Mis manos al cocinar serán instrumentos de amor y salud. La abundancia fluirá a este hogar y nunca faltará el sustento.
Esta cocina es altar de gratitud donde la materia se transforma en vida".
En el baño (en el principal si hubiera más de uno) colocá sal en las esquinas y declará:
"Yo consagro este lugar de purificación. Acá me limpio de toda impureza física y espiritual. Ningún pensamiento oscuro puede establecerse en este espacio. Toda vergüenza, toda culpa, toda tentación destructiva es lavada y expulsada cuando entro aquí. Este baño es punto de renovación donde emerjo limpio y fortalecido".
En el cuarto de niños y jóvenes colocá sal en las esquinas y declará:
"Yo extiendo protección divina sobre mis hijos. Sus mentes están guardadas de toda influencia maligna. Sus corazones están sellados contra toda confusión y todo engaño. Los ángeles guardianes velan sobre ellos mientras duermen. Crecerán en sabiduría, en salud, en fortaleza espiritual. Ningún arma forjada contra ellos prosperará".
Finalmente, en tu espacio de oración colocarás sal formando un círculo o en las esquinas del área y declarás:
"Yo consagro este santuario doméstico. Aquí se encontrará el Cielo y la Tierra. Aquí mi voz será escuchada y respondida. Aquí recibiré guía, revelación, fortaleza. Este es el punto más sagrado de mi hogar, el corazón espiritual desde donde irradia bendición a todo lo demás. Todo lo que pida aquí con decisión genuina será concedido según la Voluntad divina".
Después de haber colocado sal en los 7 lugares debés hacer una caminata final por todo tu hogar, recorriendo cada espacio, mientras declarás:
" Este hogar está sellado y consagrado. Es territorio del bien, morada de luz y fortaleza de paz. Todo lo que habita aquí está bajo protección divina.
Que así sea. Y así es!"
La sal puede quedar activada hasta 1 año. Pero también puede ser removida si sentís que el clima del hogar se ha deteriorado.
Podés repetir el ritual cada diciembre, como una práctica que realices antes de la Navidad.