02/06/2021
"Carta abierta a la Comisión 10" (1984)
Presentación
Por sugerencia de Federico Vida, de "Ad Libitum", comparto este escrito perteneciente al "paleolítico" de nuestra democracia ("era" de la cual aún no salimos).
Se trata de una "Carta Abierta" que escribí a fines de 1984, en el marco de mi labor como Jefe de Trabajos Prácticos de la materia "Problemática Psicológica" (que luego pasó a llamarse "Problemática del Sujeto").
El "por qué" de esta "Carta abierta" necesita ser explicado...
Por aquellos años la Carrera de Psicología se dictaba en la "Facultad de Humanidades y Arte", en la que además convergían: Letras, Bellas Artes, Filosofía, Antropología y Ciencias de la Educación.
Durante los años previos, en época de la dictadura, se había instaurado un "examen de ingreso" para cubrir los cupos que se establecían para cada una de las carreras. Con la recuperación de la democracia se volvió al ingreso irrestricto, y se agregó un "Año Común", similar al C.B.C. de la UBA. Los ingresantes a todas las carreras de la Facultad compartían este "Año Común", que estaba integrado por materias que correspondían a cada una de las "Escuelas", que organizaban las carreras que se dictaban en la Facultad.
Nuestra materia era responsabilidad de la entonces "Escuela de Psicología", y estaba constituida por varias "Cátedras", cada uno con un Titular, quienes a su vez habían convocado al resto de los docentes. Completaba el esquema una instancia de Coordinación.
La dimensión de la planta docente se debía, sobre todo, a la masividad del alumnado, que concentraba, como dije, a los ingresantes a las todas las carreras de Humanidades, las que registraban un boom después de tantos años de obscurantismo.
Fui convocado a ocupar el cargo por Juan B. Ritvo, con quien tenía un vínculo de trabajo y amistad, y a quien siempre reconocí como uno de mis dos "maestros" más importantes (junto a Raúl Sciarreta). Recuerdo que estaban también como titulares Luis Giunipero, Alberto Ascolani, Luis D'Angelo, Jaime López (que estaba a cargo de la Coordinación) -y alguno más, seguramente, que en este momento se me escapa...
Recuerdo que teníamos una gran libertad para armar las clases, siempre teniendo en cuenta los temas del programa y las pautas generales de dictado (que nos había dado Juan, y que periódicamente conversábamos con él).
Fue un año intenso, durante el cual tuvimos una experiencia por demás interesante, enmarcada por la conmoción que produjo el fin de la dictadura y la "primavera" que trajo aparejada.
Nuestra Carrera de Psicología fue la única en el país (al menos que yo sepa) que exoneró a toda la planta docente heredada de la dictadura... Todos, menos dos excepciones: el Prof. Vasconi, discípulo de Carpio, excelente Profesor de Antropología Filosófica y de quien era imposible sospechar alguna connivencia con el "proceso"; y el Prof. de Psicoestadística (no recuerdo el nombre), personaje singular que tampoco tenía vínculos con la gestión militar, con suficientes antecedentes para seguir ejerciendo idóneamente el cargo, y al que (hay que decirlo) si le sacaban el sueldo de profesor no tenía (si me permiten la expresión) "en dónde caerse mu**to" -ni él ni su anciana mamá, con quien convivía..
Yo hacía relativamente poco tiempo que me había recibido, por lo que seguramente en la convocatoria pesó mi actividad durante la época estudiantil y mi participación en las catacumbas de los "grupos de estudio", que marcaron toda una época. Mi interés por Freud y la teoría psicoanalítica me había llevado a participar en estos "grupos de estudio" desde antes de ingresar a la Carrera de Psicología, cuando aún era estudiante de Ingeniería...
En cuanto a mi posición política, junto a un grupo de ex militantes de distintas agrupaciones había trabajado activamente en la campaña de Alfonsín, desde una postura que podríamos llamar de "apoyo crìtico".
Siempre enfaticé entre mis pares, entre aquellos que como yo no tenían una experiencia previa en la docencia universitaria, que en otros países una Jefatura de Trabajos Prácticos (como la mía, por ejemplo) suponía toda una trayectoria que en nuestro caso no existía; por lo que nuestra designación, más que un mérito era un compromiso: debíamos justificarla, no "dormirnos en sus laureles"...
Espero haber estado en aquel tiempo a la altura de esto que planteaba.
Yendo al tema que originó la "Carta Abierta", tenemos que pasar a hablar del segundo parcial.
Cuando la coordinación confirmó la fecha se la transmití a mis alumnos, también les planteé los temas, y además, en el marco de la libertad que me había dado Juan, les propuse por propia iniciativa que la modalidad del parcial sería la de "libro abierto"... Esto es: las preguntas estarían orientadas a provocar repuestas "de desarrollo", pensadas como para articular temas y conceptos, y ellos podían traer sus libros al aula, para que el clima sea igual al que tenemos cuando trabajamos, estudiamos, investigamos, en general -sólo quedaba fuera de esta "licencia" cualquier tipo de apunte o fotocopia que no fuera de uno de los texto de la Bibliografía...
Cuando el coordinador se enteró, faltando pocos días para el parcial, le planteó a Juan que el examen "de-ninguna-manera" podía ser a "libro abierto"... Juan, a mi entender con criterio, le dijo al Coordinador que me transmitiría esta decisión, pero que si había algún inconveniente de mi parte, el tema lo debía resolver la Coordinación conmigo, toda vez que él conocía mi propuesta y no la había objetado.
Cuando Juan me lo transmitió, yo le dije que no podía, por convicción y por el poco tiempo que faltaba para el parcial, cambiar mi decisión, y que en todo caso la Coordinación me explique a mi las razones, personalmente.
La reunión con la Coordinación se efectivizó en el hall de la Facultad, en una acalorada discusión, y relatar los pormenores de lo que en ella ocurrió me demandaría otro escrito como este... Para no aburrir (aunque el relato tendría costados divertidos, se los aseguro) cuento el desenlace del encuentro: ante mi firme negativa, fui "relevado" de la obligación de tomar el parcial. "Acordamos", entonces, que él se encargaría de transmitirle a mis alumnos, ante mi presencia, que el parcial no sería a "libro abierto", y de decirles también que lo instrumentaría otro colega en mi lugar.
Así ocurrió.
Todo esto me produjo una bronca considerable, no lo puedo negar... Y esta "Carta Abierta" es producto de un par de noches de insomnio que siguieron a esa "reunión" en el hall de la Facultad.
En el último encuentro con los alumnos charlamos sobre lo sucedido, y fue allí que les comenté que había escrito esta "Carta", y repartí algunos ejemplares. A pedido de ellos la dejé en la fotocopiadora para que quien quisiera haga una copia, como hacíamos con parte del material de estudio en aquella época.
En cuanto a su contenido, no puedo decir nada hoy más allá de lo que el texto sugiere... Es lo que en ese momento pude escribir, y creo que si tiene algún valor es como un testimonio del "clima de ese tiempo", y de la singularidad de ese espacio... Estaba convencido que lo que pasaba no era una mera anécdota; o en todo caso, que, como dice Lacan, era una anécdota que "disimulaba la estructura".
Al año siguiente se creó en nuestra carrera una comisión docente-estudiantil para debatir sobre estos temas, en el marco del proyecto de creación de la "Facultad de Psicología" (creación que se efectivizó unos años después).
Fueron varias instancias de ricos debates, y como resultado hubo presentaciones por escrito. En el curso de las reuniones de trabajo hubo varios aportes escritos: un conjunto de trabajos muy fundados del recordado Alberto Ascolani; un material también muy fundado y conceptuoso de Juan B. Ritvo; y finalmente una propuesta mía, en la que continuaba en parte los planteos de esta carta.
Todo ese tiempo de discusiones, que culminó con la presentación del "Anteproyecto de Plan de Estudios" de 1988, está registrado en el libro "Psicología e Institución de la Formación", de A. Ascolani (especialmente en las pág. 114 a 221).
Esta "Carta Abierta", junto a la propuesta que recién mencioné, que se titulaba "Elementos a analizar en la elaboración de un Plan de Estudios para la Carrera de Psicología" [*], se diferencian del resto de mis trabajos, publicados o no, más orientados a la crítica psicoanalítica.
Aunque hay algo que sí comparten con ellos...
Me explico: si bien es obvio que no hay escrito que no se dirija a alguien, cuando escribo lo central para mi no gira alrededor de esto, no es lo fundamental crear un texto para que éste sea leído... Es más, muchas veces imaginar la "presencia" del lector potencial es lo que me detiene, incluso hasta me paraliza, por momentos...
Si no obstante persevero y escribo es... para no enfermar.
Parafraseando a Freud, cuando hablando del amor planteó su dilema de un modo inequívoco, diciendo: "si amas sufres, si no amas enfermas", yo podría asegurar que la disyuntiva en mi caso, es: "si escribes sufres, si no escribes... enfermas".
[*] Así figura en el libro de Alberto (p. 165), aunque su título definitivo fue "Carrera de Psicología (Borrador de análisis)".
NOTA: La carta se puede leer o descargar desde el siguiente enlace: https://www.dropbox.com/s/v8vgxpql5mle9f5/Carta%20abierta%20a%20la%20Com10.pdf?dl=0
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