
27/05/2025
🙇♀️ Mi cabeza me dice que no 🧏🏻♀️. Que elija algo mejor. Que debo cuidarme. Que eso no me conviene.
Pero en mi interior, yo no quiero comer eso. No llama mi atención. No es de mi agrado. Por lo que prefiero consumir otra cosa...
🧠🥊🫀 Y aquí se produce una disputa entre la razón y la emoción. ¿Pero están separadas una de la otra? 🤷♀️ Podemos aislarnos de lo que sentimos, y comer en piloto automático? Creyendo que aquello que consumimos no tiene importancia? 🤔
Nuestras elecciones con la comida, por lo general, no son azarosas. Nos representan algo que le da sentido y refleja lo que nos pasa por dentro 👀🔦.
Tu estado de ánimo influye en cómo te relacionas con la comida, y la comida influye mucho en tu estado de ánimo.
🍽 La manera en que me alimento, los alimentos que elijo, el momento en que los como, la velocidad con que los ingiero, me indican mucho más que nutrientes y calorías 😌. Habla cómo expreso mis emociones, cuántos límites pongo, cuán amado me siento, qué hago con mis enojos, cómo manejo mi ansiedad, cuán satisfecho me siento con mi trabajo, cuán enrrutinado y aburrido estoy, cuán vacío, cuán triste. La manera que me alimento es una radiografía de mi filosofía de vida, de mi mundo afectivo 💚🌎.
Es así como la comida tiene un lugar fundamental en nuestras vidas, en lo que hacemos, en lo que decimos, en las maneras en las que interactuamos y socializamos y en los modos en los que nos comunicamos, ¡en el acto de comer se incorpora algo del mundo, pero también compartimos algo de quienes somos, de lo que vivimos y conocimos!
📍Quizás para cuestionarte a qué te acerca, con quiénes te aproxima, qué sensaciones te despierta, a dónde te lleva, qué lugar tiene en tu vida, y por supuesto, ¿de qué te quieres alimentar que en muchas ocasiones es más que de comida? 👈🤌🤗
✨️ Buen martes!
🙋🏻♀️ Nutri Camila