18/07/2025
FIBROMIALGIA: EL DOLOR INVISIBLE QUE PUEDE CAMBIARLO TODO SIN DEJAR RASTRO EN LOS EXÁMENES
Te duele el cuerpo como si hubieras corrido un maratón, aunque no hayas hecho nada fuera de lo normal. Te cuesta levantarte por la mañana, no porque no quieras… sino porque el cuerpo simplemente no responde igual. Las articulaciones duelen, los músculos arden, y hasta el roce de la ropa o una caricia suave pueden sentirse como una agresión. Pero vas al médico, te hacen análisis, radiografías, resonancias… y todo sale “normal”. Nadie ve lo que tú sientes. Y a veces ni siquiera te creen. Así es vivir con fibromialgia: una enfermedad real, aunque invisible.
La fibromialgia es un trastorno complejo que afecta el procesamiento del dolor en el sistema nervioso central. No es un problema de huesos ni de músculos, sino de cómo el cerebro interpreta las señales del cuerpo. Por eso, lo que para otros sería un leve malestar, en alguien con fibromialgia puede sentirse como un dolor intenso, constante, agotador. Y no es solo el dolor: también vienen el insomnio, la niebla mental, el cansancio extremo, la ansiedad, la sensibilidad a la luz o al ruido, y una sensación de no estar nunca del todo bien.
Se desconoce la causa exacta. Se cree que hay una combinación de factores genéticos, estrés, traumas físicos o emocionales y alteraciones químicas en el sistema nervioso. Lo cierto es que afecta sobre todo a mujeres entre los veinte y los cincuenta años, y muchas veces tarda años en ser diagnosticada. Porque no hay una prueba única para detectarla. El diagnóstico se basa en la historia clínica, los síntomas persistentes por más de tres meses, y la exclusión de otras enfermedades reumatológicas o neurológicas.
No existe una cura definitiva, pero sí tratamientos que ayudan. Desde medicamentos que modulan la percepción del dolor, hasta terapia psicológica, actividad física adaptada, técnicas de relajación, fisioterapia y una alimentación antiinflamatoria. Y sobre todo, comprensión. Porque lo que más duele no siempre es el cuerpo… sino el hecho de que nadie más vea lo que tú vives cada día.