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HISTORIA DEL USO MEDICINAL DEL CANNABISEl cannabis o ma*****na lleva acompañando al hombre desde hace más de 10.000 años...
18/09/2019

HISTORIA DEL USO MEDICINAL DEL CANNABIS

El cannabis o ma*****na lleva acompañando al hombre desde hace más de 10.000 años, quien ha sabido encontrar y beneficiarse de la infinidad de usos que esta planta posee, tanto a nivel recreativo o medicinal como industrial. Sus orígenes parecen encontrarse en Asia, por lo que es normal que las primeras referencias escritas que tenemos sobre el cannabis provengan de esta zona, especialmente de China e India.
Aunque los primeros restos del uso del cáñamo se remontan hasta cerca de diez milenios antes de Cristo, la primera referencia escrita sobre su uso medicinal la encontramos bastante más tarde, sobre el año 2737 AC. Aún así, no es difícil imaginarse que las propiedades terapéuticas del cannabis hubieran sido descubiertas bastante antes.

Primeros usos medicinales del cáñamo

Como hemos mencionado sobre el uso terapéutico de la ma*****na, sabemos que ya figuraba en la farmacopea de Shen Nung, emperador chino y padre de la medicina china, quien recopiló sus conocimientos sobre plantas medicinales en un libro escrito en 2737 AC. Cuenta la leyenda que, a parte de descubrir las propiedades medicinales del cannabis, Shen Nung hizo lo propio con el ginseng y la efedra. La primera referencia escrita del uso medicinal de la ma*****na lo encontramos también en la farmacopea china, el Rh-Ya, en 1500 AC.
A partir de ahí, encontramos una serie de casos en los que esta planta es reconocida como remedio para multitud de dolencias. El Papiro Ebers, datado cerca de 1500 AC y escrito por los egipcios, menciona las propiedades medicinales de la ma*****na, por ejemplo describiendo cómo se usa en supositorios para aliviar las hemorroides. En 1450 AC, en el Libro del Éxodo, se hace referencia a un ungüento sagrado hecho a partir de kaneh-bosem, palabra que numerosos y reputados especialistas identifican como cáñamo. Volviendo a Egipto, restos de polen de cannabis han sido encontrados en la tumba de Ramsés II, mu**to en 1213 AC. Se sabe también que en India, y desde aproximadamente el año 1000 AC, se elabora el bhang, una bebida a base de leche y ma*****na usada con diversos propósitos, entre ellos como anestésico o anti-flemático.
El uso medicinal del cannabis pronto se extendió hacia occidente, dejando claras pruebas de ello: en Oriente Medio, el profeta persa Zoroastro (Zaratustra) escribió en el siglo VII AC el Zend-Avesta, un texto religioso fuertemente influenciado por los Vedas en el que en uno de sus volúmenes, Venidad, menciona el bhang y clasifica la ma*****na como la más importante entre 10.000 plantas medicinales. El primer gran trabajo en detallar las propiedades del cáñamo en la India data del 600 AC, siendo éste el tratado de medicina ayurveda de Sushruta Samhita.
Aproximadamente en 500 AC el cáñamo es introducido en el norte de Europa por parte de los escitas (confirmando probablemente los relatos de Herodoto), y ya en 200 AC encontramos menciones en textos de la antigua Grecia sobre los beneficios del cannabis para tratar multitud de enfermedades.

Cannabis terapéutico en nuestra Era

El avance del cáñamo continúa imparable a lo largo de los siglos, permitiéndonos encontrar decenas de ejemplos de los distintos usos que se le han dado a esta planta en numerosos territorios y culturas. En China – probable cuna de la ma*****na – se sigue utilizando de la misma forma que en los últimos casi 3.000 años; en el año 1 DC un compendio de recetas medicinales (Pen Ts’ao Ching) la recomienda para más de 100 dolencias, mientras que en el s. II el cirujano chino Hua T’o utiliza el ma-yo como anestésico, una mezcla de vino y resina de cannabis.
En Europa, el cáñamo es también cada vez más utilizado: cerca del año 400 es cultivado por vez primera en Inglaterra, en Old Buckeham Mare, en el año 500 aparece su primer boceto botánico en Constantinopolitanus, mientras que para el año 600 Germanos, Francos y Vikingos ya elaboran papel a partir de cannabis.
Cerca del año 1.000, el uso del cannabis medicinal en el mundo Árabe está tan extendido y aprovechado por unos como discutido por otros. Personalidades tan importantes como Ibn Sina (Avicena), Omar Khayyám o Rhazès utilizaban cannabis para tratar multitud de enfermedades, y ésta es también la época en la que empezó a utilizarse el hachís, como sabemos elaborado a partir de la extracción (separación) de glándulas de resina de la ma*****na.
A finales de la Edad Media (S.XV) y durante años el cannabis forma parte ya del surtido de remedios de cualquier doctor que se precie. William Turner, naturalista considerado el primer botánico inglés, ensalza sus propiedades en New Herball, publicado en 1538. Ni siquiera una década más tarde, el cáñamo seria introducido en Chile y Perú por los españoles, y un siglo más tarde (s.XVII) fueron los británicos quienes lo llevaron a Canadá y Virginia.

Cannabis medicinal en la era Moderna


El s.XIX constituye el de mayor expansión del cannabis medicinal en Occidente, especialmente gracias a la contribución del doctor militar escocés W.B. O’Shaunghnessy, quien al volver de su servicio en la India (1841-42) dio a conocer sus propiedades terapéuticas de manera masiva en el ámbito médico; en los 50 años posteriores, cientos de artículos sobre el dichas propiedades fueron escritos por numerosos especialistas. De hecho, y según el doctor de la reina Victoria, Sir Russell Reynolds, ésta lo usaba a menudo para paliar sus dolores menstruales. Normalmente, el método de consumo habitual era todavía la ingestión, y durante esta época empezaron a hacerse las primeras tinturas y extractos. En 1845, el psiquiatra e “inventor” de la psico-farmacología moderna Jacques-Joseph Moreau de Tours (miembro del conocido Club des Hashischins) documenta los beneficios físicos y mentales de la ma*****na.
Para finales del s.XIX, el cannabis se ha abierto camino tanto en la farmacopea americana como en la europea, convirtiéndose en un remedio eficaz para decenas de enfermedades o dolencias y siendo usado en un buen número de aplicaciones. Los doctores lo recetan sin problema alguno, y pueden adquirirse distintos extractos patentados en cualquier farmacia o apotecario.
Durante el S.XX, el cannabis fue sometido a una de las más importantes e injustas persecuciones a las que jamás se ha sometido a una planta. Gracias, en parte, a los esfuerzos del magnate de la prensa Randolph Hearst y a las peticiones de diversos países ante la Sociedad de Naciones, como Sudáfrica o Egipto, el cannabis es paulatinamente ilegalizado en diversos estados americanos (California en 1915, Texas en 1919…) y países europeos (Inglaterra en 1925). En 1941, la ma*****na cae definitivamente de la farmacopea americana.

A partir de este momento, el número de detenidos y procesados por cultivo y venta de cannabis se dispara ahí donde ha sido ilegalizado, y su multitud de usos parecen ser “olvidados” por la mayoría, en parte gracias a grotescas y ridículas campañas de propaganda elaboradas por los distintos gobiernos e instituciones. Por fortuna, distintos especialistas continuaron sus investigaciones con la ma*****na, como el profesor Raphael Mechoulam y Y. Gaoni (quienes consiguieron aislar y sintetizar el Delta 9 Tetrahidrocannabinol – THC – en 1964), el doctor Lester Grinspoon o, más recientemente, David Nutt, entre muchos otros.
Gracias en gran medida a sus esfuerzos, hoy en día el cannabis medicinal está viviendo un resurgir impensable hace tan solo 30 años, y miles de pacientes pueden por fin utilizarlo legalmente para paliar sus dolencias en varios países y en muchos estados de los EEUU. Esperemos que esta ola verde siga su imparable marcha y que pronto más y más pacientes vean reconocido su derecho a escoger la medicina con la que quieren tratar sus problemas de salud sin ver amenazada su libertad.

Descubrimiento/aislamiento del THC y del CDB

En 1963, un grupo de investigadores de la Universidad Hebrea de Tel Aviv, dirigido por el ahora legendario profesor Raphael Mechoulam, publicó un artículo titulado “The Structure of Cannabidiol” (“La Estructura de Cannabidiol”). Este documento histórico marcó la primera vez en la historia médica moderna que se aislaba e identificaba un compuesto que se encuentra únicamente en el cannabis.
Un año más tarde, el equipo de Mechoulam publicó un documento titulado “Isolation, Structure, and Partial Synthesis of an Active Constituent of Hashish” (“Aislamiento, Estructura y Síntesis Parcial de un Componente Activo del Hachís”). En este trabajo se describe la fórmula química y la estructura del tetrahidrocannabinol, el principal compuesto psicoactivo del cannabis.

Descubrimiento del efecto antiepiléptico del CDB

El efecto antiepiléptico del cannabidiol se conoce por lo menos desde 1977. Hacia tiempo que se sabía que el cannabis se podía utilizar en algunos casos para controlar las convulsiones, sin duda en los tiempos de O’Shaughnessy. Sin embargo, no se supo que el CDB era el compuesto responsable hasta 1977, cuando se publicó un estudio sobre los efectos anticonvulsivos del THC y del CBD en comparación, y en combinación, con los anticonvulsivos comúnmente usados de la época.
El estudio descubrió que el CDB, pero no el THC, tenía un efecto “anticonvulsivo eficaz y relativamente potente” cuando se administraba a ratas, y que mejoraba la acción de numerosos otros antiepilépticos comunes cuando se administraban juntos.

Descubrimiento del sistema endocannabinoide

En 1990, después de décadas de postular que la molécula psicoactiva THC debe actuar sobre un receptor proteínico específico y desconocido en el cuerpo (tal y como resultó ser el caso de la co***na y la he***na, que actúan sobre los receptores dopaminérgicos y opioides, respectivamente), la Dra. Lisa Matsuda del Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH) anunció que ella y sus colegas habían identificado y clonado, con éxito, ese mismo receptor.
Al descubrimiento del receptor cannabinoide tipo I, o receptor CB1, como por lo general se le denomina, le siguió dos años más tarde el descubrimiento de la anandamida (el primer cannabinoide endógeno, o “endocannabinoide”), y en 1993, el descubrimiento de los receptores CB2. Por lo tanto, la ciencia médica era, por fin, consciente de la existencia de un nuevo sistema de mensajería biológica que demostraba ser de fundamental importancia para el metabolismo y la regulación de la salud.
Descubrimiento del postulado “efecto séquito”
En 2011, el Dr. Ethan Russo (ex asesor médico jefe de GW Pharmaceuticals) publicó una extensa revisión de la investigación existente sobre las interacciones entre los diferentes cannabinoides y terpenos que se encuentran en la planta de cannabis. Varios estudios ya habían explorado muchas de estas interacciones, pero Russo fue el primero en acuñar el término “efecto séquito”.
Como resultado, con este nuevo enfoque, la atención se ha centrado en la importancia de estudiar los efectos sinérgicos, en lugar de los efectos individuales, de los compuestos que se encuentran en la planta de cannabis, y ha puesto de manifiesto la necesidad de legislar para permitir el estudio y la utilización médica de todas las partes de la planta de cannabis, incluyendo el compuesto psicoactivo THC.

CANNABIS¿Cuál es la diferencia entre índica y sativa?Seguro que escuchaste mucho hablar de índicas y sativas, pero ¿de q...
18/09/2019

CANNABIS
¿Cuál es la diferencia entre índica y sativa?
Seguro que escuchaste mucho hablar de índicas y sativas, pero ¿de qué hablamos cuando hablamos de ellas y qué se diferencian? A continuación, una breve explicación al respecto.

El cannabis es una planta considerada de género monotípico, que proviene de la familia Cannabaceae. Esto quiere decir que existe una sola especie en el género “cannabis”, aunque comúnmente se habla de tres: sativa, índica y ruderalis. Estas en realidad son subespecies, pero cada una tiene características particulares que las diferencia, y que hacen que sean elegidas por cultivadores a lo largo del mundo de acuerdo a lo que se procure conseguir. Sin embargo, al ser en realidad una misma especie, pueden cruzarse sin problemas, lo que ha dado lugar a innumerables híbridos con mayor o menor proporción en su genética de una u otra. Las dos variedades más escogidas son la sativa y la índica, dado que la ruderalis es baja en THC, aunque gracias a su ciclo más corto, integra en un porcentaje las variedades autoflorecientes. Veamos, entonces, las principales diferencias de las dos subespecies más populares.

DIME QUÉ CLIMA TIENES Y TE DIRÉ QUIÉN ERES
Muchas de las diferencias entre índicas y sativas pueden justificarse con sus lugares de origen y los climas a los que están habituadas. Las variedades índicas proceden de la región de Asia Central y del subcontinente Indio (Pakistán, Afganistán, India, Tíbet, Nepal, etc.). Al provenir de zonas montañosas, son más resistentes a las bajas temperaturas y los climas extremos. Las sativas, por su parte, son propias de climas tropicales como el de Tailandia y el sur de la India, y también en partes de América como Jamaica y México.

Dado que las sativas son de zonas tropicales, alcanzan mayor altura y suelen seguir creciendo durante toda la fase de floración, entre un 200 y 300% más que su tamaño vegetativo. Las índicas, en cambio, aumentan su altura en un 50 o 100% durante la floración. Son además más robustas y compactas, con cogollos más densos y pesados, aunque los de las sativas suelen ser de mayor tamaño. Además, en las índicas suelen crecer en forma de racimos alrededor de los nudos del tallo y de las ramas, y en las sativas, están repartidos por las ramas.

Las índicas están acostumbradas a tener buena luz y calor por menos tiempo, por lo que tienen una floración más rápida, de unos 45 a 60 días. Las sativas, habituadas a una temperatura cálida estable y unas 12 horas diarias de luz todo el año, tardan más tiempo en completar la floración: entre 60 y 90 días. Esto no representa una diferencia sensible en el tiempo total para llegar a la cosecha, dado que las índicas se toman más tiempo en la fase vegetativa.
PERO… ¿Y CÓMO PEGAN?
El efecto de las variedades índicas y sativas es diferente. Las índicas contienen más CBD y menos THC que las sativas, y producen lo que muchos llaman “colocón”. Son ideales para tirarse a jugar a la playstation o hacer una maratón de alguna serie (eso sí, una que no requiera tanta concentración). Producen relajación y alteran los sentidos, particularmente el tacto, la audición y el gusto. En dosis altas, son directamente soporíferas. Ideales para una noche sin planes y a fin de mes, cuando no pensabas salir de todas formas.

Las variedades sativas producen una sensación de “subidón” con un efecto más energético y eufórico, creativo, de esos que te hacen reír porque le viste la cara a un vecino y te pareció que era igual a un bulldog. Es ideal para cualquier reunión social, con la seguridad de que no mandará a todos a la cama o los hará quedarse viendo memes en el móvil.

¿En qué puede ayudarme el aceite de CBD si padezco de diabetes?El CBD tiene la capacidad de promover cascadas metabólica...
18/09/2019

¿En qué puede ayudarme el aceite de CBD si padezco de diabetes?

El CBD tiene la capacidad de promover cascadas metabólicas antiinflamatorias luego de acoplarse/unirse a sus receptores cannabinoides endógenos dentro de nuestro sistema endocannabinoide. Como consecuencia de la presencia de CBD, se sugiere que el metabolismo del azúcar y el sistema inmune también son afectados por las propiedades de éste.

Potencial del aceite de CBD sobre diabetes:

Estabilizador de niveles de glucosa
Acción antiinflamatoria
Efectos neuro-protectores

18/09/2019
CANNABISDiferencias entre THC y CBDLos dos componentes activos principales del cannabis producen efectos diferentes, per...
18/09/2019

CANNABIS
Diferencias entre THC y CBD

Los dos componentes activos principales del cannabis producen efectos diferentes, pero interactúan de manera conjunta, balanceándose mutuamente.

El cannabis contiene más de 100 cannabinoides, pero hay dos que son los principales, y que tienen muy diversos efectos y situación jurídica. Se trata del THC (Tetrahidrocannabinol) y el CBD (Cannabidiol). Cada uno produce algo diferente, y aporta tanto a la sensación que produce la ma*****na como a sus aplicaciones terapéuticas. Conocer ambos compuestos permite elegir mejor la variedad a la hora de cultivar, así como también saber qué buscar de a acuerdo a si se quiere algo recreativo o medicinal.



Primero, lo que tienen en común: tanto el TCH como el CDB son cannabinoides, y actúan sobre el sistema endocannabinoide, que tienen todos los mamíferos, incluyendo al humano. Este es un sistema de comunicación intercelular, que se activa naturalmente para crear homeostasis, pero que puede ser estimulado por fitocannabinoides, o sea, cannabinoides de origen vegetal, como los que se encuentran en la planta de ma*****na. Estos causan efectos diferentes a los que se producen naturalmente en el cuerpo. Los principales receptores del sistema endocannabinoide son el CB-1 y el CB-2, que se encuentran en sistema nervioso central y el inmunológico.



El THC es el componente psicoactivo del cannabis, y se vincula con estos dos receptores en el cerebro humano. El CB-1 influencia el placer, el apetito, la memoria y la concentración, mientras que el CB-2 modera la sensación de dolor, y juega un rol en las homeostasis en ciertas partes del cuerpo, tales como el riñón y el hígado.



Además, el THC es el componente responsable de que, después de fumar un porro, te den ganas de comer una pizza e irte a dormir. Incrementa el apetito y la aumenta la sensación de placer al comer, además de que produce somnolencia. Es por esto que se utiliza en tratamientos contra el insomnio y la pérdida de apetito. También es el THC el que afecta la memoria a corto plazo, así que échale la culpa también la próxima vez que digas “¿de qué estaba hablando?” en el medio de una conversación cuando estés fumado. En general, las variedades con mayor THC son las más buscadas para uso recreativo. También es el componente mayoritariamente prohibido o restringido por la mayoría de los países del mundo.



El CBD, por su parte, interactúa con receptores como el GPR55 o el 5-HT1A. No es psicoactivo, aunque trabaja de muchas formas con el THC para contribuir al efecto del cannabis. De hecho, contrarresta en varios aspectos a los efectos del THC, por lo que su proporción es importante para determinar la sensación que produce la ma*****na. El CBD reduce la sensación de ansiedad que causa característicamente el THC, y tiene propiedades antipsicóticas que balancean los efectos más fuertes del colocón. Además, está asociado con el desvelo y la energía, por lo que también se complementa con el THC, aunque si se busca un efecto sedante lo mejor es que la proporción de CBD sea baja. En cuanto a la memoria, también reduce el deterioro causado por el THC, así que las variedades con bajo CBD son las que más te harán quedarte preguntándote dónde habrás dejado las llaves que en realidad tienes en la mano.



El CBD es también el componente más buscado en las variedades para uso medicinal. Tiene propiedades antiinflamatorias muy superiores a las del THC y sin los efectos psicotrópicos, por lo que es seguro para cualquier paciente. Se utiliza mucho en aflicciones como la artritis y el reumatismo. El CBD también tiene efecto anticonvulsivo y reduce los espasmos musculares, y es por esto que se lo suele recetar para la epilepsia refractaria. Es también ansiolítico y antipsicótico, con estudios que avalan su uso para el tratamiento de la esquizofrenia.

Ambos cannabinoides juegan roles importantes y funcionan perfectamente en conjunto, regulándose mutuamente, aunque depende del efecto y uso deseado, se optarán por variedades más ricas en uno otro compuesto. Si sufres alguna enfermedad o te has dado un tremendo porrazo, posiblemente quieras mucho CBD, pero si tu plan es ver una peli y terminarte solo una bolsa de patatas fritas, el THC es lo tuyo. Eso sí: recuerda que sin un buen balance de CBD, posiblemente nunca termines la peli porque te quedes dormido, o te olvides de qué se trataba en primer lugar. En el balance correcto está el secreto.

CANNABIS PARA LA DEPRESIÓN.Trastornos mentalesCBD es el acrónimo de Cannabidiol. Un componente compuesto que se encuentr...
18/09/2019

CANNABIS PARA LA DEPRESIÓN.

Trastornos mentales
CBD es el acrónimo de Cannabidiol. Un componente compuesto que se encuentra en el cáñamo
El CBD derivado del cáñamo es legal en la mayoría de los países debido a que investigaciones han demostrado que tiene muchos beneficios para la salud del cuerpo humano. La ventaja principal de la planta de cáñamo es su baja concentración de THC y otros componentes que hacen que el cannabis presente algunos efectos psicoactivos.
En lugar de THC, la planta de cáñamo tiene más concentración de cannabinoides, los cuales son muy útiles para el funcionamiento del cuerpo. Estudios han demostrado que el CBD presente en la planta de cáñamo es capaz de curar muchas enfermedades, incluyendo la depresión.

¿Qué es la depresión?

La depresión es una enfermedad mental grave y común que afecta negativamente cómo se siente, piensa y actúa. Puede ser un trastorno predispuesto o el resultado de un trauma o la vivencia de algún evento desafortunado. Independientemente de las causas, los síntomas son básicamente los mismos, incluyendo la pérdida de placer o interés en actividades cotidianas, tristeza, cambio de apetito, pérdida de energía, problemas para dormir, falta de valor, sentimiento de inutilidad o baja autoestima, y la dificultad para tomar decisiones, concentrarse o pensar. Afortunadamente, la depresión es curable
La mayoría de los científicos están de acuerdo en que la depresión es causada por la reducción del nivel de neurotransmisores en nuestro cerebro, como la dopamina y la serotonina. Este desequilibrio afecta a la mayoría de las actividades normales como la sensibilidad, el ejercicio y la dieta.

¿Por qué el CBD funciona para tratar la depresión?

En algunos estudios realizados por investigadores alemanes, los químicos activos en el CBD apuntan e incrementan la transmisión de los receptores de serotonina en nuestro cerebro, incluyendo los receptores 5-HT1A. Al reducir la absorción de serotonina, tu cerebro comunicaría más señales positivas para ayudar a aliviar los síntomas de la depresión.
Además, la evidencia de algunos estudios clínicos muestra que el CBD puede estimular el crecimiento del hipocampo, desencadenando así la creación de nuevas neuronas. Esta afección, también conocida como neurogénesis, puede ser un método poderoso para reducir los síntomas de ansiedad y depresión.

¿Cuáles son los beneficios de usar el CBD para tratar la depresión?

+-Aumento de los niveles de Serotonina

+-Sueño reparador

+-Antiinflamatorio

Una manera efectiva de aliviar los efectos de la depresión es reducir la inflación neurológica. Al aplicar aceite de CBD para tratar la inflamación, algunos científicos reportan que se detendría la pérdida de dopamina, lo que ralentizaría el avance de la afección.

¿Cuáles son los efectos secundarios del uso de CBD para tratar la depresión?

Aunque el CBD se considera generalmente seguro, algunas personas experimentarán algunos efectos secundarios. Los efectos secundarios incluyen náuseas, diarrea, somnolencia, cambio de apetito y sequedad en la boca. Sin embargo, los síntomas son raros y no tan graves como los causados por los medicamentos convencionales utilizados para tratar la depresión.

Dosis de CBD para la depresión

Cada persona es diferente y la reacción de cada uno ante el CBD es diferente. La dosis recomendada de cada producto puede diferir enormemente, creando cierta confusión. La dosis puede ser diferente dependiendo del porcentaje de aceite de CBD que se esté usando. En promedio, 25mg de CBD al día es efectivo para la mayoría de las personas. Para síntomas fuertes, la dosis puede incrementarse lentamente durante una semana hasta que los síntomas mejoren. Esto, por supuesto, es diferente para cada paciente y debe ser monitoreado. Para más detalles sobre la dosis, consulta nuestro post sobre la dosis de CBD.

¿Cómo puedo usar el CBD para tratar la depresión?

Cada persona es diferente y la reacción de cada uno ante el CBD es diferente. La dosis recomendad de cada producto puede diferir enormemente, creando cierta confusión. La dosis puede ser diferente dependiendo del porcentaje de aceite de CBD que se esté usando. En promedio, 25mg de CBD al día es efectivo para la mayoría de las personas. La dosis de CBD puede ser incrementada lentamente hasta que los síntomas mejoren. Esto, por supuesto, es diferente para cada paciente y deber ser monitoreado.
Debido a que la depresión puede afectar los hábitos alimenticios, considere mezclar los productos de CBD con sus alimentos. Sin embargo, el método más común es ponerlo debajo de la lengua y mantenerlo por 1-2 minutos. Obviamente, la dosis es el factor decisivo para mantener un eficaz y equilibrado tratamiento contra la depresión usando CBD.

Historias de éxito de personas que utilizan el CBD para tratar la depresión

*Emma, una niña de 13 años de edad, ha sufrido ansiedad y depresión grave desde 2015. Un año después, su consejero sugirió que fuera llevada con un psiquiatra o médico en lugar de tomar medicamentos debido a la gravedad de su situación. Después de tomar el antidepresivo recetado durante unas semanas, su condición empeoró aún más. Cuando su madre la llevó a un hospital, fue admitida en el departamento psiquiátrico durante 2 semanas y el antidepresivo fue cambiado. Al ser llevada de nuevo a casa, el comportamiento de Emma era extremadamente apático y no interactuaba con nadie.
Después de ver un post sobre el aceite de CBD en el tratamiento de la depresión, su madre habló con algunos médicos y luego decidió reemplazar sus antidepresivos con aceite de CBD. Después de sólo una semana, la diferencia fue asombrosa. Emma gozaba de una alegría y felicidad en su vida diaria. Volvía a tener amigos, a sentirse loca por sus hermanos y a hacernos reír. Seis meses después, su consejero redujo sus sesiones de consejería a cada dos semanas. Ahora, el aceite de CBD le ha devuelto su vida para que pueda vivirla feliz con su familia.

¿Qué dicen las investigaciones sobre el uso del CBD para la depresión?

Un estudio realizado en la Universidad de Chicago en 2012 avaló el cannabis medicinal o CBD como un tratamiento confiable para la depresión. Además, demostró que el aceite de CBD mejoraría el rendimiento cognitivo en aquellos pacientes que sufren de trastorno bipolar.
Los investigadores también alegan que al inyectar aceite de CBD en una rata puede estimular el área del hipocampo, creando así nuevas neuronas en el cerebro. Esta es una de las maneras más efectivas de aliviar los síntomas comunes de la depresión.

Ensayos clínicos

Basado en muchos ensayos clínicos, algunos médicos han demostrado que el tratamiento de la depresión con CBD tiene un riesgo cero o mínimo en la condición psicológica de los pacientes.
Uno de los investigadores notables, el doctor Samir Dahmane del Instituto de Investigación de Maine también afirmó que el aceite de CBD ayudaría a aliviar la depresión y estabilizar los estados de ánimo al activar las áreas paralímbicas y límbicas en el cerebro del paciente.

El cannabis reduce síntomas de la artritis.En mitad de una epidemia de consumo de analgésicos, algunos recurren a la ma*...
18/09/2019

El cannabis reduce síntomas de la artritis.

En mitad de una epidemia de consumo de analgésicos, algunos recurren a la ma*****na para aliviar el dolor y la inflamación de la artritis. El THC y el CBD son efectivos para combatir los síntomas de la artritis sin efectos secundarios.

La artritis es un trastorno que produce dolor, rigidez, inflamación y problemas de movilidad en las articulaciones. Es la causa más común de incapacidad y no tiene cura. La ma*****na es cada vez más popular como tratamiento para este problema porque reduce el dolor y la hinchazón, y hace años que tanto el THC como el CBD se están investigando en relación con esta dolencia.

TIPOS DE ARTRITIS

Las formas más comunes son la osteoartritis, una enfermedad degenerativa de las articulaciones que suele aparecer con la edad, y la artritis reumatoide, un trastorno autoinmune. Otros tipos de enfermedades reumáticas son la gota, el lupus, la fibromialgia y la artritis séptica. El dolor es un síntoma común de todos estos tipos de artritis, mientras que la reducción de la movilidad puede causar otros efectos adversos. Además de la terapia física, el ejercicio y el control del peso, muy pocos medicamentos son capaces de reducir la inflamación y el dolor. Muchos pacientes se hacen adictos a los analgésicos, y otros mueren a causa del efecto supresor de los opiáceos sobre el sistema nervioso central. En EE.UU. y otros países, existe una epidemia de consumo de analgésicos con que los enfermos tratan de aliviar los síntomas de la artritis y otras enfermedades. En estados en los que la ma*****na es legal, y mucha gente toma derivados del cannabis en lugar de analgésicos, las muertes por consumo de opiáceos se han reducido en un 25 por ciento.

INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS SOBRE EL CANNABIS CONTRA LA ARTRITIS

Las pruebas tanto de laboratorio como de ensayos con humanos indican que el THC, el CBD y todo el fitocomplejo del cannabis, ejercen una acción terapéutica en el tratamiento del dolor crónico y la inflamación. Un importante indicio científico sobre la ma*****na y el dolor lo encontramos en este estudio del 2007. En él, se explica que los nervios encargados de transportar las señales del dolor de las articulaciones al cerebro están repletos de receptores de cannabinoides. El estudio concluye que los receptores CB1 periféricos podrían ser un objetivo importante para controlar el dolor de la osteoartritis.
A medida que las investigaciones avanzan, el sistema endocanabinoide está recibiendo cada vez más atención como objetivo terapéutico para el tratamiento del dolor y la inflamación asociados con la artritis reumatoide y la osteoartritis, como se confirma en este estudio del 2008. Siguiendo la misma tendencia, este estudio del 2014 analizó la relación del sistema endocannabinoide con el dolor de la osteoartritis.
Una rama nueva de la investigación se centra ahora en el CBD y su eficacia como agente antiartrítico sin los efectos psicotrópicos del THC. Unos de los primeros estudios sobre la acción del CBD sugiere una posible ingesta oral de CBD como sustancia antiartrítica, mientras que otro más reciente, concluye que un cannabinoide sintético derivado del CBD podría utilizarse como un nuevo fármaco para la artritis reumatoide y otras enfermedades inflamatorias. El receptor CB2 también regula la sensibilización central y las respuestas ante el dolor asociadas con la osteoartritis de la articulación de la rodilla, según esta investigación del 2013.
También vale la pena mencionar que Sativex, el medicamento con base de cannabis desarrollado por GW Pharmaceuticals, presentó un importante efecto analgésico en el tratamiento del dolor de la artritis reumatoide y una considerable disminución de la actividad de esta enfermedad.


¿POR QUÉ NO SE UTILIZA CANNABIS EN LUGAR DE ANALGÉSICOS?

Un consenso científico acaecido tras estos y otros estudios, demuestra que la acción antiinflamatoria de los dos principales cannabinoides ralentiza la artritis y mitiga sus síntomas. Un creciente conjunto de investigaciones identifica los cannabinoides como posible tratamiento para la artritis, pero la inmensa mayoría de especialistas y médicos de cabecera no conocen esta posibilidad. La falta de dirección y protocolos específicos impiden que el personal sanitario suministre cannabis a los pacientes. Se necesitan métodos, composiciones y dosis de eficacia probada para convencer a la medicina convencional de la eficiencia del cannabis para combatir la artritis. Es un asunto bastante urgente, ya que el consumo de opiáceos y otros analgésicos ha alcanzado unas proporciones alarmantes.

ACEITES, PULVERIZADORES O CREMAS

En la actualidad, existe toda una gama de productos para la salud elaborados con cannabinoides, cuyas dosis y métodos de consumo aún no han sido determinados por completo, en parte porque los efectos en fitoterapia pueden variar de un paciente a otro. Los comestibles, aceites o extractos de ma*****na ayudan a aliviar distintos tipos de dolor, pero las pomadas son, probablemente, el tratamiento con cannabis más usado para combatir los dolores articulares.
Los bálsamos y las cremas permiten que el paciente aplique el tratamiento únicamente en la zona afectada y que pueda saturar de fitocannabinoides sus receptores. Según la mayoría, estos productos alivian el dolor de forma casi instantánea. Unas investigaciones más recientes también indican que el CBD y el THC pueden reparar, parcialmente, las articulaciones dañadas.

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