Cristiano y Psicólogo

Cristiano y Psicólogo Lic. Marcelo Muñoz
Psicólogo, UBA 2009
Especialización en Terapia Cognitiva - Conductual

Experiencia en Tratamiento de Adicciones - Discapacidad - Depresión - Ansiedad - Crisis vitales - Desarrollo personal - Familias - Tratamientos individuales adolescentes y adultos.

16/06/2025

Los discípulos caminaron más de 3 años con Jesús, siendo testigos de sus milagros y de su poder. Sin embargo, sus vidas no cambiaron, continuaron siendo débiles y vacilantes.

¿Por qué ocurrió ésto? ¿Acaso habría algo mejor que estar con Jesús hecho hombre y caminar con él por ésta tierra? Descúbrelo en éste video.

---------------------------------------

Te invito a conocer mis libros aquí:
https://sites.google.com/view/libros-psicologia-y-biblia/catálogo-de-libros?authuser=1

Para muchos, la palabra "padre" despierta ternura, protección y guía. Para otros, lamentablemente, puede estar asociada ...
15/06/2025

Para muchos, la palabra "padre" despierta ternura, protección y guía. Para otros, lamentablemente, puede estar asociada al abandono, a la ausencia, o al maltrato.

Sin embargo, la Biblia presenta a Dios como el Padre perfecto, y al hacerlo, no parte de un vacío, sino que se apoya en la realidad de la paternidad humana para que podamos comprender, aunque de forma limitada, su carácter.

Amor incondicional

Un buen padre ama a sus hijos no por lo que hacen, sino por lo que son: sus hijos.

Este amor, aunque imperfecto, apunta a una verdad mayor, el amor incondicional de Dios.

La Biblia dice que "Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros" (Romanos 5:8).

Así como un padre humano consuela, perdona y permanece presente incluso cuando su hijo falla, Dios, en un nivel infinitamente superior, extiende su gracia y su fidelidad hacia sus hijos.

Protección y provisión

Los padres responsables buscan proteger a sus hijos del daño, proveer para sus necesidades y prepararlos para enfrentar la vida.

Estas acciones humanas reflejan la realidad de un Dios que es llamado “Jehová Jireh”, el Dios que provee.

Jesús mismo enseñó que si los padres humanos, siendo imperfectos, saben dar cosas buenas a sus hijos, “¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?” (Mateo 7:11).

Disciplina que forma

Aunque a veces difícil de entender, la disciplina es también una muestra de amor. Un buen padre corrige a sus hijos no por enojo ni por venganza, sino por amor, para formarlos.

Hebreos 12:6 nos recuerda que “el Señor al que ama, disciplina”. La corrección de Dios no es castigo arbitrario, sino el cuidado de un Padre que quiere hacernos crecer, madurar y parecernos más a Cristo.

Presencia fiel

Uno de los grandes regalos que puede ofrecer un padre es su presencia constante. Saber que no estamos solos frente al mundo nos da seguridad para vivir.

Dios promete: “Nunca te dejaré ni te desampararé” (Hebreos 13:5). A diferencia de muchos padres humanos que fallan en estar presentes, ya sea por distancia, errores o debilidades, Dios no se ausenta.

Su presencia es segura, aun cuando no siempre la sintamos.

Una imagen imperfecta, pero útil

Es importante reconocer que ningún padre humano puede representar perfectamente a Dios.

Incluso los mejores padres fallan, se cansan, cometen errores. Sin embargo, Dios ha querido que la paternidad terrenal, aún con sus límites, sirva como un reflejo de su corazón.

Cuando vemos a un padre humano amar con paciencia, sacrificarse por sus hijos o perdonar con ternura, vislumbramos apenas una chispa del amor eterno y perfecto del Padre celestial.

Somos amados, cuidados y conocidos por un Padre que nunca falla.
_____________________________________

📚 Te invito a conocer mis libros aquí:

https://sites.google.com/view/libros-psicologia-y-biblia/cat%C3%A1logo-de-libros

No hay inversión segura. Amar, de cualquier manera, es ser vulnerable. Basta con que amemos algo para que nuestro corazó...
13/06/2025

No hay inversión segura. Amar, de cualquier manera, es ser vulnerable. Basta con que amemos algo para que nuestro corazón, con seguridad, se retuerza y, posiblemente, se rompa.

Si uno quiere estar seguro de mantenerlo intacto, no debe dar su corazón a nadie, ni siquiera a un animal. Hay que rodearlo cuidadosamente de caprichos y de pequeños lujos; evitar todo compromiso; guardarlo bajo llave en el cofre o en el ataúd de nuestro egoísmo.

Pero en ese cofre -seguro, oscuro, inmóvil, sin aire– cambiará, no se romperá, se volverá irrompible, impenetrable, irredimible.

La alternativa de la tragedia, o al menos del riesgo de la tragedia, es la condenación.

El único sitio, aparte del Cielo, donde se puede estar perfectamente a salvo de todos los peligros y perturbaciones del amor es el In****no.

C.S. Lewis

__________________________

📚 Te invito a conocer mis libros aquí:

https://sites.google.com/view/libros-psicologia-y-biblia/cat%C3%A1logo-de-libros

En las relaciones de pareja, uno de los errores más comunes es intentar entender al otro desde nuestros propios ojos. Ev...
11/06/2025

En las relaciones de pareja, uno de los errores más comunes es intentar entender al otro desde nuestros propios ojos.

Evaluamos lo que dijo, lo que hizo o cómo reaccionó… pero sin salir de nuestro marco de referencia interno.

Y es ahí donde se potencian los desencuentros.
La empatía no es simplemente "ponerse en el lugar del otro" como si fuera un ejercicio imaginativo.

Es tomarse el tiempo de intentar ver la situación desde su historia, sus emociones, sus temores y su forma de interpretar y procesar lo que ocurre.

Muchas discusiones podrían desescalar si, en lugar de responder defensivamente, nos preguntáramos:
¿Qué habrá sentido al escuchar eso?

¿Por qué esta situación fue tan sensible para él/ella?

¿Qué necesidad profunda está expresando, aunque no lo diga con palabras claras?

No se trata de justificarlo todo. Se trata de comprender. No es un trabajo fácil, pero nada que sea importante es fácil.

La empatía es una cualidad imprescindible en la pareja. Y lo más importante de todo, es que es una habilidad que puede desarrollarse con disposición y trabajo.

La empatía tiene el poder de transformar la relación.

____________________________

📚 Te invito a conocer mis libros aquí:

https://sites.google.com/view/libros-psicologia-y-biblia/cat%C3%A1logo-de-libros

A lo largo de nuestras vidas podemos enfrentar muchas formas de injusticia. Algunas parecen pequeñas, pero aún así hiere...
09/06/2025

A lo largo de nuestras vidas podemos enfrentar muchas formas de injusticia. Algunas parecen pequeñas, pero aún así hieren el corazón y siembran resentimiento..

Quizás un maltrato en la calle, en el tránsito, en el transporte público, una estafa, una pérdida de dinero, etc.

También están aquellas que son más cercanas. Un vecino irrespetuoso, un jefe desconsiderado, un compañero de trabajo que se aprovecha de nuestra colaboración, etc.

Y las que más duelen, cuando es la propia familia la que actúa injustamente, un cónyuge, un padre, un hijo, un hermano.

Al sufrir injusticias surge de nuestro interior una profunda indignación, un deseo de reivindicación y de venganza.

Quizás por eso son tan populares las películas donde el protagonista sufre durante una buena parte de la película muchas injusticias, pero sabemos que luego tomará venganza por cada una de ellas. Disfrutamos de esa retribución.

Pero en el ámbito espiritual no funciona así. Dios nos llama a dejar la venganza en sus manos:

“No tomen venganza, queridos hermanos, sino dejen el castigo en las manos de Dios, porque está escrito: «Mía es la venganza; yo pagaré», dice el Señor.” Romanos 12:19

Como cristianos quizás no nos venguemos de forma directa y frontal, porque sabemos que es incorrecto, pero podemos llegar a hacerlo de forma indirecta. Dejando de hablar con la persona, dejando de saludar, haciendo mal nuestro trabajo, por medio del sarcasmo y la ironía, etc.

El desafío al que somos llamados por Dios no es solo a no vengarnos y aguantar el enojo, sino a descansar realmente en que él tomará nuestra causa en sus manos. Dios es honrado cuando depositamos nuestra confianza en él.

Cuando lo hacemos, encontramos descanso y paz, aún en medio de esa circunstancia.

¿Qué situación injusta estás viviendo actualmente? Te animarás a dejar esas cargas a los pies de Cristo y descansar en la confianza de que él se hará cargo.

“Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo” 1 Pedro 5:6

________________________

📚 Te invito a conocer mis libros aquí:

https://sites.google.com/view/libros-psicologia-y-biblia/cat%C3%A1logo-de-libros

¿Por qué frecuentemente sucede que decimos creer algo… pero actuamos en sentido contrario?Esto se debe a que nuestras co...
29/05/2025

¿Por qué frecuentemente sucede que decimos creer algo… pero actuamos en sentido contrario?

Esto se debe a que nuestras conductas no están dirigidas por lo que decimos creer, sino por lo que realmente creemos en lo profundo de nuestro ser.

Y muchas veces… no somos totalmente conscientes de esas creencias profundas.

Puede ocurrir que digamos…

* “Sé que soy valioso”… pero seguimos buscando desesperadamente la validación de los demás.

* “Sé que Dios me perdonó”… pero aun vivo con culpa constante.

* “Confío en Dios”… pero vivir con miedo y ansiedad cada día.

Eso no significa que detrás de lo que afirmas, puede haber una creencia más antigua, más profunda, más escondida… y más poderosa.

Una creencia aprendida en la infancia, en alguna experiencia traumática, o en alguna relación difícil.

Creencias que forman reglas implícitas del estilo:

* “Tengo que agradar a todos para ser querido”

* “Si me equivoco, me van a rechazar”

* “No soy suficiente”.

Estas reglas surgidas de las creencias profundas, aunque no las digas en voz alta, dirigen tu vida emocional.

Mientras no sean identificadas y se trabajen, seguirán dándole poder a los mismos miedos, los mismos patrones, las mismas heridas.

Por eso en Romanos 12:2 dice:

"Transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento…”

No basta con “saber” la verdad. Hace falta renovar profundamente nuestras creencias, alinearlas con lo que Dios dice, y sanar las raíces que nos hacen vivir en contradicción.

¿Cómo empezar?

Comienza a observar tus reacciones, no solo tus palabras.

Pregúntate: ¿Qué estoy creyendo en lo profundo que me lleva a reaccionar así?

Buscá ayuda si hace falta. Identificar y sanar creencias profundas es parte del crecimiento emocional y espiritual.

Pide a Dios que revele y transforme las creencias que no vienen de Él.

Porque no siempre vivimos lo que decimos creer… pero sí vivimos lo que creemos en lo más profundo de nuestro ser.

Hay momentos en los que sentimos que si no lo controlamos todo, algo saldrá mal.Queremos decidir por los demás, anticipa...
27/05/2025

Hay momentos en los que sentimos que si no lo controlamos todo, algo saldrá mal.

Queremos decidir por los demás, anticipar cada posibilidad, tener respuestas para todo, asegurarnos de que nada se desvíe del plan.

A simple vista, parece responsabilidad. Pero si miramos más profundo, muchas veces no es otra cosa que temor.

Miedo a que algo se nos escape de las manos.

Miedo a que las personas nos fallen.

Miedo a que Dios no actúe como esperamos que lo haga.

Entonces controlamos. Con palabras, con silencios, con reglas, con presión, con exigencias, con aparente “orden”.

Pero el control excesivo no siempre es liderazgo. A veces es una forma sutil de expresar desconfianza.
Desconfiar de los demás, y sobre todo del control de Dios.

El control puede dar la ilusión de seguridad, pero no produce paz verdadera.

Al contrario: agota, tensa las relaciones y nos pone en un estado de vigilancia permanente.

Porque cuando creemos que todo depende de nosotros, el alma se llena de ansiedad.

La verdadera libertad empieza cuando reconocemos nuestros límites y entregamos lo que no podemos manejar.

Soltar no es no hacer nada en absoluto, sino reconocer nuestros límites.

Soltar no es rendirse. Es confiar.

Confiar en que Dios que ve lo que nosotros no vemos, y sostiene lo que nosotros no podemos sostener.

"Confía en el Señor con todo tu corazón
y no te apoyes en tu propia prudencia."
—Proverbios 3:5

Soltar el control puede ser un acto de fe.
Y también, un acto de descanso.

__________________________________________________

Te invito a suscribirte a mi nuevo Newsletter dónde estaré publicando 2 veces por semana contenido exclusivo sobre ansiedad, depresión, relaciones, reflexiones bíblicas, etc.

También podrás recibir libros de regalo, fragmentos de libros sobre diferentes temas, ejercicios, encuestas, etc.

¡Es totalmente gratuito!

Puedes registrarte aquí https://forms.gle/zrX2koMLGh9nHgZY8

Hay personas que no gritan, no discuten, no se enojan… pero por dentro están llenas de tristeza, enojo, frustración o ca...
21/05/2025

Hay personas que no gritan, no discuten, no se enojan… pero por dentro están llenas de tristeza, enojo, frustración o cansancio.

Personas que, para no generar conflicto, eligen callar. Para no “molestar”, guardan lo que sienten. Para no parecer “problemáticas”, tragan lo que las hiere.

A simple vista parecen tranquilas, “fáciles de tratar”, pero muchas veces llevan conflictos internos que nadie ve.

Evitar el conflicto no siempre es paz. Muchas veces es miedo.

Miedo al rechazo, miedo a que el otro se enoje, miedo a perder la aprobación o el cariño.

Entonces en nombre de la tranquilidad, se resignan. Pero no es una resignación sana, es más bien una bomba de tiempo.

Con el tiempo, no decir lo que sentimos genera una carga emocional: enojo que no se expresó, necesidades que no se atendieron, límites que no se pusieron.

Ese malestar empieza a salir por otros lados: irritabilidad, frialdad, tristeza, ansiedad, agotamiento emocional.

Porque lo que no se habla, se actúa. Y lo que no se resuelve, se repite.

Por esto en Efesios 4:15 dice:

“sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo.”

Verdad y amor. Para una comunicación sana, no puede faltar ni uno ni el otro, ni la verdad ni el amor.
Amar no es callar y acumular. Es construir por medio de la verdad.

Intenta

Identificar: ¿Estoy callando por amor… o por miedo?

Expresar con respeto: No se trata de discutir todo, sino de hablar con amor lo que duele o molesta.

Pedir ayuda si cuesta: A veces hay patrones muy arraigados que cuesta identificar y vencer, por lo que puede ser necesario pedir ayuda.

La paz verdadera no es ausencia de conflicto, sino verdad, amor y respeto para solucionarlos.

Callar por temor parece más fácil… pero tiene un precio emocional muy alto.

Dios nos llama a construir vínculos sanos, no perfectos. Donde podamos crecer en amor, decir lo que sentimos, y también escuchar.

La verdad dicha con amor no rompe vínculos. Los sana.
_______________________________

Te invito a suscribirte a mi nuevo Newsletter dónde estaré publicando 2 veces por semana contenido exclusivo sobre ansiedad, depresión, relaciones, reflexiones bíblicas, etc.

También podrás recibir libros de regalo, fragmentos de libros sobre diferentes temas, ejercicios, encuestas, etc.

¡Es totalmente gratuito!

Puedes registrarte aquí https://forms.gle/zrX2koMLGh9nHgZY8

Como padres, deseamos lo mejor para nuestros hijos. Intentamos darles lo que tal vez a nosotros nos faltó, especialmente...
19/05/2025

Como padres, deseamos lo mejor para nuestros hijos. Intentamos darles lo que tal vez a nosotros nos faltó, especialmente en lo material.

Pero una de las cosas que más necesitan —y que solo nosotros podemos ofrecerles— es que oremos incansablemente por ellos.

Podemos hacer mucho por nuestros hijos: amarlos, cuidarlos, proveerles, dedicarles tiempo, disciplinarlos y enseñarles.

Sin embargo, también hay mucho que no podemos hacer.

Habrá desafíos que enfrentarán y que ni siquiera conoceremos.

Otras situaciones, aunque las veamos venir, escaparán por completo de nuestro control.

A veces, ni con todo el amor ni con toda la intención, sabremos cómo actuar.

Por eso, la oración no es una opción secundaria, es una necesidad vital.

Cuando oramos por nuestros hijos, reconocemos nuestras limitaciones, y al mismo tiempo, declaramos nuestra fe:

Los entregamos a Dios.
Solo Él puede estar con ellos siempre, en todo lugar y en toda situación. Él no se equivoca. No se distrae. No se ausenta.

Solo Dios puede trabajar en lo profundo del corazón de nuestros hijos, moldear su carácter y guiar su futuro.

Por eso, no orar por ellos es una forma de abandono invisible.

Ellos necesitan que seamos más que padres.
Necesitan que seamos sus intercesores.

Hagamos lo mejor que podamos como educadores. Busquemos sabiduría en Dios. Cambiemos lo que haya que cambiar.

Pero sobre todo, confiemos: Dios hará en ellos lo que nosotros jamás podremos hacer.

¿Eres un intercesor constante por tus hijos?

__________________________________________________

Te invito a suscribirte a mi nuevo Newsletter dónde estaré publicando 2 veces por semana contenido exclusivo sobre ansiedad, depresión, relaciones, reflexiones bíblicas, etc.

También podrás recibir libros de regalo, fragmentos de libros sobre diferentes temas, ejercicios, encuestas, etc.

¡Es totalmente gratuito!

Puedes registrarte aquí https://forms.gle/zrX2koMLGh9nHgZY8

En el post anterior hablamos del error de llamar tóxica a una relación por el sólo hecho de tener conflictos y desacuerd...
14/05/2025

En el post anterior hablamos del error de llamar tóxica a una relación por el sólo hecho de tener conflictos y desacuerdos.

Pero ahora veremos qué características tienen aquellos vínculos que en verdad son tóxicos, aquellos que lejos de ayudarnos a crecer, nos van desgastando por dentro.

Una relación tóxica no siempre se nota desde el principio. Suele comenzar con gestos sutiles, críticas disfrazadas de bromas, celos intensos que se justifican como amor, manipulaciones envueltas en culpa, etc.

Quién entra en éste tipo de relaciones, sin darse cuenta, empieza a caminar con cuidado, a callar lo que siente, a pedir permiso para ser él/ella misma.

Una relación se vuelve tóxica cuando el miedo ocupa el lugar del respeto, cuando hay control en lugar de libertad, cuando el vínculo exige la anulación de la personalidad para que el otro esté bien.

Cuando te sientes menos permanentemente, confundido o culpable, aunque no hayas hecho nada malo.

Las relaciones sanas no son perfectas, pero te permiten crecer. Las tóxicas, en cambio, te hacen dudar de tu valor, de tu juicio, de tu identidad.

Te agotan emocionalmente, porque están construidas sobre la necesidad, la inseguridad o el egoísmo, y no sobre el amor genuino.

El verdadero amor edifica, respeta y cuida.
Si estás comenzando una relación, presta atención a las señales de alerta.

Si estás en un matrimonio con éstas características, busca ayuda. Es importante que no te aísles ni permitas que te aíslen.

Busca apoyo en tu familia, en tu iglesia, en consejería o en una terapia. Reconocer el problema y buscar ayuda son los primeros pasos para la sanidad.

_______________________

Te invito a suscribirte a mi nuevo Newsletter dónde estaré publicando 2 veces por semana contenido exclusivo sobre ansiedad, depresión, relaciones, reflexiones bíblicas, etc.

También podrás recibir libros de regalo, fragmentos de libros sobre diferentes temas, ejercicios, encuestas, etc.

¡Es totalmente gratuito!

Puedes registrarte aquí https://forms.gle/zrX2koMLGh9nHgZY8

En estos tiempos, se ha vuelto común escuchar que una relación es “tóxica”. A veces, con solo tener una discusión o sent...
12/05/2025

En estos tiempos, se ha vuelto común escuchar que una relación es “tóxica”.

A veces, con solo tener una discusión o sentirnos heridos por alguien, ya usamos esa palabra. Pero… ¿Es realmente así?

El problema es que el término “tóxico” tiene una fuerte carga negativa. Implica que algo es dañino, insalvable o que debe evitarse por completo.

Sin embargo, no todas las discusiones, diferencias de personalidad, momentos de frustración o actitudes equivocadas convierten una relación en tóxica.

A veces, lo que estamos viendo no es mala intención, sino inmadurez; no es manipulación, sino falta de recursos emocionales.

*Se puede llegar a etiquetar como tóxica a una relación simplemente porque:

*Hay desacuerdos frecuentes (pero sin faltas de respeto graves).

*Una persona no cumple con las expectativas del otro.

*Alguien se siente herido, pero no hay intención de manipulación o daño.

*Hay momentos de distancia o falta de comunicación, pero no desprecio.

Toda relación profunda atraviesa momentos de tensión, diferencias y malos entendidos. Aprender a enfrentarlos es crucial para crecer y desarrollar habilidades para la comunicación en la pareja.

Si etiquetamos como tóxico cualquier desacuerdo, corremos el riesgo de aislarnos, de no madurar emocionalmente, y de perder relaciones que, aunque imperfectas, pueden ser valiosas.

La presencia de conflictos no define la salud de una relación; sino cómo se manejan.

No obstante, sí existen relaciones que son en verdad tóxicas. En el próximo post hablaremos sobre cómo reconocerlas.

______________________

Te invito a suscribirte a mi nuevo Newsletter dónde estaré publicando 2 veces por semana contenido exclusivo sobre ansiedad, depresión, relaciones, reflexiones bíblicas, etc.

También podrás recibir libros de regalo, fragmentos de libros sobre diferentes temas, ejercicios, encuestas, etc.

¡Es totalmente gratuito!

Puedes registrarte aquí https://forms.gle/zrX2koMLGh9nHgZY8

Una mentira puede parecer pequeña,  inofensiva, o incluso necesaria.Pero cuando se repite, no solo engaña a otros, sino ...
10/05/2025

Una mentira puede parecer pequeña, inofensiva, o incluso necesaria.

Pero cuando se repite, no solo engaña a otros, sino empieza a engañarnos también a nosotros mismos.

Mentir una vez es una elección, se convierte en una costumbre.

Y cuando mentimos por costumbre, ya no lo hacemos sólo para protegernos del juicio ajeno, sino porque nos hemos vuelto incapaces de vivir la verdad.

El hábito de mentir no solo daña los vínculos, también deteriora nuestra identidad.

Ya no sabemos si lo que mostramos es real o simplemente una máscara que se nos quedó pegada de tanto usarla.

Y en el fondo, aunque nadie lo note, lo sabemos: hay una fractura interior, una desconexión entre lo que somos y lo que decimos ser.

La mentira sostenida nos aleja del amor real, porque el amor verdadero solo puede crecer sobre la verdad.

El que miente mucho, se acostumbra a esconderse. Y quien vive escondido, también vive solo, aunque esté rodeado de gente.

“Desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo” (Efesios 4:25)

Si reconoces que estás construyendo el hábito de mentir, no te justifiques. Comienza a pedir ayuda, a hablar con alguien, confesar lo que se oculta… todo eso no es señal de debilidad, sino de valentía.

Nadie sana en la oscuridad. Volver a la verdad es volver a Dios, que no se mira las apariencias, sino los corazones.
_______________________________

Te invito a suscribirte a mi nuevo Newsletter dónde estaré publicando 2 veces por semana contenido exclusivo sobre ansiedad, depresión, relaciones, reflexiones bíblicas, etc.

También podrás recibir libros de regalo, fragmentos de libros sobre diferentes temas, ejercicios, encuestas, etc.

¡Es totalmente gratuito!

Puedes registrarte aquí https://forms.gle/zrX2koMLGh9nHgZY8

Dirección

Lima

Notificaciones

Sé el primero en enterarse y déjanos enviarle un correo electrónico cuando Cristiano y Psicólogo publique noticias y promociones. Su dirección de correo electrónico no se utilizará para ningún otro fin, y puede darse de baja en cualquier momento.

Compartir

Share on Facebook Share on Twitter Share on LinkedIn
Share on Pinterest Share on Reddit Share via Email
Share on WhatsApp Share on Instagram Share on Telegram