Entiendo la vida como un camino que recorremos, en ese camino nos cruzamos con distintos seres, tareas y misiones. Cada ser tiene su propia impronta, su bagaje y equipaje, todos transitamos ese camino para algo, algunos tenemos alguna consciencia de estar transitando otros siquiera saben o piensan en ello... todo depende del nivel de consciencia del despertar que se esté atravesando, mientras alguno transita con los ojos abiertos y disfrutando de cada situación, otros lo transitamos con un espíritu de búsqueda continuo, aprendiendo a abrir los ojos y mantenerlos así, aprendiendo a escuchar los latidos del corazón y no por necesidad de reconocernos vivos si no por mantenernos en comunicación con la esencia y sabiduría interior que muchas veces en el día a día del mundo queda callada, no es fácil, es una elección y decisión de vida por lo tanto es continuo, renovable a diario, efímero como la memoria del almuerzo de ayer y comprometido como el anhelo mejor guardado del ser, es ejercicio a practicar, como el musculo el espíritu y la comprensión se tienen que ejercitar. Como buscadora incansable compartir parte del camino recorrido, las experiencias transitadas lo que fui adquiriendo, aprendiendo, trasmutando, transformando es parte del sentido de mi existencia. Acompañarte a transitar tu propio proceso ya no desde mi transformación si no desde la tuya, dando valor a la búsqueda de tu bienestar, escuchar activamente para cuestionar lo que si queres lograr, ampliar la mirada, no siempre hay un único camino, siempre podemos hacer algo mejor, algo distinto, algo inesperado, algo que nos haga mas felices. La felicidad no es para alguno, ni es solo un momento, la felicidad es una elección de vida y como todo lleva su compromiso y las acciones para que esta sea efectiva. Que tan consciente estas siendo de tu vida, de tu estar siendo en el mundo, de tu felicidad y la que das ...
Analía Fiorentino.-