14/08/2023
Hace muchos años, otras épocas, practicábamos la obstetricia de manera distinta en una clínica que era totalmente diferente. No teníamos licenciadas en obstetricia trabajando con nosotros, y los obstetras atendíamos todos los nacimientos, controlando los trabajos de parto durante horas.
Aunque recuerdo cada detalle de lo sucedido, lamentablemente no recuerdo el nombre de la paciente, así que la llamaré Inés, en honor a una de mis tías abuelas, una mujer genial de la que alguna vez contaré sus historias. Inés estaba en su segundo embarazo, en fecha, pero estaba sola cuidando a su hijo de unos 3 años, ya que su marido estaba navegando debido a su trabajo.
El nacimiento se adelantó unos días antes de que el padre regresara, así que Inés llegó a la guardia en trabajo de parto acompañada por su hijo. Cuando la examiné, vi que el bebé estaba a punto de nacer, así que nos dirigimos directamente a la sala de partos, dejando a su niño al cuidado de una enfermera.
El parto fue rápido, el bebé llegó al pecho de su madre, y al mirar hacia mi izquierda, veo al hermanito que se había escapado y había presenciado el nacimiento. Su expresión de asombro y su lento caminar hasta darle la mano a su mamá... es algo difícil de describir. Tengo esa imagen grabada en mi corazón, la mamá recostada con su bebé en el pecho, dándole la mano y tranquilidad a su otro hijo parado al lado de la camilla de partos.
Son los placeres de mi profesión.
Médico Ginecólogo y Obstetra
Especialista Consultor en Obstetricia
🏥Clínica y Maternidad Colón
Av Colón 3445 piso 5
Mar del Plata ⛵🎣
🇦🇷Argentina 🇦🇷