07/12/2022
“Lo que callamos los hogares”
Este posteo es un poco diferente a los habituales ya que nos encontramos en una situación un tanto difícil e injusta.
La realidad que se vive en los hogares es muchas veces una realidad paralela. Estamos siempre siendo cuestionados, nosotros y todos los hogares de la ciudad (por supuesto algunos con razón) por cómo realizamos nuestro trabajo, por el tabú sin sentido de qué los hogares son una porquería o un lugar donde los abuelos estan abandonados. Y hoy, hoy la gota rebalsó el vaso y también es justo que se escuche nuestra voz.
Los hogares, NO son hospitales, ni clínicas. Los hogares son lugares de atención para personas que ya no pueden realizar las actividades básicas de la vida diaria. Los hogares son para asistir, mantener higienizados a los pacientes, darles de comer, cuidarles cuando se enferman, y prevenir 24/7 que por sus enfermedades no se caigan, no tengan brotes, no sufran cambios abruptos. PERO no dejamos de ser una casa asilo, por supuesto que con los recaudos correspondientes como TODOS los profesionales qué hay que tener, pero ellos, más que controlar y pedir derivación porque ven algo incorrecto o no funcionando bien, no pueden hacer más, no solo porque, vuelvo y repito, ES UN HOGAR y NO tiene los recursos de un hospital, TAMPOCO es permitido por el municipio procedimientos dentro de la Institución.
Los invitamos a todos a una reflexión, a que la palabra que se utiliza siempre culpando a los geriátricos, sea también una palabra para exigir al familiar mayor responsabilidad. Por supuesto que tenemos familias maravillosas que siempre velan por todo lo que sugerimos, pero cómo en todos los casos de todos los ámbitos de la vida también hay personas sin un gramo de responsabilidad.
Cabe aclarar, también, porque lamentablemente nos vemos en la obligación, que aunque muchos hogares hagan cosas malas, no todos entramos en la misma bolsa.
No nos robamos pañales. Tampoco maquinitas de afeitar. Mucho menos medicación de los pacientes. Nos parece algo descabellado, y por sobre todas las cosas, por un poco de sentido común, SOLO AFECTARÍA NUESTRO TRABAJO porque los mismos pacientes no tendrían sus cosas y serían tanto incontrolables sin medicación, como en todo lo demás.
Es una pena ponernos en esta situación y aclarar cosas que a nuestros ojos no se deberían ni pensar, pero pasan, y estamos cansados, muy cansados, porque las patadas en la nuca siempre son a nosotros. A los hogares. A estos lugares aparentemente muy malos, pero en donde en algunos, como en el nuestro, reina de verdad el amor y el respeto por la ancianidad.
Agradecemos siempre el apoyo de todos los que saben y confían en nuestra manera de trabajar. Y los volvemos a invitar a todos a pensar en la responsabilidad individual antes de culpar a otros.
Besos y abrazos para todos, que se multipliquen y se conviertan en paz y discernimiento 🙏