01/12/2021
Hace mucho que no aparezco por acá y hoy de repente mirándome al espejo me dieron ganas de compartir una reflexión personal pero que al mismo tiempo se torna política, porque sabemos que lo personal es político. Y por esta razón elijo compartirla.
Siempre parto de la base de que vivimos en una sociedad que restringe nuestro ser auténtico desde múltiples mandatos. Uno de ellos es el estereotipo de belleza. Tan excluyente, inalcanzable e irreal. En primer lugar no podes ser gorde, dando lugar a unas de las problemáticas psicosociales más destructivas: la gordofobia/odio. Entre otras violencias, tampoco podes tener marcas en tu piel: no están permitidas ni visibilizadas las estrias, ni celulitis, ni el ACNÉ. Este último es el que más me interpela y del cual hablaré desde mi experiencia personal.
Porque es un asco, porque no te cuidas la piel, porque no te alimentas bien, etc etc son las cosas que dice la gente cuando opina de tu cuerpo, en este caso de mi CARA, con todo lo que eso implica.
Para mucha gente esas marcas no deberian estar ahi, las pieles perfectas no tienen marcas y entienden la belleza desde lo perfecto (acá ya hay un posicionamiento político). Solemos escuchar frases como "actitud mata belleza". La mata? En serio? Para mi la actitud es belleza. Que piensan ustedes? Yo por mi parte, hoy entiendo que ningun cuerpo, rostro y/o piel es perfecta (eso es imposible) y no por ello se debería de perder el calificativo de belleza.
Mi reflexion hoy es entender a la belleza como algo complejo, dinámico y múltiple. INTEGRAL. Mi cara tiene granos, pero no me parece fea por ello. Porque no creo que mi acné defina mi rostro pero al mismo tiempo lo acepto como parte de él. No busco ser perfecta. Busco ser bella para mi a pesar de lo que no le gusta al resto. Lo que no es tarea fácil de lograr, mas cuando hay varias facetas de unx que entran en conflicto con estos mandatos, porque la mirada y las palabras de la sociedad tienen efectos. La violencia que reciben nuestros cuerpos no es gratuita. Con este posteo no pretendo ni quiero caer en el discurso del amor propio desarraigado de lo colectivo, de lo social. Porqué sé que hay mucha gente que no piensa como yo (pensaran que mis granos definen mi rostro, que son un asco, que no me cuido y me alimento mal) pero elijo no darles el poder de cambiar mi postura frente a mi acné, el que es parte de mi rostro y aún así me gusta.