Central Biodescodificacion Mar del Plata -Argentina-12

Central Biodescodificacion Mar del Plata -Argentina-12 metodología de sanación emocional y biológico

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03/05/2025

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BIODESCODIFICACION CIENTIFICA ARGENTIAN .........Por el Prof. Andres Frontalini - Mar del Plata -Argentina Como terapeutas, tenemos los conocimientos para guiar a nuestros pacientes en un viaje hacia la comprensión profunda de sus emociones arraigadas. A través del diálogo, la introspección y técnicas especializadas, exploramos las raíces emocionales del sobrepeso. Junto a nuestro paciente desenterramos creencias limitantes y liberamos emociones reprimidas. Intentamos encontrar el equilibrio perdido y una conexión más profunda con su propio ser. La Biodescodificación pone en el centro de todo al ser humano y a partir de él es donde todo comienza.

BIODESCODIFICACION CIENTIFICA ARGENTINA   ,UNICO CENTRO DE PERFECCIONAMIENTO LATINOAMERICANO: terapia de curación física...
11/03/2025

BIODESCODIFICACION CIENTIFICA ARGENTINA ,UNICO CENTRO DE PERFECCIONAMIENTO LATINOAMERICANO: terapia de curación física y emocional
Por el Prof. y Director del Centro de Investigaciones Cientifica Emocional
Mar del Plata Argentina
Biodescodificación es una de las propuestas curativas naturales más novedosas y efectivas para realmente ayudar al cuerpo a recobrar la salud. Por medio de este método se nos enseña a escuchar el cuerpo, es decir, la biología, el síntoma, la afección, molestia o impedimento, etc., el cual será la guía principal por medio de la cual el terapeuta se guiara para iniciar un proceso curativo profundo y efectivo que tiene la intención de erradicar la causa más arraigada que está generando la enfermedad.
¿Cómo se lleva a cabo la terapia de Biodescodificación?
Las células de nuestro cuerpo simplemente contienen información. Esta información proviene en cada persona de la herencia y de la vida de la persona, de lo que sabe, siente y vive. Cada célula esta codificada con dicha información la cual activa su funcionamiento y provoca que nuestras células, tejidos, y sistemas se comporten de determinada forma. La biodescodificación consiste en activar nuevos códigos en las células para que estas recobren un comportamiento saludable y armónico.
¿Por qué nos enfermamos?
La perspectiva del método de biodescodificación nos habla de la enfermedad como la consecuencia de nuestra forma de pensar y actuar en la vida. Nuestras perspectivas personales crean códigos en nuestras células los cuales provocan que el cuerpo manifieste ya sea salud o enfermedad. Podríamos resumir un poco diciendo que, si tenemos pensamientos o formas de ver la vida limitadas o poco conscientes, la enfermedad se manifestara con más viabilidad.
Una de las cuestiones que más afecta el comportamiento de nuestras células son las emociones y las reacciones que tenemos ante las circunstancias de la vida. Si resumiéramos en una palabra lo que significa nuestra perspectiva y modo de ver la vida, diríamos que es mera información que hemos aceptado como verdad y la cual programa nuestra forma de reaccionar. Lo esencial para el terapeuta de biodescodificación es acompañar a la persona a que analice sentimientos, actitudes o reacciones, formas de ver y sentir la vida que estan ocultos, que pueden estar provocando la enfermedad.
La cura en la terapia de Biodescodificación
Por lo general, estamos acostumbrados a buscar la solución a nuestros problemas en un lugar consiente, tratamos de arreglar las enfermedades con una forma limitada de ver. Para realmente iniciar un proceso curativo se propone entrar más allá de nuestro consciente y llegar a esa parte de nosotros ignorada o inconsciente, pero que influye poderosamente en nosotros.
En el inconsciente se encuentran respuestas asombrosas a lo que el cuerpo manifiesta. Tomar consciencia de lo que sentimos y pensamos es la clave del método de biodescodificación para recobrar la salud del cuerpo.
La clave de la curación
Uno de los principios fundamentales del método de Biodescodificación es que el terapeuta acompañe a la persona enferma para que esta pueda hablar y expresar emociones y sentimientos ocultos, al tiempo que hace consciente aquello de lo que justamente no quiere hablar. Las soluciones a los problemas de salud se hallan en aquello que el paciente no puede enfrentar o que ha pasado como algo desapercibido o poco importante.
La terapia de Biodescodificación intenta llevar a la persona a los lugares oscuros que ella no puede recorrer ya sea porque no tiene la herramienta para entrar y enfrentarlos, por miedo, por un mecanismo de defensa, por una manera de racionalizar superficial, etc. Y esta es la función del terapeuta, ser paciente, acompañar a la persona en su maduración emocional para enfrentar diversas situaciones que pueden estarle afectando ya sea en este momento o tiempo atrás.
¿Cómo se Biodescodificaria, por ejemplo, un problema de estómago?
El terapeuta analizara cual puede ser la información oculta que el paciente no ve y la cual provocaría el problema de estómago. En este caso, la primera pregunat podría ser: ¿Cuándo sucedió el dolor por primera vez? O ¿Cuándo fue que empezó con problemas de estómago? Mediante las respuestas del paciente el terapeuta se podrá dar una idea de que situación provoco el shock en la persona para desatar la enfermedad. Luego entonces, mediante una serie de preguntas que harán al paciente reflexionar, la persona podrá ir expresando sentimientos guardados o no reconocidos que pudieran estar guardando.
Un ejemplo seria un mesero que trabaja mucho para ganarse buenas propinas y con frecuencia no sucede esto. El piensa que debe ser paciente y sigue trabajando sin tener buena propina. El mesero no se atreve a reconocer que en verdad le molesta no estar siendo reconocido y no puede “digerir” la idea de que no se le aprecie o reconozca su labor. Y entonces genera dolores estomacales frecuentes o empachos, los cuales hablan de que no está “asimilando” la experiencia de la realidad.
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26/02/2025

BIODESCODIFICACION CIENTIFICA ARGENTIAN .........Por el Prof. Andres Frontalini - Mar del Plata -Argentina Como terapeutas, tenemos los conocimientos para guiar a nuestros pacientes en un viaje hacia la comprensión profunda de sus emociones arraigadas. A través del diálogo, la introspección y técnicas especializadas, exploramos las raíces emocionales del sobrepeso. Junto a nuestro paciente desenterramos creencias limitantes y liberamos emociones reprimidas. Intentamos encontrar el equilibrio perdido y una conexión más profunda con su propio ser. La Biodescodificación pone en el centro de todo al ser humano y a partir de él es donde todo comienza.

01/02/2025
DEBERÍAN LLAMARSE  "LOS LEONES DE LA FAMILIA" ERES EL SUEÑO REALIZADO DE TODOS TUS ANCESTROS  . . BIODESCODIFICACION CIE...
12/10/2024

DEBERÍAN LLAMARSE "LOS LEONES DE LA FAMILIA"
ERES EL SUEÑO REALIZADO DE TODOS TUS ANCESTROS . . BIODESCODIFICACION CIENTIFICA ARGENTINA
las “ovejas negras” de la familia (deberían llamarse "leones de la familia") son en realidad buscadores natos de caminos de liberación para el árbol genealógico.
“Aquellos que desde pequeños buscaban constantemente revolucionar las creencias, saliéndose de los caminos marcados por las tradiciones familiares, aquellos criticados, juzgados e incluso rechazados, esos, por lo general son los llamados a liberar el árbol de historias repetitivas que frustran a generaciones enteras.”
“Las que no se adaptan, las que gritan rebeldía, cumplen un papel básico dentro de cada sistema familiar; ellas reparan, desintoxican y crean una nueva y florecida rama en el árbol genealógico. Gracias a estos miembros, nuestros árboles renuevan sus raíces. Su rebeldía es tierra fértil, su locura es agua que nutre, su terquedad es nuevo aire, su apasionamiento es fuego que vuelve a encender el corazón de los ancestros.”
“Que nadie te haga dudar, cuida tu "rareza" como la flor más preciada de tu árbol".
“Eres el sueño realizado de todos tus ancestros.”

¿QUE ES LA INTELIGENCIA EMOCIONAL ?BIODESCODIFICACION CIENTIFICA ARGENTINA Por el Prof. Andres FrontaliniMar del Plata A...
09/10/2024

¿QUE ES LA INTELIGENCIA EMOCIONAL ?
BIODESCODIFICACION CIENTIFICA ARGENTINA
Por el Prof. Andres Frontalini
Mar del Plata
Argentina
La inteligencia emocional es la habilidad de reconocer, regular y comprender las emociones, tanto en ti mismo como en los demás. La inteligencia emocional alta te ayuda a conectar con otras personas, forjar relaciones empáticas, comunicar de manera efectiva, resolver conflictos y expresar tus sentimientos. Puede que hayas oído hablar de la inteligencia emocional como IE o coeficiente emocional (EQ).

Muchas veces se asume que la inteligencia emocional es algo que tienes o no tienes. Sin embargo, al igual que tu coeficiente intelectual (IQ), el coeficiente emocional (EQ) es un músculo que puedes desarrollar a lo largo del tiempo.

La historia de la inteligencia emocional
Los neurocientificos han estudiado la inteligencia emocional desde que el concepto de “inteligencia social” fue introducido por Edward Thorndike en 1920. Luego, Howard Gardner se basó en esta teoría y agregó la idea de que más de un tipo de inteligencia contribuye a la habilidad cognitiva. En su libro de 1983 Estructuras de la mente: La teoría de las inteligencias múltiples, Gardner introdujo el concepto de inteligencia interpersonal e intrapersonal.

Sin embargo, el término “inteligencia emocional” no obtuvo popularidad sino hasta la publicación en 1995 del libro La inteligencia emocional, escrito por el periodista científico Daniel Goleman. En su libro, Goleman define la inteligencia emocional y establece la importancia del coeficiente emocional para el liderazgo.

Luego, en 2004, Peter Salovey y John Mayer ampliaron el alcance y comprensión de la inteligencia emocional. Solvey y Mayer desarrollaron la teoría del rasgo para desarrollar y medir la inteligencia emocional. Esto derivó en la primera prueba de inteligencia emocional, el test de inteligencia emocional Mayer-Salovey-Caruso (MSCEIT, por sus siglas en inglés).

Hoy en día, la inteligencia emocional es estudiada por una gran variedad de psicólogos que buscan entender las diferentes competencias emocionales, las habilidades interpersonales que contribuyen a la inteligencia emocional, y la diferencia entre el coeficiente emocional y el coeficiente intelectual. Aunque muchos psicólogos no estén de acuerdo en los detalles exactos de la inteligencia emocional, la mayoría coincide en que es una habilidad que puede desarrollarse con práctica y entrenamiento.

Los beneficios de un coeficiente emocional alto
Los estudios han demostrado que la inteligencia emocional es igual de importante, o a veces más importante, que la inteligencia tradicional. Según un estudio de 2016, una inteligencia emocional alta es más significativa para un excelente trabajo en equipo que un coeficiente intelectual alto. Estudios adicionales han demostrado que la inteligencia emocional alta da lugar a un desempeño laboral y liderazgo mejores.

La inteligencia emocional se trata de entender tus propias emociones y las emociones de los demás. Una inteligencia emocional alta te ayuda a:

Colaborar de manera efectiva con los miembros de tu equipo

Pensar antes de actuar o reaccionar

Reducir tus reacciones viscerales o impulsos

Superar problemas, tanto en casa como en el lugar de trabajo

Atender conflictos

Comunicarte en el lugar de trabajo

Resolver problemas

Forjar relaciones más sólidas

Conectar con tus emociones

Empatizar con los demás

Desarrollar sinergia entre tú y tus compañeros

Atributos de la inteligencia emocional
Existen dos modelos principales de inteligencia emocional. El primero, desarrollado por Daniel Goleman, incluye cinco atributos clave para el coeficiente emocional. El segundo, creado por John Mayer y Peter Salovey, describe cuatro características principales de la inteligencia emocional.

Los cinco atributos de la inteligencia emocional de Daniel Goleman
Goleman identificó cinco habilidades clave dentro de la inteligencia emocional o IE:

Autoconocimiento: La habilidad para comprender tus propias emociones. Tener autoconocimiento significa entender tus fortalezas personales, debilidades, valores, metas y el impacto en los demás.

Autorregulación: La habilidad de regular tus emociones. En lugar de actuar impulsivamente, los líderes con una alta autorregulación son capaces de detenerse y examinar sus emociones antes de reaccionar.

Motivación: Las razones por las que quieres tener éxito. Reconocer tu motivación te ayuda a adaptar tu comprensión empática.

Empatía: La habilidad de conectar con la forma en que otras personas se sienten. La empatía a menudo se considera la piedra angular de la inteligencia emocional, ya que es una base importante para otros estados emocionales.

Habilidad social: La habilidad para comunicarse y colaborar con otros. Goleman compara las habilidades sociales con la habilidad para guiar a otros para promover tus ideas.

Mayer y Salovey también identificaron cuatro características de la inteligencia emocional durante su investigación:

Percepción emocional: La habilidad de identificar las emociones que otras personas están sintiendo. El autoconocimiento y la habilidad de reconocer las emociones propias también entran en esta categoría.

Facilitación emocional del pensamiento: La habilidad de aprovechar las emociones que percibes —ya sean las propias o las de los demás— para apoyar otros procesos cognitivos como la resolución de problemas o la toma de decisiones.

Comprensión emocional: La habilidad de entender cómo las emociones se relacionan entre sí, y cómo estas emociones impactan en tus acciones y las acciones de otras personas.

Regulación emocional: La habilidad de regular las emociones en uno mismo y en otros. Regular tus propias emociones significa mitigar o distanciarte de una emoción para enfocarte en una situación particular. Sin embargo, esta característica también incluye gestionar las emociones de quienes te rodean para poder cumplir tus metas.

Cómo utilizar la inteligencia emocional para el liderazgo
Las investigaciones han demostrado que una inteligencia emocional alta es fundamental para un liderazgo exitoso. Según un estudio de 2005 titulado La inteligencia emocional y su relación con el desempeño en el lugar de trabajo con respecto al liderazgo efectivo, una inteligencia emocional alta se asocia con una mayor efectividad del liderazgo.

“Los líderes más efectivos comparten algo clave: todos tienen un alto grado de lo que se conoce como inteligencia emocional. No es que el coeficiente intelectual y las habilidades técnicas sean irrelevantes; son importantes, pero como los requisitos básicos para puestos ejecutivos. Mi investigación, junto con otros estudios recientes, muestra claramente que la inteligencia emocional es la condición sine qua non del liderazgo. Sin ella, una persona puede tener la mejor preparación del mundo, una mente incisiva y analítica, y un sinfín de ideas inteligentes, pero aun así no será un gran líder”.

La inteligencia emocional es importante para todos los miembros de un equipo, pero en particular para aquellos en puestos de liderazgo. Goleman asegura:

“Cuanto más alto sea el puesto de un profesional exitoso, más claro queda que su eficacia se debe a sus capacidades de inteligencia emocional”.

9 formas de desarrollar tu inteligencia emocional en el lugar de trabajo
Sin importar qué modelo de inteligencia emocional decidas seguir —ya sean los cinco atributos de Goleman o las cuatro características de la inteligencia emocional de Mayer y Salovey—, hay diferentes habilidades clave en las que te puedes enfocar para desarrollar tu coeficiente emocional. A continuación, analizaremos en detalle cada habilidad, junto a herramientas prácticas que puedes utilizar en el lugar de trabajo para desarrollarlas.

1. Desarrolla el autoconocimiento
El primer paso para mejorar tu inteligencia emocional es conocerte a ti mismo. Una gran parte del coeficiente emocional es reconocer y entender tus emociones y el impacto de esas emociones en tu entorno. Sin embargo, antes de que puedas comprender el impacto, necesitas entender las emociones en sí.

Existen muchas técnicas para desarrollar el autoconocimiento, como:

Llevar un registro diario

Identificar los valores y principios que te impulsan

Definir tu motivación y propósito

En el lugar de trabajo, la mejor forma de desarrollar el autoconocimiento es conectar tu trabajo diario con los objetivos del equipo o de la empresa. Tener este nivel de comprensión te ayudará a identificar por qué estás haciendo lo que estás haciendo. Cuando tengas que tomar una decisión, ya tendrás conocimiento pleno de la importancia de tu trabajo y, por consiguiente, podrás tomar una decisión informada.

Define y alcanza los objetivos con Asana
2. Practica la atención plena
Una vez que comprendas tus emociones, trabaja en regularlas de forma consciente. Esta es una parte importante del autocontrol.

Llevar un registro diario es el primer paso hacia la atención plena. Una vez que lo hayas iniciado, utiliza tu autoconocimiento para percibir y ponerles nombre a las reacciones emocionales que tengas. Por ejemplo, cuando algo sale mal en el trabajo, ¿qué es lo primero que sientes? ¿Rabia? ¿Frustración? ¿Inseguridad? Tener una idea clara de tus emociones te ayudará a lograr la autorregulación.

3. Mejora tu empatía
La empatía es la habilidad de conectar con los demás. Es la piedra angular del desarrollo de la inteligencia emocional.

Entender a los demás. La empatía se trata de conectar con las emociones de otras personas. Para comenzar, concéntrate en desarrollar la forma en que entiendes a los demás. Si toman una decisión que tú no hubieras tomado, apóyate en la curiosidad y la empatía para entender por qué lo hicieron.

No juzgar. Todos tenemos una pequeña voz en nuestra mente que realiza suposiciones y juicios automáticamente. El hecho de no juzgar no se trata tan solo de dejar de hacer esas suposiciones inmediatas, sino de aprender a ignorarlas a favor del pensamiento a largo plazo.

Ponerte en el lugar de la otra persona. Dado que la empatía se trata de conectar, una buena manera de crear conexiones es ponerte en los zapatos de otra persona. A veces, puede que tomen una decisión que no te guste o con la que estés en desacuerdo, pero en vez de reaccionar, intenta imaginar la situación desde su punto de vista.

4. Practica la escucha activa
La escucha activa es la práctica de escuchar para entender. En lugar de pensar en lo que dirás a continuación, lleva toda tu atención a lo que la otra persona está diciendo.

La escucha activa sirve para desarrollar la empatía, la conexión y la confianza entre tú y otra persona.

Otro elemento clave de la escucha activa es la comunicación no verbal y el lenguaje corporal. Toma nota de lo que estás haciendo cuando otra persona está hablando. Incluso si estás interesado, cruzar tus brazos o mirar a lo lejos hace parecer que no lo estás. Intenta mantener el contacto visual y una expresión facial cortés e interesada para demostrar que estás prestando atención.

5. Practica la adaptabilidad
La adaptabilidad, o la habilidad de ser flexible en diferentes situaciones, es fundamental para la inteligencia emocional. Una vez que te hayas vuelto bueno para reconocer tus emociones y las de los demás, usa la adaptabilidad para reaccionar de manera apropiada. Esto se llama autorregulación.

Para hacer esto en el lugar de trabajo, es necesario conocer cuáles son tus prioridades. Si has conectado tu trabajo con tus objetivos a largo plazo, deberías tener una idea de cómo tus tareas diarias contribuyen a las iniciativas del equipo o de la organización. Como resultado, si surge algo y debes adaptarte, puedes cambiar el foco de manera más efectiva hacia las tareas más importantes.

6. Desarrolla tus habilidades sociales
Piensa en las habilidades sociales como en la habilidad de aplicar lo que entiendes de inteligencia emocional en el lugar de trabajo. Una vez que hayas podido comprender tus emociones y las de los demás, utiliza el nivel de conciencia social que tienes para comunicarte y colaborar de manera más efectiva.

Entender las dinámicas de grupo. Las dinámicas de grupo describen las interacciones, actitudes y comportamientos entre un grupo de personas que están trabajando juntas. Con una inteligencia emocional alta, puedes identificar con precisión y comprender las dinámicas de grupo.

Practicar buenos estilos de comunicación. La comunicación efectiva te ayuda a expresar tus necesidades y defender tus ideas. La gente con una inteligencia emocional alta tiene conversaciones de manera asertiva, sin mostrarse agresivos ni pasivo-agresivos.

Utilizar el estilo de gestión adecuado (para gerentes). El estilo de gestión democrático enfatiza la colaboración y comunicación. Para desarrollar un estilo de gestión democrático, intenta distribuir la toma de decisiones y apóyate en la colaboración.

Las herramientas de colaboración pueden ser útiles. Con una herramienta de colaboración efectiva puedes gestionar el trabajo y trabajar en conjunto de manera más productiva. Las aplicaciones de colaboración ayudan a tu equipo a comunicarse, compartir archivos y coordinar el trabajo con mayor facilidad.

7. Agradece los comentarios
Para muchos de nosotros, la reacción inicial a las críticas —incluso las constructivas— es inmediatamente negativa. Pero parte de tener una inteligencia emocional alta consiste en recibir bien los comentarios y agradecerlos.

Para lograr esto, reconoce el valor de los comentarios que te brindan. Cuando alguien comparte sus comentarios contigo, está haciendo un esfuerzo por ayudarte de alguna forma. Agradécelos y tómalos como un gran regalo.

Para ir aún más allá, empieza a incorporar los comentarios en tu vida laboral y en las reuniones individuales. Pide comentarios regularmente y ve qué puedes aprender de ellos. Considera hacer una lista de los comentarios que te han hecho en tu herramienta de lista de tareas pendientes, para que puedas acceder a ellos y aprender fácilmente.

8. Aprende sobre la resolución de conflictos
Dado que gran parte de la inteligencia emocional consiste en reconocer y regular las emociones, es particularmente útil en la resolución de conflictos. La resolución de conflictos es el proceso de encontrar la solución a problemas en el lugar de trabajo para adoptar un espacio de trabajo abierto, honesto e inclusivo. Con una inteligencia emocional alta, puedes hacer que cada miembro del equipo se sienta escuchado y apoyado durante el proceso de resolución de conflictos.

9. Cuando estés en duda, reflexiona
Desarrollar tu inteligencia emocional consiste, en gran parte, en entender las emociones en el momento. Sin embargo, reflexionar sobre las experiencias pasadas te ayuda a desarrollar una inteligencia emocional a largo plazo. Al reconocer hábitos del pasado, u observar situaciones emocionales previas con tus nuevas herramientas emocionales, puedes prepararte mejor para situaciones futuras.

Conviértete en una persona emocionalmente inteligente
La inteligencia emocional es la base de las buenas relaciones interpersonales en el lugar de trabajo. Sin embargo, una parte clave de esto también es comprender cómo colaborar de forma efectiva con los miembros de tu equipo. Descubre cómo el software de colaboración te ayuda a mantenerte conectado y a colaborar con tu equipo.

04/10/2024

Todos hemos tenido esa sensación cuando hemos presenciado un robo, una pelea, una corrida de un perro como en el apartado anterior, o un simple susto, y si recuerdas bien ese suceso podrás identificar varios patrones similares que ocurren en tu cuerpo, como aumento del ritmo cardíaco, aumento de la respiración (taquipnea, frecuencia de aumento de la respiración por encima de
valores normales), sudoración, querer salir corriendo o paralizarse, etc. Todas estas expresiones del cuerpo están dadas por el sistema nervioso autónomo, encargado de todos los procesos involuntarios de nuestro cuerpo, como regular el ritmo cardíaco, la respiración, la digestión, etc., el cual a su vez se divide en dos: sistema nervioso simpático y parasimpático.
Ahora bien, todo lo que te comenté anteriormente sobre una situación de estrés, va a estar siendo procesado por el sistema nervioso simpático, que es el encargado de regular las respuestas corporales de activación, es decir, activa tu cuerpo para dar una respuesta. Todos las fibras, nervios y neuronas que pertenecen al sistema se encargan de poner en un estado de alerta fisiológico a
nuestro cuerpo. Frente al estímulo de estrés, el cerebro envía una señal de alerta, el SNS (sistema nervioso simpático) se comunica con nuestros músculos y glándulas de nuestro organismo poniéndolos en marcha. En nuestro torrente sanguíneo empezará a liberar adrenalina a través de la glándula suprarrenal, dilatando las pupilas, acelerando la frecuencia cardíaca para que la sangre llegue
más rápido a los músculos (lucha o huida), aumenta tu respiración para que el oxígeno aumente en la sangre, por una cuestión de economía inhibe el sistema digestivo para que toda la sangre disponible esté las zonas principales (por algo frente al estrés pierdes el apetito).
Frente al estímulo de estrés, el cerebro envía una señal de alerta...
Todas esas respuestas de activación nos ayudaron a través de la historia a sobrevivir y poder evolucionar, claro que al hombre de las cavernas les era útil poder activar el SNS para cazar animales, defenderse de depredadores, etc. El problema de hoy, en el mundo en el que vivimos, es que no tenemos depredadores por las calles, no estamos en alerta constante por si nos ataca un león o un lobo. Aún así, el estrés es una de las patologías que se va haciendo
camino a ser número uno dentro de unos años (principalmente el estrés laboral) y el SNS se activa más que nunca en las personas sin que ellas sean conscientes de este proceso, claro que lo sienten, pero no identifican una acidez estomacal por ejemplo con un estado de estrés prolongado, suelen echarle la culpa al mate,
al café, a una comida salada (aunque a veces lo sea, entiendes el punto que quiero mostrarte), ahora te contaré bien en detalle este proceso.
En nuestra vida tenemos tres lados de igual importancia, el aspecto físico, el aspecto mental y el aspecto social. Una buena salud es, como supondrás, un buen equilibrio entre estos tres estados, ahora, ¿qué pasa cuando el equilibrio se rompe? La principal causa del desequilibrio viene dada por el aspecto mental.
Como ya te he comentado, nuestro cerebro busca la supervivencia, y para eso no ha dotado de una emoción natural e instintiva, el miedo. En el momento en que sentimos algún peligro inminente, de inmediato el instinto del miedo despierta cada reserva y parte del cuerpo para la acción, tomando dos actitudes que ya he
mencionado anteriormente, ataque o huida. Cuando el peligro ha pasado, volvemos a nuestro estado de “normalidad” como si nada hubiese pasado (eso gracias a nuestro sistema nervioso parasimpático, el que regula nuestra sistema para volver todo a la normalidad, ritmo cardíaco, respiración, digestión, etc). Si
bien este instinto es primitivo y ha sido el artífice de nuestra evolución, hoy seguimos manteniéndolo.
La principal causa del desequilibrio viene dada por el aspecto mental.
En el momento en el que el cerebro percibe el peligro, el instinto del miedo recibe el mensaje y activa los núcleos amigdalinos (centro del miedo) produciendo una respuesta en cadena inevitable, por eso el miedo es la única emoción que no puede ser pospuesta, necesita tener una respuesta si o si.
Además de la respiración, ritmo cardíaco, etc, hay funciones que se alteran que quiero mencionarte para que entiendas como funciona tu cuerpo y poder gestionarlo en consecuencia. El hígado sirve (entre tantas cosas) como depósito del azúcar de la sangre, y como respuesta la libera en cantidades masivas en el torrente sanguíneo para que puedas tener esa energía extra para luchar o huir.
Las glándulas suprarrenales también aumentan su trabajo, liberando adrenalina y cortisol (hormona que trataremos más adelante), estimulando el corazón para un mayor bombeo. En los órganos de la digestión las arterias se contraen disminuyendo la sangre en dichas zonas, mecanismo económico de defensa, tus
músculos necesitan más sangre y de algún lado deben salir, y el hecho de que la digestión no pueda realizarse correctamente por este motivo, lleva a la acidez estomacal o úlceras intestinales si este proceso es mantenido y se prolonga en el tiempo. Todo esto que te he contado, pasa en menos de lo que canta un gallo.
Por suerte, tenemos nuestro sistema nervioso parasimpático, quién es el encargado de conservar la energía y volver el equilibrio al cuerpo, además de regular el descanso y la digestión. Pero este sistema actúa cuando nuestro cerebro ha detectado que el peligro ha pasado. Luego desarrollaremos este tema que creo es importante para saber cómo hacer que se manifieste en nuestro
cuerpo trayendo tranquilidad a la mente.
Ahora bien, ¿Qué pasa si vivimos en un estado constante de alerta y miedo?
El ser humano, a diferencia de los animales, tiene mucho más que instintos,posee una imaginación creativa y un intelecto superior, pero esta imaginación puede potenciar nuestro desarrollo o generar peligros irreales y desencadenarmiedos innecesarios activando nuestro cuerpo.
Seguramente te habrá pasado esto cuando estabas estudiando para rendir algún examen en la escuela o en la facultad, o donde sea. Empiezas con diálogos del tipo “ésta materia es muy complicada”, “al profesor/a le encanta pasearte por todos los temas”, “esta materia no me gusta, es muy difícil para mi, no me da la cabeza”, “no importa cuantos se presenten, siempre aprueba a dos o a tres”, “si repruebo no me voy a recibir”, “no importa lo que haga, no voy a tener éxito nunca en esta carrera”, y el ciclo de pensamientos y auto diálogos negativos que te llevan al estado de estrés o alerta, ha comenzado. Y todo esto, lo imaginario
despierta en el cerebro todo lo mencionado más arriba, tu sistema simpático se ha activado, porque quiero aclararte algo muy importante, tu cerebro no distingue lo real de lo imaginario, por algo cuando nos vamos hacia el futuro imaginando algo que todavía no ha ocurrido podemos sentir en nuestro cuerpo
todo lo que genera esa situación si fuese real, rendir un exámen por ejemplo.
El ser humano, a diferencia de los animales, tiene mucho más que instintos, posee una imaginación
El problema surge cuando este miedo imaginario se mantiene por períodos prolongados de tiempo, debido a muchas cuestiones no resueltas, cuando nos tragamos las emociones por no dejarlas salir, cuando tomamos como personal actitudes de los demás, “mi amigo no me saludó, ¿le pasará algo conmigo? ¿habré hecho algo que le moleste? ¿no quiere ser mi amigo?”, pasamos por alto
que cada persona es un mundo (con todo lo que eso significa) y juzgamos sus actitudes sin siquiera intentar comprender lo que les pasa, y lo tomamos como algo personal hacia nosotros.
Pero continuemos con este diálogo que comenzamos en nosotros mismos, “mi amigo no me habla, esto no puede quedar así, le voy a cantar las cuarenta (dicho popular)”, pero no te animas, entonces prefieres dejar de hablarle y tú dejar de ser su amigo, pero piensas en los años de amistad, en el grupo de amigos en común y te dices “si me peleo con él todo el grupo se va a separar quizás”, y
desistes. El problema radica en que has estado preparando, sin saberlo, a tu cuerpo para un estado de lucha o huida, con un cóctel de preparados químicos (cortisol, adrenalina, etc) que empiezan a consumirte por dentro, y si ésta tensión que generaste se mantiene durante los períodos de descanso pueden darte resultados muy perjudiciales. Seguramente te quedarás pensando y pensando
antes de irte a dormir (si puedes hacerlo bien), lo que interrumpe el proceso normal de regeneración del organismo. Si este estado de alerta sigue permanente, las arterias del estómago siguen contraídas (recuerda el principio de defensa del cuerpo), la pared interior del estómago carecerá de oxígeno, lo que produce que
las células se desintegren, dejando a la segunda capa del estómago sin protección, entonces el ácido contenido en el estómago actúa sobre esa segunda capa, produciendo las úlceras (¿recuerdas que te había mencionado que las personas confundimos la acidez o las úlceras con las comidas y/o bebidas?). El páncreas por ejemplo genera insulina regulando los niveles de azúcar en nuestra
sangre, pero cuando el estado de alerta es permanente, el hígado está constantemente generando azúcar y el páncreas no puede contrarrestar estos niveles, quedando mucha azúcar en sangre, trastornando la química del cuerpo.
Y podríamos seguir y seguir, pero es casi infinita la lista de males y torturas que le generamos a nuestro cuerpo sin saberlo.
El problema radica en que has estado preparando, sin saberlo, a tu cuerpo para un estado de lucha Para terminar quiero dejarte en claro algo, el 95% de los miedos, estados de alerta o peligros que hay en tu mente, nunca ocurrirán. Y si hay peligros reales,
todos tienen solución (salvo aquellos donde esté en juego la vida, claro está), todo dependerá del sentido común que tengamos muchas veces, de no juzgar, preguntar, no dar las cosas por sentado, expresar lo que sentimos, etc., lo que contribuirá a un bienestar en la salud y en la mente. Este tema lo volveremos a
tocar más adelante cuando te cuente sobre las creencias, que juegan un papel importante en tus peligros imaginarios.
La empatía, algo que desarrollaremos en profundidad en el capítulo de emociones, es la habilidad de entender y compartir los sentimientos y las experiencias de las demás personas. Es imaginarte a ti mismo en la piel de otro.
Sentir lo que sienten los demás, vernos a nosotros mismos y al mundo desde su punto de vista, pero en este apartado quiero que desarrollemos que pasa en nuestro cerebro para que ésta habilidad se manifieste.
Las protagonistas de este apartado son las neuronas espejo, son células especializadas del sistema nervioso encargadas de transmitir información mediante señales químicas y eléctricas. Déjame contarte cómo se descubrieron, porque algunas veces la ciencia tiene estos “golpes de suerte” por decirlo de alguna manera. En la década de 1990 Giacomo Rizzolatti (8) se encontraba
realizando una investigación en la Universidad de Parma, Italia. Él y su equipo habían estado registrando la actividad eléctrica de las neuronas motoras en la parte frontal de los monos macacos, células que intervienen en la planificación y ejecución de los movimientos del cuerpo. La gran revelación asomó a vista de
los científicos cuando uno de ellos tomó algunas de las pasas de uvas utilizadas como premio para los monos. Para sorpresa de todos los presentes, se dieron cuenta de que las células motoras de los monos se habían activado como si hubieran realizado el mismo movimiento que el investigador. Es decir, parecía que aquellas células tenían propiedades como de espejo; se activaban durante la
ejecución de una acción y por la visión de otro que ejecutaba esa acción. No fue hasta el año 2010, donde un equipo dirigido por Roy Mukamel tuvo la posibilidad de registrar la actividad de cientos de neuronas en pacientes con epilepsia y pudieron identificar un subconjunto de células del tipo espejo en la corteza frontal que respondía tanto cuando el paciente efectuaba un determinado
gesto con una mano o una expresión facial como cuando veía un video de otra persona realizando las mismas acciones.
(…)se activaban durante la ejecución de una acción y por la visión de otro que ejecutaba esa acción(…)
Este descubrimiento le dio un vuelco a la manera de concebir el cerebro, se sabía que el cerebro se dividía en varias partes o estructuras, una parte para la visión, una parte para escuchar, una parte de la actividad motora, otro para pensar en ellas, etc., pero como mencionamos anteriormente, cuando un mono realizaba la
acción o veía que alguien lo hacía se activaban las mismas zonas implicadas en la ejecución de la tarea, sin ningún movimiento, nada. Seguramente te ha pasado ver algunos videos donde personas tratando de hacer cosas extraordinarias (y muchas no tanto) se han golpeado o han tenido accidentes dolorosos, y tener una sensación o expresión de dolor casi como si te hubieses pasado a ti, ¿te imaginás quiénes son las responsables?.
Pero estas neuronas no sólo están en los momentos de ver videos, ver a tu equipo de fútbol y gritar un gol o maldecir al árbitro, vivimos día a día tratando de entender al mundo percibiendo las emociones de los demás y simulándolas en nuestro interior. Estas neuronas no descansan e interpretan hasta los más mínimos detalles y expresiones de las personas que nos rodean de forma
automática, informándote de cómo se sienten a cada momento. Son como una red invisible que nos conecta con las mentes de los demás. A estas neuronas no les importa y no diferencian lo que haces tu en realidad, por ejemplo, no es lo mismo cuando tocas la guitarra, cuando escuchas a alguien tocar la guitarra o cuando pronuncias la frase “tocar la guitarra”, claramente no será lo mismo, pero frente a estos tres escenarios, se activan las mismas neuronas espejo, para ellas la división entre lo que hago yo y lo que hace el resto es insignificante.
(…)vivimos día a día tratando de entender al mundo percibiendo las emociones de los demás ,la expresión oral, y dicha área está íntimamente relacionada con las neuronas espejo. Cuando hablamos con otras personas tendemos a gesticular con las manos, y de hecho es muy importante para la comunicación, interpretamos el lenguaje corporal del otro con el movimiento de sus manos. Imagínate cuando los seres humanos todavía no tenían el lenguaje que hoy tenemos, estas neuronas servían mucho para la comunicación no verbal, y no solo se activan cuando hago un gesto sino también cuando te veo hacerlas, así que crean una paridad, un canal de comunicación entre tu y yo. Otro caso sorprendente, es que las zonas cerebrales que se activan cuando hablamos, se activan también cuando escuchamos, como si estuviésemos
hablando. (…(…)para ellas la división entre lo que hago yo y lo que hace el resto es insignificante(…) Algo maravilloso es que las neuronas no sólo detectan el movimiento, sino las intenciones detrás de los movimientos. Por esto puedes detectar la tristeza y
sentirte triste, el enojo, la felicidad, las risas y reírte. Pero desarrollaremos más este tema cuando hablemos de emociones.
Giacomo Rizzolatti es un neurobiólogo italiano considerado el padre de las neuronas espejo.
Importante entender el complejo proceso cognitivo de analizar y reflexionar sobre lo que pensamos, ya vimos con claridad en ¡Alerta! ¡Alerta! ¡Nos atacan! cómo influye en nuestro organismo la manera en la que pensamos.
Pensar sobre lo que pensamos, definición que nos trae Flavell (9), tiene un nombre, y se denomina metacognición, meta quiere decir “más allá” y cognición “conocimiento”, es decir, un proceso mental por el que tomamos consciencia de lo que estamos aprendiendo, mecanismos con el cual regulamos el funcionamiento intelectual. En simples palabras, es la capacidad de generar conciencia y control sobre los procesos de pensamiento y aprendizaje. Volvamos
al ejemplo de una materia que no nos gusta, y comenzamos con los auto diálogos de “no puedo”, “no me va a salir”, “voy a reprobar”, etc., claramente no puedo darle lugar al aprendizaje, no tengo control sobre los pensamientos, lo único que hago es poner obstáculos a dicho aprendizaje. Nos volvemos sumisos a dichos
pensamientos que no podemos ver o pensar otra cosa, pero hay una manera (que a mi me sirve, y espero que a tí también) de poder salir de este camino, y es parándote como un observador de tus pensamientos. Esto requiere hacerte algunas preguntas que te servirán de aplicación para mejorar este proceso de metacognición.
¿Cuando aprendo mejor?¿Dónde aprendo mejor?¿Cómo aprendo mejor?
Puedes cambiar el “aprendo” por la acción o conducta que lleves a cabo, ejemplo “me relaciono”, “trabajo”, “disfruto”, etc.
Nos volvemos sumisos a dichos pensamientos que no podemos ver o pensar otra cosa(…)
El “¿cuándo?” hace relación a la línea temporal, si seguimos el ejemplo de aprender, no todos aprenden de la misma manera ni en el mismo tiempo. Por ejemplo cuando estaba en la facultad, a mi me era mucho mejor estudiar de noche, o despertarme muy temprano, hay quienes estudian por la mañana, otros por la tarde, lo que quiero que identifiques acá, es que para alguna actividad en
especial, tenemos tiempos, donde quizás si la realizas fuera de ese horario no sea lo mismo para tí.
El dónde claramente hace mención al espacio físico, un lugar donde puedas concentrarte y no te disperses con facilidad. Cuando te contaba que me gustaba estudiar de noche, era por la tranquilidad del hogar, el silencio, la quietud.
Algunas personas no tienen problemas en estudiar mientras su hermano está viendo un partido de fútbol al lado suyo con el volumen al máximo, aunque dudo mucho que esas personas puedan concentrarse, si lo hacen tienen una gran virtud. Quiero que pienses en qué lugares te sientes cómodo a la hora de estudiar, de hacer ejercicio o la tareas que vayas a realizar, recuerda que sentirte incómodo hará que tu cuerpo se tense, y tu cerebro entienda tu malestar provocando que no puedas concentrarte.
Y el cómo, habla de estrategias de aprendizaje, muchos de los bloqueos a la hora de estudiar una materia, principalmente una que no nos guste, es no tomar la estrategia adecuada para adquirir los conocimientos. Existen muchas de ellas, realizar mapas conceptuales por ejemplo, diagramas, hay quienes aprenden
mirando videos explicativos, otros leyendo un libro, otros que un compañero o amigo les explique, otros pegando definiciones o explicaciones por toda la casa, con la ayuda de un profesor particular, en fin, infinitas maneras de aprender. Pero como la materia no nos gusta, nos bloqueamos, ponemos barreras fundadas en nuestros auto diálogos automáticos. Para esto quiero que abras tu mente y pienses en que manera de aprender te resulta más cómoda, más fácil, y que no sea una tortura para tí.
Esta explicación sencilla de pensar como pensamos aplica a todo en nuestra vida, desde cómo nos relacionamos con los demás (relaciones interpersonales), cómo nos relacionamos con nosotros mismos (relación intrapersonal), como gobernar nuestros estados de ánimo, en solucionar problemas. Pero para poder realizar esto, debemos parar, frenar, bajarnos de la bicicleta y reflexionar, algo
que en la velocidad del día a día no nos permitimos. El frenar, esta asociado a “bajar las revoluciones” de nuestro cerebro, para poder tomar decisiones rápido, para poder mejorar el aprendizaje, debemos fomentar momentos de quietud, relajación y reflexión, no por nada las mejores ideas o pensamientos ocurren cuando nos estamos bañando, cuando salimos a caminar, o cuando estamos
acostados.
La cuestión es que, esto nos lleva a la introspección personal también, a pensar en nosotros, algo que veremos más adelante, ¿quizás por esto el ser humano vive acelerado sin detenerse?
Los problemas significativos que enfrentamos no pueden resolverse en el mismo nivel de pensamiento que teníamos cuando los creamos.
Albert Einstein

Hicimos una pequeña mención al libre albedrío, esa
sensación que tenemos de poder decidir las cosas en base a nuestra libertad, aunque tiene sentido en cierto punto ya que obramos en consecuencia de nuestro accionar, no nos ponemos a pensar (metacognición) que nuestras acciones y pensamientos están determinados ya de antemano por varios factores.
Para explicarte mejor esto de manera sencilla, voy a empezar a contarte lo que el fisiólogo Ivan Pavlov denominó como condicionamiento clásico.
Este condicionamiento es uno de los principios básicos en el aprendizaje asociativo, es un aprendizaje que tiene lugar cuando dos elementos se conectan en nuestro cerebro, por ejemplo si asociamos fin de año con irnos de vacaciones, descubriremos por qué nos agrada esta fecha del año, lo mismo si asociamos un
despertador con levantarnos temprano. Esta capacidad de asociar ideas y objetos hacen que sencillamente no seamos como Drew Barrymore en como si fuera la primera vez, que padecía de amnesia anterógrada, lo que dificulta el aprendizaje de cosas nuevas a través de los recuerdos.
En la década de 1980 Ivan observó cómo los perros salivaban (respuesta no condicionada, a partir de ahora RNC) cuando veían la comida (estímulo no condicionado, a partir de ahora ENC). Luego de observar esto, decidió hacer sonar una campana de mano, un estímulo neutro (estímulo condicionado, cuando les daba de comer a los perros, una y otra vez. El resultado, los perros comenzaban a salivar cuando escuchaban la campana de mano (respuesta
condicionada, RC) sin que la comida estuviese presente, habían asociado la campana con la comida, seguramente a nosotros nos pasa lo mismo con la hora de salida de nuestro trabajo o el timbre del recreo cuando estábamos en la escuela.
Otro ejemplo que te traigo del condicionamiento clásico, tiene que ver con nuestro órgano por excelencia para viajar en el tiempo, el bulbo olfatorio.
Cuando asociamos un perfume o un aroma a una persona en particular, al amor de tu vida, a tu madre/padre o a tu abuela, quién no sintió el aromo de un guiso o unas pastas y automáticamente trajo a su abuela a la mente, o en el otro lado de la vereda, terminaste muy mal con tu ex pareja, y el aroma de su perfume tan
característico te trae sus recuerdos cuando lo sentís en otra persona.
Hay personas con las que no “tenemos química” o personas que nos caen mal y no sabemos por En resumen, es un patrón de estímulo y respuesta, donde asociamos un evento determinado con otro y se manifiesta una conducta esperada por él, por simple
asociación de eventos en la memoria.
Para mencionarte rápidamente, el condicionamiento operante está dado por el aumento o disminución del estímulo, con base en un patrón de premio-castigo.
En lugar de la asociación de estímulos, este tipo de aprendizaje se basa en el desarrollo de nuevas conductas, a partir del refuerzo (positivo o negativo:
recompensa o castigo) de las deseadas y no de las indeseadas (10).
Ahora que entiendes un poco y sencillamente cómo funciona el
condicionamiento clásico, podremos parar y reflexionar un poco en la pregunta que daba inicio a este apartado, ¿realmente decido?.
Para entender un poco más de lo que te digo, vamos a adentrarnos en el mundo de las creencias y los juicios, algo que volveremos a tratar en el capítulo dos. Las creencias son parte de tus estados mentales, aquello que crees o supones que es verdadero o probable, son parte de tu día a día, la forma y la manera en la que
nos movemos, observamos y decidimos, son parte de tu psique, dentro de la teoría de Freud, podríamos decir más o menos que tus creencias son parte del superyó, en una forma sencilla de explicarlo, sería el angelito de tu hombro, el encargado de los valores y normas que has ido adquiriendo de tus padres (o tus figuras de apego en la infancia, o quienes te criaron) y de la experiencia de tu
vida. El ELLO al que hace referencia Freud, son los instintos de pulsión y tensión, la necesidad de descarga de energía, sería el diablito de tu otro hombro,
y el YO sería el mediador entre ellos dos, el estado de consciencia que decide, pero muchas veces ni nos percatamos de ello, de que las decisiones que tomamos para nada son conscientes.
Las creencias son parte de tus estados mentales, aquello que crees o supones que es verdadero Te daré un ejemplo, imaginate un niño de unos 4 o 5 años, que le encanta correr, que le encanta abrazar a sus padres apenas los ve, que le encanta saltar y ser demostrativo con lo que siente.
Ahora imagina conmigo que le podría haber dicho la madre después de un día agotador, donde su jefe le gritó, donde estuvo corriendo para llegar al super y le dolían los pies. Claro no fue nada bonito (los padres/madres muchas veces no podemos gestionar las emociones frente a nuestros hijos, algo que trataremos después), empezó con “no te puedes quedar quieto un segundo”, “siempre
saltando de acá para allá”, “tenés que abrazar más despacio”, “recién llego y no me dejas un segundo tranquila”, “a tu papá no lo abrazas así”, “tenés que ser más tranquilo”. Imagina todas estas bombas lanzadas a un pequeño que extrañó a su madre durante todo el día. Claro que los adultos racionalizamos todo y no somos
conscientes que las simples palabras o frases que para nosotros son “normales” o que no hieren, para ellos son dardos directos a su corazón y su mente en desarrollo, que por cierto, absorben todo como una gran esponja. Básicamente lo que este niño ha escuchado (y sentido) es que no debe ser así, cariñoso, expresar
que la extrañó, expresar su amor, debe quedarse tranquilo, no saltar, porque si no mami no lo va a querer, y recuerda lo que habíamos hablado sobre la memoria emocional, se ha instalado un gran recuerdo que se volverá con el pasar del tiempo en una creencia, si me sigo comportando de esta manera, mi mamá no me
va a amar, no me tratará con cariño. Algo interesante en todo esto es el tipo de apego que generamos en nuestro niños, que mucho tiene que ver con el apego que tenemos los adultos, siempre digo, no importa si tienes un apego seguro y no lo sabes, el problema está en si tienes un apego inseguro y no lo sabes, pero lo
trataremos más adelante.
Simples palabras o frases que para nosotros son “normales” o que no hieren, para ellos son dardos Ahora quiero darte un poco de claridad en cuanto a algunas creencias que se generan en nosotros cuando somos niños, desde un lado psicológico.
Nuevamente Freud, pudo observar que ciertas conductas de adultos, nada tenían que ver con la realidad que habíamos experimentado de niños, lo que llevó a diferenciar en realidad y realidad psicológica. Para seguir con esto y que lo entendamos de manera sencilla, sigamos con el ejemplo del niño y los huevos.
La creencia que adoptó el niño debido a su conducta y las palabras de su madre, lejos estaban de poder entenderse desde la perspectiva e inocencia de un niño, el cual no estaba consciente que operaban muchos factores para que su madre desatará una cataratas de dardos emocionales. El niño no sabía (o no entendía)
que la madre estaba muy cansada, que había pasado por momentos de estrés en su trabajo, que su cuerpo estaba en modo alerta, preparado para atacar/defenderse o huir, que había estado a las corridas tratando de comprar todo para llegar y cocinar, algo que a cualquiera puede llegar a sobrepasar si no gestiona sus estados emocionales y de ánimos. Cualquier adulto puede observar, que esa persona ha tenido un mal día, como decimos varias veces. Esa, era la realidad, pero bajo la inocencia del niño, la realidad psicológica fue otra, el mal trato, la carencia afectiva, el no aceptar su forma de ser, aceptar ese momento como una verdad, puede conllevar en el día de mañana, en su vida adulta, que
tenga conductas de no demostrar el amor, de ser inhibido, que no demuestre sus emociones, una persona quieta y que busca el reconocimiento y el amor en “portarse bien”, sentadito, tranquilo, sin sobresaltos, digno de un “señorito educado”, por cierto, lejos está todo esto de ser un señorito educado como decían años atrás.
Ir observando en vos, las creencias disfuncionales o limitantes, los juicios internos que puedas distinguir que te llevan a actuar de cierta manera. Para que tengas una idea, son del tipo “yo soy”,
“yo soy rebelde”, “yo soy callada/o”, “yo soy malo en matemáticas” (bajo el comentario de “saliste igual a mamá/papá, malísimo en matemáticas, corroboras esos comentarios cuando te va mal en el examen y pum!, creencia instalada), y cuando puedas distinguirlas, anótalas, las trabajaremos más adelante.
Decidimos en la vida bajo patrones estandarizados en nuestra mente, lo que claramente ayuda Para finalizar, creo que podemos contestar (al menos tener una idea a estas alturas) la pregunta de este apartado. Cada uno tendrá una respuesta propia y
subjetiva, claro está, pero quiero dejarte la mía. Creemos que elegimos en base al libre albedrío, esta libertad que tenemos, pero hasta que no hagamos consciente lo inconsciente, nuestras creencias, juicios, accionar, nunca tendremos la libertad de decidir en coherencia entre lo que pensamos, sentimos, decimos y hacemos.
Decidimos en la vida bajo patrones estandarizados en nuestra mente, lo que claramente ayuda para no realizar un gasto energético, imagina que hagamos un extenso análisis y elijamos una mermelada en base a esto cada vez que vamos al supermercado, muchas cosas nuestro cerebro las resuelve por asociación de eventos, recuerdos, sabores, aromas, gustos, etc. Pero quiero que no te centres en esas cosas, sino en tus formas de ser,que te centres cuando decides en la vida basado en cómo somos, en quienes somos, cuando decides tu pareja, tus amigos,
cuando decides callar o tirar dardos emocionales, cuando decides la relación con tus padres, etc. Hay muchísimas formas de ser, amoroso, controlador, introvertido, extrovertido, reservado, enérgico, detallista, obsesivo, asertivo, independiente, terco, testarudo, descuidado, despreocupado, vergonzoso, estricto, etc. Cada una de las formas de ser que puedas observar forman parte de tu personalidad, de como te fuiste esculpiendo para ser la obra de arte que eres (porque no me quedan dudas que es así, eres una obra de arte), y cada una de ellas está dada por eventos, experiencias, emociones, personas. Las positivas son buenas, valga la redundancia, te ayudan, te empoderan, pero son fáciles de
distinguir, vayamos un poco más allá, observemos aquello que no funciona en nosotros, quiero que te centres en las disfuncionales, las que te limitan, aquellas que están en la mayoría de tu día a día, por ejemplo, ser controlador no es malo, quizás en tu trabajo te sirve, pero lo llevas todo el día en tu día a día, y en tu hogar quizás esa forma de ser te trae inconvenientes, pero no sos consciente de
eso.
(...)se ha instalado un gran recuerdo que se volverá con el pasar del tiempo en una creencia, si Tomate un tiempo, relajada/o, sin distracciones, pon una música tranquila si lo deseas, o tómate una ducha y permite conectarte con tu interior, con tus experiencias, con tus recuerdos y emociones, con aquellos momentos donde
éstas creencias no te han permitido crecer, lograr metas o que han perjudicado alguna relación, para tratar de identificar estas creencias y poder observar de dónde vienen, sólo identificalas, luego las trabajaremos un poco para desarticularlas.
Luego de que te permitas este momento contigo, notarás que hay un alivio en tí, un cambio en tu mente, porque cuando nos damos cuenta de estas creencias y las traemos a la luz, nuestro cerebro empezará a operar de manera diferente, y los cambios químicos y físicos en él serán reales. Notarás que empiezas a vivir y decidir de otra manera, con otros lentes desde donde observas la vida.
Nuevamente como al principio, y luego de este apartado, te abrazo!
Una creencia no es simplemente una idea que la mente posee, es una idea que posee a la mente.
Robert Bolt
¿Es posible?
El efecto placebo, y si no lo conoces o no lo has escuchado, te realizaré un pequeño resumen de donde proviene esto y como funciona, para esto me serviré de los conocimientos del Dr. Joe Dispenza (11), los cuales ha plasmado de manera brillante en su libro el placebo eres tú .
La palabra placebo proviene del verbo latino placeo, placere, que significa, “dar placer, agradar, deleitar”, y tiene sus orígenes durante la segunda guerra mundial, donde el protagonista de esta historia es el cirujano estadounidense Henry Beecher quien prestaba sus servicios como médico. En un momento dado, Beecher necesitaba operar a un soldado que se encontraba grave, pero no contaba con morfina (droga opiácea utilizada como analgésico), estaba
preocupado en que el paciente terminara colapsando del dolor, en ese instante, una enfermera llenó una jeringa con solución salina y se la inyectó al paciente sin decir nada, el soldado pensaba que le estaban administrando la droga para calmar el dolor. Para sorpresa de Beecher, pudo realizar la intervención quirúrgica con éxito, y el soldado apenas se quejó de dolor. Impresionante, ¿no?, como te imaginaras, la solución salina fue la protagonista en más de una
intervención en ese hospital de campaña.
Luego de todo esto, Beecher, además de realizar publicaciones médicas, instalaba un nuevo método de investigación científica, que dividía al azar a las personas/participantes de los estudios en dos grupos diferentes para que recibieran los medicamentos activos y/o los placebos, este estudio hoy se conoce como ensayo clínico randomizado. Para que el efecto placebo no altere los
resultados, se hace el estudio con lo que se conoce como doble ciego, es decir, ni los participantes ni los investigadores saben cual pastilla o inyección corresponde al medicamento activo y cual al placebo. Existen ensayos hasta con triple ciego, ni los participantes, ni los observadores, ni los analizadores de las muestras/resultados, saben a qué corresponde cada cual (medicamento activo o
placebo).
El efecto placebo se encuentra muy relacionado con las endorfinas,
uno de los analgésicos naturales del cerebro. En el estudio se le inyectó una solución inofensiva pero dolorosa a los participantes, mientras sus cerebros eran estudiados por un escáner, luego se les ofreció a los participantes un calmante para el dolor (al menos ellos pensaban eso), increíblemente, todos ellos experimentaron una disminución de dolor luego de haberles sido administrado el
placebo. En el escáner pudieron observar que hubo cambios en la actividad cerebral, en áreas relacionadas con el dolor y con los receptores de las endorfinas. La expectativa que tenían al tomar el analgésico, activaba las zonas del cerebro encargadas del dolor, minimizando de este modo la sensación del mismo. Otro ensayo similar tuvo lugar con Jon Levine, quien dio placebos en lugar de medicamentos como analgésicos a pacientes que se les había extraído la muela de juicio, la mayoría afirmó sentirse mejor luego de haberles sido suministrado el “medicamento”. Luego de esto les suministraron un antídoto para la morfina que bloquea los receptores tanto de la morfina como de las endorfinas en el cerebro y sorprendentemente volvieron a sentir dolor. Esto
quiere decir que su propio cuerpo estaba generando las endorfinas como analgésicos, pasando de un cambio meramente psicológico, a un cambio fisiológico también. La aplicación de una sustancia inocua estimula la corteza frontal, el núcleo accumbens, la sustancia gris y la amígdala. Todo este proceso ha sido demostrado en pacientes con enfermedades a largo plazo como el parkinson por ejemplo.
Ahora bien, como existe lo bueno existe lo malo, la luz y la oscuridad, blanco y negro. El opuesto en este caso del placebo es el nocebo, seguramente has escuchado alguna vez que a alguien le han realizado un “gualicho” o un tipo de encantamiento o un hechizo vudú, y esto tiene que ver en cierta manera con el
efecto nocebo. Nocebo en latín significa “dañar”, y de hecho, el nocebo es una sustancia inerte que produce efectos perjudiciales por el sólo hecho de creer o esperar que “eso” genere un daño. En los estudios clínicos, este efecto se experimenta cuando se les dice a los participantes que el medicamento que le están por suministrar, puede brindarles efectos secundarios, o si ellos mismos
esperan dichos efectos secundarios al asociar el fármaco con los efectos secundarios, aunque en realidad solo están tomando una pastilla de azúcar.
Recordemos que la sugestionabilidad juega un papel importante además del condicionamiento clásico que antes mencionamos.
En un experimento realizado sobre éste tema, a pacientes asmáticos les brindaron inhaladores que contenían solamente v***r de agua, y les dijeron que durante la prueba del medicamento podrían tener efectos de irritación y alergia.
Casi el 60% de ellos tuvo efectos o experimentaron síndromes asmáticos. Luego les suministraron inhaladores que calmarían los síntomas, podrás suponer que también solo contenían v***r de agua, para tu sorpresa (o no) se recuperaron de inmediato. Todo esto debido a la respuesta de la sugestión que plantaron los
investigadores (pensamientos) en la mente de los participantes.
Para resumir brevemente, si tú estás tomando un medicamento por un tiempo prolongado, tu cerebro activará los mismos circuitos de la misma forma, memorizando lo que hace la sustancia en tu organismo. Debido a este condicionamiento, cuando tomas el placebo se activan los mismos circuitos en tu cerebro como si tomaras el medicamento real .
Seguramente habrás pensado o reflexionado mientras leías, como nos condicionan los pensamientos que tenemos día a día, ten en cuenta que tenemos alrededor de setenta mil pensamientos diarios, y como vimos, el miedo originado por ellos, es una emoción muy condicionante para que enfermemos. Los
pensamientos negativos o limitantes que tenemos a diario por cuestiones banales, arraigados por las creencias que tenemos en experiencias, pueden sugestionar y condicionar en gran medida nuestro estado del ser, como ya vimos para bien cuidándonos, o para mal teniendo efectos nocivos en nuestro cuerpo a nivel fisiológicos y cognitivos.
Cuando tomas el placebo se activan los mismos circuitos en tu cerebro como si tomaras el medicamento Nuestra forma y manera de pensar, la intensidad que le otorgamos a estos pensamientos y la repetitividad de los mismos pueden crear estragos para
nuestro cuerpo y nuestro futuro. La metacognición de la que hemos hablado, es un factor fundamental para poder gestionar la mente y que los innumerables placebos de la vida y la actualidad de este mundo (la falsa felicidad de las redes sociales por ejemplo que nos invitan a vivir con una sonrisa y mostrar sólo lo
mejor de nosotros para tener reconocimiento) no nos dañen. Me atrevo a escribir mis pensamientos finales sobre este concepto para tí, y es que en la vida, en nuestros días tan veloces y en la rutina que caemos, existen muchos placebos sociales y culturales, y no hablo de medicamentos o sustancias inertes, sino de frases que generan una positividad extrema, “¡tienes que ser felíz!”, de
estereotipos por cumplir para lograr felicidad, “debes comportarte así”, “debes sentir así”, “debes actuar así” para lograr la aceptación, de estándares culturales y sociales, en fin, todos placebos, algunos impuestos y otros ilusorios que no hacen más que generar expectativas que terminan dañando nuestra mente y nuestro cuerpo. Y aunque todo lo que escribí más arriba te haga bien o te haga feliz, estoy seguro que no será por mucho tiempo, nadie encuentra la felicidad y el bienestar en el afuera si no mira adentro primero.
Nuestra forma y manera de pensar…pueden crear estragos para nuestro cuerpo y nuestro futuro.
El mejor placebo para tu mente y tu cuerpo, es creer que la felicidad está dentro tuyo, en tus valores y virtudes, no afuera. Empieza a pensar como piensas, empieza a pensar en que crees de tí y del mundo que te rodea, te vas a sorprender cuando te detengas a hacerlo.
Cree siempre en tí, en los momentos difíciles aún más, es el mejor placebo que te dará bienestar físico y mental.
Hasta aquí hemos visto cómo está dividido básicamente nuestro cerebro (reptillímbico- corteza prefrontal), como funciona la neuroplasticidad, cómo ejercitar nuestra matrix, hemisferios cerebrales, etc. Pero hay algo muy importante que quiero mencionarte, y es como tus pensamientos cambian tu estado del ser, tanto tu mente como tu fisiología, y para esto entrarán en escena el lóbulo prefrontal, nuestro centro ejecutivo, y la neuroquímica, debes entender que ocurre en tu cuerpo cuando piensas lo que piensas.
El lóbulo frontal, además de ser el centro ejecutivo, es el que te permite imaginar, crear, soñar, y es el lugar donde radica tu consciencia, y vaya que esto es sumamente importante, porque mientras más hagas conscientes tus pensamientos, más gestionados podrán estar. Ahora imaginemos dos estados
diferentes con los pensamientos, pero quiero aclararte algo sobre ellos antes de seguir.
El lóbulo frontal, además de ser el centro ejecutivo, es el que te permite imaginar, crear, soñar, Los pensamientos, esos diálogos internos que tenemos, podríamos dividirlos en dos grandes grupos, los pensamientos de carácter organizacional, que no conllevan un impacto emocional asociado, son del tipo “¿qué voy a comer esta
noche?”, “¿qué zapatillas me pongo?”, “¿utilizo lapicera negra o azul?”. Y luego tenemos los pensamientos que si tienen un impacto emocional, los funcionales y disfuncionales, y sobre esos dos estados vamos a trabajar. Tanto si tu pensamiento es funcional o disfuncional y además es recurrente, tu lóbulo frontal
activará circuitos de redes neuronales, las cuales activarán o desactivarán (poda sináptica) circuitos de redes neuronales, tu estado del ser, tu mente, cambiará si tus pensamientos cambian, si tus pensamientos se repiten y son los mismos unos y otra vez, tanto tu mente como tu cuerpo seguirán siendo los mismos. Cuando estas redes se conectan, reflejan lo que has estado imaginando con tus pensamientos y crean una imagen o representación interna.
La representación interna, creará (si la emoción asociada es intensa) que lo que has imaginado, esos pensamientos, se conviertan en la experiencia real en tu mente y empezarás a sentir la emoción en tu cuerpo, lo imaginario se ha vuelto real, lo sentimos, por esto tenemos nervios, miedo o pánico cuando se acerca la fecha de rendir un exámen, o sentimos “mariposas en la panza” antes de ver a la persona que nos atrae. No me quiero adelantar, pero las emociones, son las expresiones químicas de nuestro cuerpo. Una vez que esto ha pasado, comienza el trabajo de la neuroquímica y la epigenética.
Todas las emociones tienen asociadas una expresión química, para el miedo y el estado de alerta es el cortisol, para las sensaciones placenteras y de relajación la dopamina, para la felicidad o bienestar la serotonina, en el afecto y la empatía la oxitocina, etc. Pero, ¿qué hace que nuestra mente traduzca los pensamientos y
los químicos emocionales lleguen a nuestras células?
Una vez que la secuencia ha comenzado, tu cerebro crea diferentes mensajeros químicos (neuropéptidos que actúan como neurotransmisores) y viajan por todo el cuerpo hacia las células, donde se acoplarán a ellas para transmitir el mensaje al ADN celular, aquí, las células entienden que lo que has imaginado ha
ocurrido (por esto decimos que el cerebro no entiende de realidad o imaginación). Cuando el ADN ya tiene la información, lo que sucede es que activa ciertos genes, o apaga otros, haciendo que haya coherencia y respalde tu nuevo estado mental y corporal. Cuando un gen se enciende, empieza a crear nuevas proteínas asociadas al nuevo pensamiento, y cuando un gen se apaga o se
debilita, deja de liberar proteínas como lo hacía, y todo esto puede medirse fisiológicamente en tu cuerpo.
Las emociones, son las expresiones químicas de nuestro cuerpo.
Ahora imagina cómo cambian tus células con tus pensamientos o diálogos disfuncionales, lo cual además de tenerte en estado de alerta (y vimos todo lo que ocasiona), produce que tu sistema inmunológico se debilite, ocasionando que tu cuerpo sea una vía fácil de entrada para cualquier patógeno, empieza a identificar quizás porque hay gente que enferma o tiene malestares físicos tan
seguido y otras no. En cambio, cuando tus pensamientos son funcionales, la expresión del ADN de tus células y la posterior activación de genes para que liberen nuevas proteínas asociadas al pensamiento, harán que tu sistema inmunológico se fortalezca, que tu sistema nervioso simpático no se active con facilidad ya que los pensamientos funcionales repetitivos y bien gestionados han
acallado aquellos que te generaban un malestar.
Infinidad de estudios han demostrado que las experiencias positivas, risas, mirar películas cómicas, recibir cosquillas, cambian radicalmente nuestra mente y nuestro cuerpo, generando nuevas neuronas y neurotransmisores (dopamina, serotonina, oxitocina, etc) que regulan nuestro cuerpo, en especial la oxitocina cuando somos compasivos y bondadosos, regula los núcleos amigdalinos,
disminuyendo las sensaciones de miedo y ansiedad.
Con todo esto, quiero que entiendas algo simple, tus pensamientos definen tu salud y tu bienestar. Con esto no quiero llamar al positivismo tóxico de ser siempre feliz y vivir con una sonrisa, porque es imposible, pero si quiero que empieces a observar y prestar interés a lo que piensas. Todos tenemos momentos
malos durante el día, absolutamente todos, todos tenemos pensamientos disfuncionales asociados a momentos de frustración, enojo, ira, pero no podemos quedarnos con eso, ahí radica el verdadero trabajo, en poder desapegarnos de aquello que nos hace mal para capitalizarlo en algo que sea positivo. Quizás
algunas cosas nos cueste muchísimo encontrarle su lado de luz, pero siempre en todo “error” hay un aprendizaje, siempre en cada cosa o evento que la vida ponga delante tuyo hay un aprendizaje, y existe algo que se llama desahogo y tienes y debes utilizarlo. Muchas personas se guardan un enojo, una frustración,
una tristeza, y eso no hace más que dar vueltas y vueltas en su cabeza, modificando su estado corporal y mental, te sientes enojado, desahógate y sigue, trata de sacar un aprendizaje de lo que te ha pasado, y cuando cambies ese estado mental y lo practiques, lo practiques, lo practiques, habrás creado en tu cerebro un mecanismo maravilloso para poder transformar pensamientos o hechos disfuncionales en funcionales, permitiendote un estado de salud física y mental en bienestar. Claro que no es fácil, pero inténtalo, día tras día, y verás cómo tu
cerebro a través del sistema articulador reticular ascendente (SARA) buscará siempre el lado positivo de las cosas, buscará las oportunidades, buscará tu bienestar, buscará tu desarrollo personal.
Emociones
Estamos rodeados de ellas, vivimos incansablemente sintiéndolas en nuestro cuerpo -aunque nos hagamos los tontos-, oímos por todos lados la palabra emociones y a veces las confundimos con sentimientos, sensaciones, pero antes de seguir, quiero preguntarte algo y que trates de responder sin avanzar, ¿sabes que es una emoción? ¿cómo la definirías?
Si bien no hay un consenso general ni la verdad absoluta sobre una definición en cuanto a las emociones, te darás cuenta más adelante de que son absolutamente subjetivas, por lo tanto puede haber infinidad de maneras de explicar qué son. Una emoción es una reacción, una conducta totalmente subjetiva producida por
una información, que puede ser del mundo externo o interno (recuerdos), y es acompañada por fenómenos neurovegetativos. Pero ¿qué quiere decir todo esto?, vayamos desmenuzando esta definición poco a poco para que podamos entender bien esto.
Decimos que es una reacción, porque cuando nos emocionamos no damos una respuesta, la cual conlleva consciencia, pensamiento, lo que significa que nos lleva más tiempo en responder que en reaccionar. Las emociones son involuntarias, se liberan en décimas de segundos y son inconscientes. Para que te hagas una idea, cuando estás sacando una fuente del horno y sin querer el
repasador se corre, en ese momento la fuente que estuvo en el mismo in****no toca tu mano, ¿reaccionas o respondes?, claro que reaccionas, y no sólo sacando la mano sino impulsando una catarata de maldiciones al aire, todo de manera involuntaria,. Bueno, queda claro porque una emoción es una reacción y
no una respuesta.
Las emociones son involuntarias, se liberan en décimas de segundos y son inconscientes.
Así mismo, no todos reaccionamos de la misma manera, eso significa que las emociones son subjetivas, dependerá de cada persona que la experimente, la intensidad que le otorga a la misma, la experiencia que ha pasado con el hecho que produce dicha emoción, quizás para mí ver un ratón no me produce nada,
pero para otra persona es una criatura digna de una ferocidad legendaria (un tanto exagerado, pero hay personas que actúan como si el ratón los fuese a devorar). Este punto es muy importante, porque cuando alguien está mal por algo, solemos caer en la famosa frase “bueno, no es para tanto, no exageres”,
trata de eliminar esta frase de tu vocabulario, quizás para alguien, lo que a vos te parezca una pavada, es un mundo que trae consigo mucha historia emocional.
Se producen por estímulos externos o internos, esto quiere decir que puedes emocionarte hasta las lágrimas (ya sea tristeza o carcajadas de risa) con una película, experimentar emociones con una canción, o que las emociones pueden surgir de algo que estamos pensando, los cuales pueden ser recuerdos del pasado
o la imaginación del futuro, lo que puede generarte una ansiedad anticipatoria, como vimos en alerta alerta nos atacan, frente a un examen o una entrevista laboral.
“bueno, no es para tanto, no exageres”, trata de eliminar esta frase de tu vocabulario, quizás para Asociadas a fenómenos neurovegetativos, todas las emociones (TODAS), se manifiestan en nuestro cuerpo de alguna manera, ya vimos cómo el miedo puede
manifestarse con el aumento del ritmo cardíaco, pérdida del apetito, cuando tenemos vergüenza sentimos calor en la cara, cuando estamos enojados o con ira tendemos a apretar el puño o golpear algo (necesitamos descargar esa energía), y así con todas las emociones.
Pero como todas las cosas en la vida, si no conocemos bien, solemos confundirlas, por eso vamos juntos a describir algunas características de las emociones para que las separemos así, por ejemplo, de los sentimientos, de los afectos, etc. Primero veamos de dónde proviene esta palabra, emoción. Su origen etimológico proviene del latín emovere, que significa moverse hacia, lo que
quiere decir que las emociones te invitan a la acción y dicha acción puede ser de defensa (miedo) o de aproximación (alegría). La segunda característica, como lo hemos visto en el capítulo anterior, es que las emociones (básicas) están presentes desde el período prenatal, los bebés expresan dentro del vientre materno tristeza, alegría o asco. No hace falta que le enseñemos estas emociones
a nuestros bebés, sólo piensa en el momento que la madre se aleja del pequeño infante como se desata un llanto de tristeza, lo veremos más adelante en la teoría del apego y la importancia de la afectividad en la infancia. La tercera característica, como ya mencioné arriba, es que son subjetivas, ante un mismo evento, dos personas pueden tener reacciones diferentes y opuestas. La cuarta
característica es que no podemos hacer nada para que no aparezcan, ocurren irremediablemente, ya mencioné que las emociones son involuntarias, inconscientes y automáticas, las emociones ocurren irremediablemente frente a un hecho, sino que son subjetivas dependiendo de quién observe el hecho. La quinta
característica, tiene que ver con la intensidad y el tiempo de duración de las emociones, en esto si hay como un consenso general, y duran alrededor de noventa segundos, si, un minuto y medio, son tan rápidas como un Ferrari.
Seguramente dirás, “pero si yo las siento más tiempo, a veces estoy todo el día sintiéndome de la misma manera”, esto no tiene que ver con la emoción en sí, sino con tu manera de traer la emoción una y otra vez a tu cabeza expresándose en tu cuerpo, cuando entras en bucle pensando lo mismo una y otra vez. La siguiente característica tiene que ver con lo que vimos en el cerebro triuno, y es que están relacionadas con la supervivencia, recuerda que a tu cerebro lo único ue le importa es que sobrevivas, es por eso que las emociones son importantes, por ejemplo el miedo nos brinda información sobre los peligros, y por el contrario algunas emociones nos brindan información de lo que nos gusta o es
bueno para nosotros como la alegría. Otra característica está ligada al acompañamiento de las emociones. Cuando experimentamos emociones, mayormente suelen ir acompañadas de aspectos corporales (sensaciones), ideas o valores (pensamientos) y conductas concretas (acciones). Por ejemplo, cuando experimentamos la emoción de miedo, podemos notar una mayor tensión en las piernas (sensaciones), pensar que nuestra vida está en peligro (pensamientos) y salir huyendo de la situación temida (acción). Algo que caracteriza fundamentalmente a las emociones, es que son universales, todos los mamíferos tenemos y experimentamos las emociones. Son contagiosas, vimos también lo
que sucede con las neuronas espejo y cómo funcionan, por este motivo podemos sentir tristeza cuando vemos a un amigo triste, o si tu hermano se gradúa y siente una alegría inmensa, seguramente tú también la sentirás. Lo último que debemos aprender, es que debemos diferenciar claramente una emoción de una conducta,
como vimos las emociones son automáticas, involuntarias e inconscientes, pero por suerte tenemos un cerebro prefrontal que nos permite tener conductas adaptativas a las emociones, y esto ¿qué quiere decir?, quiere decir que acepto tus emociones, las legitimizo, acepto que estes enojado, pero no acepto que
rompas una silla en mi espalda para tu desahogo, aceptar una emoción nada tiene que ver con aceptar la conducta asociada a ella, entender esto nos sirve de apoyo para mejorar las relaciones interpersonales cuando sabemos comunicarlo de una manera asertiva.
(…)tu manera de traer la emoción una y otra vez a tu cabeza expresándose en tu cuerpo, Son un total de 27, si veintisiete emociones diversas, altas, bajas, más tenues, etc. Los científicos
efectuaron estudios estadísticos con los cuales analizaron la reacción de 853 hombres y mujeres ante una serie de más de 2,000 videos clasificados en aburrimiento, admiración, adoración, aprecio estético, ansiedad, anhelo, asombro, aversión, simpatía, confusión, dolor empático, diversión, envidia, embelesamiento, emoción, miedo, horror, alegría, nostalgia, romance, tristeza, satisfacción, deseo sexual, y calma. La idea de este libro no es clasificar y
explicar cada una de ellas, pero si las consideradas emociones básicas.
(...)duran alrededor de noventa segundos, si, un minuto y medio, son tan rápidas como un Ferrari.
Miedo
El miedo como ya vimos, es una emoción consecuencia de la sensación de situación eventual de peligro, ya sea real o imaginario, por experiencias pasadas -tuve miedo de que volviera a pasar- o futuras (ansiedad anticipatoria) -tenía miedo de rendir mal el examen de manejo-.
Rabia
La rabia quizás es una de las emociones que más llamamos como negativas, pero tiene una funcionalidad extraordinaria y sumamente positiva, claro que bien
gestionada. La rabia está asociada a la búsqueda de la justicia -cuando algo es injusto-, para mantener el equilibrio en las relaciones y poder decir no, la verdad y la defensa de las agresiones.
Tristeza
La tristeza viene a nosotros cuando hemos perdido algo, y la intensidad de la misma estará dada por la cuantificación que hemos hecho de lo que perdimos, por eso debemos quitarnos del vocabulario -como lo mencioné anteriormente- la frase “no exageres, no es para tanto”. Cuando la pérdida nos ha tocado, la
manifestación de dicha emoción se mantiene más prolongada en el tiempo que por ejemplo el miedo, debido a que necesitamos más tiempo para adecuarnos o asimilar la pérdida que hemos sufrido -irreversibles- que adaptarnos a la normalidad cuando ha pasado la sensación o situación de peligro.
Alegría
Creo que es la emoción que más positivismo tiene, la alegría viene a nosotros en los momentos placenteros, cuando ocurren eventos que creemos positivos. La sensación de placer y alegría están dadas por las endorfinas, serotonina, dopamina y oxitocina.
Asco
El asco es una emoción que nos genera desagrado o repulsión frente a un estímulo, está muy ligada a nuestra supervivencia. Estos estímulos pueden ser comida podrida, falta de higiene, alimentos que no nos gustan, algunos animales -como las cucarachas-.
Curiosidad
La curiosidad es una de las emociones que más me cautiva, porque los adultos suelen esconderlas por considerarla infantil y tiene un poder enorme -pareces un niño cómo te asombras de las cosas-. Esta emoción nos lleva al reconocimiento, a buscar información y experiencias nuevas, todo lo que un niño realiza, nos lleva a estar conectados con el aprendizaje constantemente.
Vergüenza
La vergüenza es una emoción de indignidad propia por una humillación recibida o por un fallo cometido. Cuando aparece la vergüenza, tenemos reacciones corporales de no saber qué hacer ni qué decir, nos hacemos pequeñitos y queremos a toda costa huir del malestar que sentimos en una situación. También, la vergüenza tiene un componente de auto-crítica disfuncional. Esta refleja la
sensación de no valer, produciendo un sentido del ridículo como un “trágame tierra por favor”. Solemos sonrojarnos en estos momentos.
Aburrimiento
El aburrimiento es una emoción del tipo “desagradable” que surge cuando perdemos el interés en algo o que el estímulo no es divertido para nosotros, por exceso de repetición por ejemplo. El lado positivo del aburrimiento es que gracias a él surge la creatividad, si dejamos que surja claro.
Ahora bien, todas las emociones que los seres humanos tenemos y sentimos, vienen a nosotros por y para algo, para darnos información o ayudarnos.
Algunos autores las clasifican en positivas o negativas, pero eso -a mi criteriosólo hace referencia a la sensación que traen consigo al comienzo, pero siempre son positivas, en el sentido de funcionales. El problema está cuando no sabemos identificar la emoción con el hecho o proceso que estamos atravesando, ahí es donde las emociones dejan de ser funcionales y pasan a ser disfuncionales, por ejemplo si tengo rabia frente a algo que he perdido, o si tengo miedo ante un ataque verbal por ejemplo, nunca podremos resolver dichas situaciones, y aparecerán sentimientos como la frustración o la culpa, ya que la emoción no corresponde con el evento que ha ocurrido. Muchas veces la mala comunicación
con nuestros hijos pasa por este tema, no saber identificar qué emoción está atravesando, confundiéndose y generando un malestar mayor, ya tocaremos este tema más adelante.
Las emociones podríamos clasificarlas a su vez en emociones de aproximación o de defensa. Las de aproximación son las que nos invitan a acercarnos a las personas o a los estímulos que nos agradan, aquí entrarían la alegría, la curiosidad, el amor, etc. Las de defensa nos dicen que un estímulo, persona o situación es potencialmente peligroso para nosotros, nos genera alejarnos, aquí
entrarían la rabia, el miedo, la tristeza, el aburrimiento.
Líneas arriba hice mención a una palabra que comúnmente confundimos con emoción, y es sentimiento, pero ¿sabes diferenciar al uno del otro?
Sencillamente un sentimiento es una emoción ligada a un pensamiento, y es producido por nuestro cerebro racional, en cambio las emociones nacen del sistema límbico. Por ejemplo el sentimiento de culpa es una emoción de tristeza conjugada con el pensamiento de “debería”, el sentimiento de frustración de la
emoción rabia conjugada con el pensamiento de no poder cambiar las cosas.
(…)todas las emociones que los seres humanos tenemos y sentimos, vienen a nosotros por y para Antes de pasar al siguiente apartado, hagamos un breve resumen de todo esto.
Cuando hablamos de sensaciones, hablamos de “notar”, y es lo que nuestro cuerpo experimenta cuando una emoción nos atraviesa, por ejemplo frente a la rabia notamos como nuestros puños se cierran, frente al miedo como aumenta nuestro ritmo cardíaco. Las emociones son información que viene a nosotros para decirnos algo del entorno o contexto que estamos viviendo y atravesando,
todas son funcionales, siempre y cuando sean coherentes con lo que nos pasa.
Cuando la emoción se ha encendido, los pensamientos suelen darle sentido a la misma, están muy asociados a las emociones que experimentamos, y los pensamientos asociados definirán nuestro estado del ser, por ejemplo frente al miedo o la rabia, nuestros pensamientos generalmente serán desagradables o nos
llevarán a estados disfuncionales si no los gestionamos bien, ya que, como vimos, los pensamientos pueden atravesar las tres líneas temporales -pasado, presente y futuro- y la imaginación humana puede crear unos escenarios tan maravillosos e irreales que el cerebro no distingue y pone en activación tu cuerpo para el cóctel biológico. Por último, como las emociones nos invitan a
“movernos hacia”, tenemos las conductas o acciones asociadas a ellas, aquí lo importante es que sean lo más adaptativas posibles, que haya una coherencia entre emoción y conducta, en muchos casos -si no sabemos regular alguna emoción, generalmente el enojo- se produce lo que llamamos como “secuestro

Sensaciones → Cerebro Reptiliano
Emociones → Cerebro límbico
Pensamientos → Cerebro racional
Conductas → Corteza prefrontal

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