
01/05/2025
El trabajo implica una renuncia narcisista, porque salimos de nosotros para volvernos otros, proceso que nos permite una forma de conocernos. Pero si lo pensamos en términos de producción, que hay que ser productivos, no es más que pensar el trabajo como un modo de explotación.
Es necesario comenzar a pensar el trabajo como un modo de estar en el mundo, en la vida para ir en contramano del ideal de que hay que ser productivo. La productividad “hace” pero no enriquece.