21/04/2021
ESTOS HIJOS TAN PROGRAMADOS
Hemos platicado ya en muchas ocasiones de la gran variedad de programaciones que podemos otorgarles a nuestros hijos al concebirlos.
Se conciben con una intención, con una finalidad y no siempre se trata de algo bueno.
Incluso, al preguntarle a una mujer en reproductiva y con ganas de ser madre, ¿por qué quiere tener un hijo?, es difícil obtener una respuesta concreta y certera.
Muchas dirán que quieren ser madres para sentirse “realizadas” (lo que sea que eso signifique para ellas).
Otras más quieren ser madres para “darle un nieto a mis padres”.
Otras más dirán que desean ser madres porque “la mayoría de sus amigas ya tienen hijos”.
Muchas otras dirán que lo hacen porque “su esposo o pareja les pide un hijo”.
Más allá están las que dirán que lo hacen porque sueñan con formar una familia pero no tienen muy claro lo que eso significa, sólo saben que hay que casarse y tener hijos pero tampoco saben muy bien por qué”…
Sin calificar estas repuestas pudiéramos decir que son lo común, lo consciente, lo conocido pero ¿qué pasa cuando las intenciones de ser madre ocultan daños emocionales profundos, miedos, frustraciones?
Para muchas mujeres y hombres, concebir, criar, educar un hijo suele ser ya una enorme carga de contenido tóxico emocional…
- Necesito tener un hijo para me cuide cuando yo envejezca
- Necesito tener un hijo por si nunca encuentro el amor, para que sea mi compañero
- Necesito tener un hijo para que me proteja
- Necesito tener un hijo para que me mantenga
- Necesito tener un hijo para no sentirme sola
…ven por dónde va la cosa?
Ya hay una intención y en la mayoría de los casos “inconsciente”…
No conformes con eso y una vez llegado al mundo ese bebé, afloran los problemas emocionales del padre, de la madre o de ambos:
- Este hijo o hija no puede casarse, no puede irse, debe quedarse conmigo
- Este hijo o hija debe cuidar a sus hermanos, primero están sus hermanos
- Este hijo o hija debe administrar el negocio familiar, nadie más
- Este hijo o hija me cuidará si enfermo, trabajará para darme dinero
- Este hijo o hija no puede tener pareja y mucho menos hijos propios
- Este hijo o hija no debe estudiar o trabajar, yo lo voy a mantener pero no aprenda nada que lo distraiga de cuidarme, nada que lo lleve al exterior o a olvidarme
- Este hijo o hija es mío y de nadie más
Y lo sé, parecieran frases a tono de “broma”, pero es verdad que estos padres existen y van moldeando al pequeño bebé desde recién nacido hasta hacerlo completamente dependiente de los padres (madre, padre o ambos), hasta convertirlo en apegado, hasta atemorizarlo al grado que el sólo pensar en dejar la casa o a la madre, padre o ambos es un pecado mortal.
Adultos de más de 30 años que jamás han conocido una vida amorosa
Adultos de más de 30 años que son incapaces de salir de compras solos porque fueron programados para tener miedo de salir a la calle sin la compañía de la madre, del padre o incluso de ambos.
Recuerdo el caso de una chica hace ya varios años. Una jovencita de 29 años que llegó con sus padres a consulta, que era incapaz de ir a la papelería en la esquina de su casa sin la compañía de los padres. No viajaba sola ni en autobús, ni en metro, ni en taxi si no era con la compañía de alguno o ambos padres. Nunca había tenido una relación amorosa. No hablaba en público, su madre, su padre o ambos hablaban por ella. No estudiaba, ni trabajaba…sus padres la mantenían y le habían dicho que no tenía por qué estudiar porque estudiar era para ganar dinero trabajando y ella no necesitaría jamás de dinero porque ellos se lo darían todo.
¿Pueden imaginarlo?
Y esa así…existen ese tipo de padres y ese grado de manipulación de los hijos.
Hijos que jamás han pensado siquiera en irse de casa de sus padres, no lo imaginan siquiera y mucho menos crear su propia familia, conseguir su propia casa, ser autosuficientes
Hijos que tienen la obligación de llamar a sus padres a diario e incluso visitarlos, preguntarles aquello que se les ofrece y hacérselos llegar porque “son sus padres”
Hijos que pueden irse de casa sí, pero vivir en la misma calle o barrio o zona “por si algo se ofrece”
Hijos que no pueden decir que no a una fiesta familiar y deben llegar aunque vivan del otro lado del mundo
Hijos que deben trabajar extra para mantener a sus padres y además, por petición de los mismos padres “mantener a sus hermanos”
Hijos que pueden casarse o tener hijos pero que deben permanecer en la misma casa de los padres
¿Conocen a hijos así?
¿Conocen a padres así?
Cualquiera de nosotros podría decir: Pues si así se organizan está bien…
Pero recordemos que “La Biología” no razona…y es por ello que comienzan las enfermedades, las molestias, porque esos hijos viven somatizando la permanente emoción de obligación, de miedo, de dependencia, de culpa.
¿Qué vivieron esa madre o ese padre que los hizo como son ahora?
¿Qué vivió en su niñez la madre?
¿Qué vivió en la niñez el padre?
Claramente estamos hablando de hogares disfuncionales con vacíos emocionales que ahora vienen a reflejarse en la programación de un hijo “atado” a ellos.
Y los mejor, ya sea que tú seas un padre así o una madre así o un hijo o hija así, es hablar del tema, confrontarlo.
Porque en ocasiones estos padres mueren y el hijo o hija “permanece” sin volar, queda inmóvil como petrificado porque no sabe qué hacer, o cómo o cuándo o con quién..
Se atrofian emocionalmente y permanecen solos hasta la muerte…
Regularmente padecen de las piernas, rodillas, pies, tobillos, porque su andar siempre fue limitado, porque sus caminos fueron cortados, porque viven obligados con base en culpas, miedos, responsabilidades, miedo al qué dirán, creencias, expectativas…
Analiza si estás en esta situación como padre o como hijo, libérate con una carta de duelo, expresa tus más profundas emociones, comienza a hacer algo ya para que liberes esa programación que hiciste de tu hijo o esa programación que recibiste como hijo y que ya has detectado….
Así las cosas…
Akasha Sanación Integral
Elizabeth Romero Sánchez y Edgar Romero Franco