Escuela de oficios pablo vargas

Escuela de oficios pablo vargas somos la Escuela de Oficios Pablo Vargas, un espacio dedicado a la formación práctica y profesional en distintas disciplinas.

Nos comprometemos a brindar una enseñanza de calidad, con enfoque práctico y orientado a nuestros alumnos

La estructura ósea de la rodilla: equilibrio entre fuerza y movimientoLa articulación de la rodilla es una de las más co...
14/10/2025

La estructura ósea de la rodilla: equilibrio entre fuerza y movimiento

La articulación de la rodilla es una de las más complejas e importantes del cuerpo humano, diseñada para brindar movilidad, resistencia y soporte. En la imagen se distinguen los principales huesos que conforman su estructura: fémur, patela, tibia y fíbula, todos ellos trabajando en coordinación para permitir el desplazamiento, la estabilidad y la absorción de impactos durante las actividades diarias.

El fémur, el hueso más largo y sólido del organismo, forma la parte superior de la articulación. Su extremo inferior presenta cóndilos que se acoplan con la superficie articular de la tibia, posibilitando movimientos controlados de flexión y extensión. Esta conexión también permite distribuir el peso del cuerpo hacia la pierna, reduciendo el esfuerzo sobre las demás articulaciones.

En la zona frontal se localiza la patela, un pequeño hueso de forma triangular que cumple una función protectora y mecánica. Insertada en el tendón del cuádriceps, actúa como una polea natural que optimiza la fuerza muscular, facilitando la extensión de la pierna. Su cara posterior, suave y recubierta de cartílago, se ajusta al surco del fémur, garantizando un deslizamiento sin fricción.

La tibia, situada en la parte inferior, sostiene la mayor parte del peso corporal y constituye el pilar principal de la pierna. Su amplia meseta tibial se articula con el fémur y contribuye a la estabilidad general de la rodilla. A su lado, la fíbula, aunque más delgada, aporta refuerzo lateral y sirve de anclaje para músculos y ligamentos, complementando la estructura ósea.

Esta articulación, gracias a la interacción de estos cuatro huesos, refleja un diseño anatómico de precisión, capaz de equilibrar fuerza, flexibilidad y durabilidad.

Estructura ósea del pie: equilibrio y movimiento en armoníaEl pie humano está formado por 26 huesos distribuidos en tres...
13/10/2025

Estructura ósea del pie: equilibrio y movimiento en armonía

El pie humano está formado por 26 huesos distribuidos en tres zonas principales: tarso, metatarso y falanges. Su diseño anatómico permite sostener el peso corporal, absorber el impacto al caminar y generar impulso durante cada paso.

En la parte posterior se ubica el calcáneo, el hueso más grande del pie, que sirve como base de apoyo y punto de anclaje del tendón de Aquiles. Justo encima se encuentra el tálus, que se articula con la tibia y la fíbula, formando la unión del tobillo, fundamental para los movimientos de flexión y extensión del pie.

El mediopié está compuesto por el navicular, los tres cuneiformes y el cuboide. Estas piezas óseas conforman los arcos plantares medial y lateral, proporcionando elasticidad, resistencia y una distribución uniforme del peso corporal.

Los metatarsos, cinco huesos largos ubicados en la parte media del pie, funcionan como palancas que transmiten la fuerza desde el tarso hacia los dedos. Finalmente, las falanges en número variable según el dedo completan la estructura y posibilitan el despegue del pie en cada paso, además de la adaptación a distintas superficies.

Cada uno de estos huesos trabaja en conjunto con ligamentos, músculos y tendones, creando un sistema que combina fuerza, flexibilidad y estabilidad. Los arcos del pie longitudinal medial, longitudinal lateral y transverso actúan como amortiguadores naturales que reducen el impacto del cuerpo contra el suelo.

Cuando esta coordinación se ve alterada por sobrecarga o lesiones, pueden aparecer afecciones como la fascitis plantar, el dolor metatarsal o deformaciones digitales. Conocer la disposición de los huesos como el calcáneo, tálus, navicular, cuneiformes, cuboide, metatarsos y falanges resulta esencial para entender la biomecánica del pie y su papel fundamental en el movimiento humano.

Estructura ósea y dinámica funcional del hombroEl conjunto óseo del hombro está formado por una serie de elementos que p...
12/10/2025

Estructura ósea y dinámica funcional del hombro

El conjunto óseo del hombro está formado por una serie de elementos que permiten una notable libertad de movimiento sin perder estabilidad. En la parte superior se localiza el acromion, una prolongación de la escápula que, junto con la clavícula, conforma la articulación acromioclavicular, esencial para mantener la alineación del miembro superior. Delante de esta estructura se encuentra la apófisis coracoides, punto de anclaje de ligamentos como el coracoacromial y el coracoclavicular, además de músculos que colaboran en la movilidad del brazo, como el pectoral menor y el coracobraquial.

La escápula exhibe la espina escapular, una proyección ósea que divide su superficie posterior y sirve de inserción para músculos como el trapecio y el deltoides. En su parte lateral se encuentra la cavidad glenoidea, una depresión donde encaja la cabeza del húmero, formando la articulación glenohumeral. Esta unión se caracteriza por su gran movilidad, apoyada por el labrum glenoideo y una cápsula flexible que requieren del equilibrio muscular para su estabilidad.

El húmero presenta dos zonas relevantes: el cuello anatómico, que delimita la superficie articular, y el cuello quirúrgico, más propenso a sufrir fracturas. En su extremo superior se distinguen el troquiter (tubérculo mayor) y el troquín (tubérculo menor), donde se insertan los músculos del manguito rotador, encargados de mantener centrada la cabeza humeral durante los movimientos. La diáfisis humeral actúa como el eje mecánico que transmite la fuerza hacia el antebrazo.

Este conjunto óseo y su coordinación con músculos y ligamentos conforman un sistema biomecánico de precisión, que combina fuerza, movilidad y control, permitiendo desde movimientos amplios hasta gestos finos con exactitud.

La región cervical: una obra maestra del equilibrio y la funcionalidad humanaLa imagen expone la organización estructura...
11/10/2025

La región cervical: una obra maestra del equilibrio y la funcionalidad humana

La imagen expone la organización estructural de la zona cervical, una región que combina resistencia, estabilidad y una notable amplitud de movimiento. Está formada por siete vértebras (C1 a C7), diseñadas para mantener el peso del cráneo y permitir los movimientos naturales del cuello con precisión y seguridad.

En la parte más alta se encuentra el Atlas (C1), responsable de sostener la cabeza y permitir el gesto de inclinación. El tubérculo anterior del atlas sirve como punto de inserción muscular, mientras que el tubérculo posterior y el arco posterior conforman una estructura anular que protege el canal espinal y las raíces nerviosas.

Justo debajo se localiza el Axis (C2), vértebra clave para los giros de la cabeza. Su diente del axis actúa como un eje central que posibilita el movimiento de rotación. Además, el proceso transverso permite la fijación de músculos y el paso de arterias vertebrales que nutren el cerebro, mostrando la estrecha relación entre estructura y función en esta región.

Desde la tercera hasta la séptima vértebra cervical (C3–C7), se observan elementos comunes: el cuerpo vertebral, que soporta la carga; el proceso espinoso, palpable por la parte posterior del cuello; y los procesos articulares superior e inferior, que conforman las articulaciones cigapofisarias, responsables de la movilidad controlada y la estabilidad entre vértebras. Los discos intervertebrales, ubicados entre ellas, actúan como amortiguadores que distribuyen la presión y absorben los impactos en cada movimiento.

La columna cervical es una muestra del equilibrio biológico entre fuerza, protección y flexibilidad. Su diseño permite que la cabeza se mantenga firme, mientras protege la médula espinal y posibilita una amplia gama de movimientos sin comprometer la seguridad. Cada elemento óseo y articular cumple una función específica que refleja la precisión del cuerpo humano.

Estructura ósea de la mano: equilibrio entre fuerza y destrezaLa mano humana está compuesta por un total de 27 huesos qu...
10/10/2025

Estructura ósea de la mano: equilibrio entre fuerza y destreza

La mano humana está compuesta por un total de 27 huesos que conforman una estructura precisa, diseñada para unir estabilidad, sensibilidad y movimiento. En la parte final de los dedos se localizan las falanges, divididas en proximales, medias y distales; el pulgar, sin embargo, solo presenta dos, lo que le permite una movilidad especial para realizar movimientos de oposición y agarre eficaz.

Los metacarpianos, situados en la zona media, son cinco huesos alargados que forman la base de la palma. Actúan como una conexión entre los dedos y la muñeca, distribuyendo las fuerzas y proporcionando firmeza al ejecutar diferentes acciones manuales.

La zona inferior de la mano está formada por el carpo, un conjunto de ocho huesos cortos organizados en dos hileras. En la fila más cercana al antebrazo se encuentran el escafoides, semilunar, piramidal y pisiforme, que se articulan con el radio y el cúbito, otorgando flexibilidad a la muñeca. En la segunda fila se ubican el trapecio, trapezoide, grande y ganchoso, que enlazan con los metacarpianos y contribuyen a la resistencia y estabilidad estructural.

Esta disposición permite una amplia variedad de movimientos, desde los más delicados como escribir o sujetar objetos pequeños hasta los más potentes como empujar o sostener peso. Las articulaciones, junto con los ligamentos, músculos y tendones, colaboran para que cada gesto sea preciso y coordinado.

El diseño anatómico de la mano es un ejemplo de ingeniería natural: cada hueso cumple una función que equilibra fuerza, flexibilidad y sensibilidad. Su forma y disposición garantizan que podamos adaptarnos a diferentes tareas con exactitud y eficiencia.

Título: Estructura y función: el engranaje anatómico del movimientoLa imagen representa la compleja organización ósea qu...
09/10/2025

Título: Estructura y función: el engranaje anatómico del movimiento

La imagen representa la compleja organización ósea que posibilita la movilidad y el equilibrio de la parte inferior del cuerpo. En la sección superior se encuentra el fémur, cuyas superficies articulares llamadas cóndilos se ajustan con la tibia, permitiendo movimientos de flexión y extensión controlados. El tubérculo aductor ofrece inserción a músculos responsables de mantener la estabilidad interna del muslo. Al frente, la rótula actúa como una palanca anatómica que amplifica la fuerza del cuádriceps, favoreciendo la extensión eficaz de la pierna.

En la parte inferior, la tibia asume la principal carga corporal. Su tuberosidad tibial es el punto de anclaje de tendones y ligamentos que refuerzan la unión articular. Entre sus cóndilos se encuentran los tubérculos intercondíleos, donde se fijan los ligamentos cruzados encargados de controlar los desplazamientos y garantizar la estabilidad del conjunto. A su lado, el peroné colabora en la estabilización lateral y sirve de base para la inserción muscular, aunque no interviene directamente en el soporte del peso.

Cada superficie, relieve y unión de estos huesos tiene un propósito funcional: distribuir las fuerzas del movimiento, disminuir la fricción y mantener la precisión del desplazamiento articular. Conocer esta organización es clave para prevenir lesiones, orientar tratamientos y fortalecer la función motora. La interacción armónica entre huesos, músculos, tendones y ligamentos refleja una ingeniería natural que equilibra fuerza y flexibilidad. La educación anatómica y el cuidado físico son pilares esenciales para conservar la salud articular y prolongar la movilidad funcional a lo largo de la vida.

La estructura ósea del codo: equilibrio entre estabilidad y movimientoLa radiografía en vista lateral del codo muestra c...
08/10/2025

La estructura ósea del codo: equilibrio entre estabilidad y movimiento

La radiografía en vista lateral del codo muestra con detalle las partes que componen esta articulación esencial. El húmero, en su extremo inferior, termina en el cóndilo y la tróclea, superficies que se articulan con los huesos del antebrazo para permitir el movimiento fluido. Los epicóndilos medial y lateral sirven como puntos de inserción para músculos y ligamentos, lo que brinda firmeza y control al movimiento del brazo. Las fosas radial y coronoidea funcionan como cavidades donde se alojan estructuras del antebrazo durante la flexión, garantizando un acople preciso y estable.

El radio, identificado por su cabeza, cuello y tuberosidad, interviene directamente en los movimientos de pronación y supinación. Su cabeza gira sobre el cóndilo del húmero, mientras que la tuberosidad radial sirve como punto de anclaje para el tendón del bíceps, músculo que permite flexionar el codo con fuerza.

Por su parte, el cúbito muestra el prominente olécranon, que forma la parte posterior y palpable del codo, actuando como una palanca que facilita la extensión. La apófisis coronoides, ubicada en la parte anterior, impide que el antebrazo se desplace hacia adelante, proporcionando estabilidad estructural.

El análisis radiológico de esta región debe considerar la alineación articular, la continuidad ósea y la integridad de los tejidos blandos que la rodean. Lesiones como fracturas del olécranon, desplazamientos del radio o daños en las fosas pueden alterar la función articular y requieren diagnóstico temprano. Además, signos sutiles como el desplazamiento de las sombras grasas o la acumulación de líquido en la articulación pueden indicar lesiones internas que no son visibles a simple vista.

El estudio del codo a través de la radiografía no solo ayuda a los médicos en el diagnóstico, sino también a los pacientes a comprender la importancia de su cuidado y rehabilitación para conservar la movilidad y evitar secuelas funcionales.

Anatomía Radiológica de la Pelvis: comprensión visual del esqueleto pélvicoEsta imagen radiográfica, titulada Anatomía R...
07/10/2025

Anatomía Radiológica de la Pelvis: comprensión visual del esqueleto pélvico

Esta imagen radiográfica, titulada Anatomía Rx Pelvis, representa de forma didáctica y detallada las estructuras óseas que conforman la base del tronco y las extremidades inferiores. En ella se aprecian el ilion, el isquion y el p***s, huesos que se fusionan para formar el acetábulo, cavidad donde encaja la cabeza femoral permitiendo el movimiento de la cadera. También se observan los trocanteres mayor y menor, puntos de inserción muscular esenciales para la movilidad y estabilidad del fémur.

En la parte central se distingue el sacro, unido a la columna lumbar (L4-L5) y articulado con los huesos ilíacos mediante la articulación sacroilíaca, clave en la transmisión del peso corporal hacia las piernas. Por debajo, el cóccix marca el extremo inferior de la columna vertebral. A los lados, las crestas ilíacas definen los límites superiores de la pelvis y sirven como referencia anatómica y punto de inserción muscular.

En la zona inferior anterior destaca la sínfisis púbica, articulación fibrocartilaginosa que une ambos p***s y brinda elasticidad durante la marcha o el parto. Las ramas púbicas superior e inferior forman el anillo óseo frontal, mientras que el agujero obturador permite el paso de vasos y nervios hacia los miembros inferiores.

La radiografía también permite observar el contorno de los músculos psoas, que se proyectan a los lados de la columna lumbar, actuando como flexores potentes de la cadera. Esta disposición anatómica ayuda a interpretar de manera sistemática lesiones, desplazamientos o alteraciones articulares en estudios clínicos.

Comprender la anatomía pélvica en una Rx es fundamental para reconocer fracturas, luxaciones o signos degenerativos tempranos. Este tipo de imagen, correctamente interpretada, se convierte en una herramienta esencial para profesionales de la salud y estudiantes de anatomía, aportando una visión clara del equilibrio estructural del cuerpo humano.

Fractura de cadera: tipos, síntomas y tratamiento integralLas fracturas que ocurren en la parte superior del fémur se di...
06/10/2025

Fractura de cadera: tipos, síntomas y tratamiento integral

Las fracturas que ocurren en la parte superior del fémur se dividen en intracapsulares —que afectan la cabeza y el cuello del hueso (capital, subcapital, transcervical y basicervical)— y extracapsulares, que incluyen las zonas pertrocantérea e intertrocantérea, además de la subtrocantérea. La ubicación de la fractura influye directamente en el pronóstico y el tipo de tratamiento indicado.

En la mayoría de los casos, la persona presenta dolor intenso en la ingle o en la parte lateral del muslo, imposibilidad para apoyar el peso del cuerpo y una rotación externa con acortamiento de la pierna lesionada. En adultos mayores, estas fracturas suelen deberse a caídas leves sobre un hueso debilitado por osteoporosis, mientras que en jóvenes son consecuencia de accidentes o impactos de alta energía.

Las fracturas intracapsulares desplazadas pueden comprometer el flujo sanguíneo hacia la cabeza del fémur, lo que aumenta el riesgo de necrosis avascular o de que el hueso no consolide correctamente. Por eso, las opciones van desde una osteosíntesis (fijación interna) en fracturas estables, hasta una hemiartroplastia o artroplastia total en pacientes mayores. En las extracapsulares, el tratamiento más común incluye el uso de clavos intramedulares o tornillos con placa deslizante que estabilizan la fractura.

Se recomienda realizar la cirugía dentro de las primeras 24 a 48 horas, acompañada de un manejo integral y una rehabilitación temprana. Estas medidas disminuyen el riesgo de trombosis, infecciones, atrofia muscular y pérdida de movilidad, además de mejorar la recuperación.

La prevención incluye el tratamiento de la osteoporosis, la práctica regular de ejercicio para fortalecer músculos y equilibrio, la revisión médica de medicamentos que puedan afectar la estabilidad y la adaptación del entorno doméstico para evitar caídas. Un enfoque ortogeriátrico integral mejora la recuperación funcional, la calidad de vida y la supervivencia del paciente.

05/10/2025

Articulación de la rodilla con sus ligamentos principales.

Reposteado de

CLAVES PARA RADIOGRAFÍA DE TÓRAX Útil.La radiografía de tórax es una prueba básica; para que su interpretación sea válid...
04/10/2025

CLAVES PARA RADIOGRAFÍA DE TÓRAX Útil.

La radiografía de tórax es una prueba básica; para que su interpretación sea válida debe respetarse una técnica adecuada. Cinco elementos técnicos —penetración, rotación, inspiración, magnificación y angulación— forman la regla PRIMA y condicionan la visualización y la detección de patologías.

La penetración indica cuánto atraviesan los rayos X al cuerpo. Una correcta penetración permite ver la columna dorsal superpuesta a la silueta cardíaca; la insuficiente oculta detalles importantes y la excesiva reduce el contraste, dificultando la identificación de lesiones pequeñas.

La rotación se evalúa comparando la posición de los extremos mediales de las clavículas con la apófisis espinosa. La asimetría por rotación puede simular desplazamientos mediastínicos o alterar la percepción del tamaño cardíaco, llevando a interpretaciones erróneas.

La inspiración se valora contando arcos costales posteriores: una inspiración óptima muestra nueve a diez costillas. Una inspiración pobre comprime los campos pulmonares, crea sombras que imitan atelectasias y es una causa frecuente de repeticiones por mala calidad.

La magnificación depende de la proyección (PA versus AP) y de la distancia foco-receptor. Estudios en proyección PA con distancia adecuada reducen la magnificación cardíaca; en cambio, radiografías AP realizadas con equipo portátil tienden a agrandar el corazón artificialmente.

La angulación del haz se aprecia por la posición clavicular respecto al tercer arco costal; una angulación no neutra modifica la apariencia de las raíces pulmonares y del diafragma sin que exista enfermedad.

Aplicar PRIMA mejora la precisión diagnóstica, disminuye exposiciones innecesarias y optimiza recursos. La estandarización técnica, la capacitación del equipo y controles de calidad son esenciales para lograr imágenes reproducibles y seguras, facilitando informes confiables que beneficien al paciente y al clínico.

Radiografía de Tórax: Una Ventana a la Salud Pulmonar y CardíacaLa radiografía de tórax es una de las pruebas de imagen ...
03/10/2025

Radiografía de Tórax: Una Ventana a la Salud Pulmonar y Cardíaca

La radiografía de tórax es una de las pruebas de imagen más utilizadas en medicina, ya que permite observar estructuras vitales como pulmones, corazón, grandes vasos sanguíneos y huesos torácicos. En esta proyección se distinguen componentes claves que ayudan a los profesionales de la salud a detectar alteraciones en el aparato respiratorio y cardiovascular.

En la parte superior, el manubrio del esternón sirve como punto de referencia óseo. Hacia el centro destacan la vena cava superior y la vena cava inferior, encargadas de transportar la sangre desoxigenada al corazón. El arco aórtico y el tronco pulmonar son visibles como prominencias, responsables de la distribución sanguínea hacia todo el cuerpo y los pulmones.

Los bronquios derecho e izquierdo aparecen como vías principales de entrada de aire hacia los pulmones, mientras que las fissuras horizontal y oblicuas delimitan los lóbulos pulmonares, información esencial en diagnósticos de neumonías, atelectasias o tumores. Dentro de la silueta cardíaca se identifican el atrio derecho, el atrio izquierdo y el ventrículo izquierdo, estructuras claves en la circulación de la sangre oxigenada y no oxigenada.

En la base torácica, el diafragma separa la cavidad torácica de la abdominal y su correcta delimitación es signo de buena función pulmonar. El ángulo costofrénico debe aparecer nítido; su borramiento indica acumulación de líquido (derrame pleural). Finalmente, la burbuja gástrica bajo el hemidiafragma izquierdo es un hallazgo normal que sirve como referencia.

El valor de esta imagen radica en que permite, de manera rápida y no invasiva, descartar enfermedades como infecciones pulmonares, insuficiencia cardíaca, hipertensión pulmonar, fracturas costales o tumores. Su lectura requiere conocimientos anatómicos precisos y experiencia clínica, pero representa una herramienta fundamental para la medicina moderna y el cuidado intensivo.

Dirección

Mendoza

Horario de Apertura

Martes 17:00 - 20:00
Miércoles 17:00 - 20:00
Jueves 17:00 - 20:00

Página web

Notificaciones

Sé el primero en enterarse y déjanos enviarle un correo electrónico cuando Escuela de oficios pablo vargas publique noticias y promociones. Su dirección de correo electrónico no se utilizará para ningún otro fin, y puede darse de baja en cualquier momento.

Contacto El Consultorio

Enviar un mensaje a Escuela de oficios pablo vargas:

Compartir

Share on Facebook Share on Twitter Share on LinkedIn
Share on Pinterest Share on Reddit Share via Email
Share on WhatsApp Share on Instagram Share on Telegram