
17/11/2024
A veces creemos que perseguimos un sueño, pero es al revés, el sueño es quien elige a sus soldados.
Y así uno se transforma en soldado de esta pasión, un miembro más de ese ejercito de médicos montañistas reclutados por el mismo sueño.
El esfuerzo es grande, la batallas enormes y la recompensa indescriptible.
Nada más lindo que el trabajo bien hecho, formar parte de la comunidad de montaña y transpirar juntos, tirar de una camilla con patrullas, guarda parques, guías y porters.
Meterse en el temporal con estos hermanos del monte a buscar al que necesita ayuda, es un sentimiento que no puedo ponerlo en palabras. Yo lo entendía al volver al confort del refugio, asegurarme que el paciente estuviera estable y recién ahí cuando relajas, te cambias las medias, hidratas, si la adrenalina te deja tratas de comer algo y ya adentro de la bolsa te aflojas y se te corre un lagrimón.
En el 2004 empecé a trabajar como médico en el Aconcagua, pasaba veranos enteros en el cerro, subía a los campos de altura a colaborar con mis amigos guardaparques y patrullas. En el 2009 me hice cargo del servicio, luego de la tragedia de Campanini y los Italianos. Ahí comprendí que necesitábamos un cambio. El médico de montaña tiene que patear el cerro además de hacer las fundamentales tareas de control y prevención en los campos base.
En mi primer temporada a cargo pretendí pasar todo el mes de enero en Nido de Cóndores con un teléfono satelital y una radio, dado que es ahí donde se generan o llegan la mayor cantidad de emergencias. Duré una semana, tuve que bajar a la ciudad dado que las tareas administrativas para hacer funcionar el servicio eran demasiadas. Me tomó 10 años concretar ese sueño y en enero del 2019 hicimos, con un grupo de guerreros, la guardia más alta del mundo en Nido de Cóndores. 30 días corridos moviéndonos en los campos de altura, relevándonos unos a otros. El consultorio más alto del mundo por fin en marcha, fue a pulmón y por iniciativa propia.
Acompañabamos al malón a la cumbre, pudiendo intervenir a tiempo. Subíamos con patrullas y guarda parques, dándolo todo.
El perfil del médico de montaña ya era otro.
Nacho Rogé
Foto Pachacho Altamirano (UPRAM)