19/08/2024
«La fuerza de algunas obras es su capacidad de conservar relevancia más allá del tiempo y del lugar de su escritura. Atraviesan los siglos porque se abren a apropiaciones múltiples, diferentes, posiblemente contradictorias, con el correr de los tiempos. De ahí, la presencia de Shakespeare o Cervantes hasta nuestro presente (y no solamente en mis libros). Podemos recordar que, después de la Segunda Guerra Mundial, la primera temporada del Théâtre National Populaire en el Festival de Aviñón o la del Piccolo Teatro en Milán se abrió con las representaciones de Ricardo II como si una obra dedicada a la adquisición y transmisión del poder y a los conflictos políticos fuese lo que necesitaba el público popular buscado por Jean Vilar y Giorgio Strehler. Shakespeare estuvo también presente en la prisión de Robben Island con Mandela gracias a la introducción por un prisionero indio de un volumen de sus Collected Works. En el caso de Don Quijote, la sucesión de las apropiaciones de la historia —ilustrada, romántica, socialista— muestra la posible activación de sentidos latentes en la obra: la utilidad de la lectura cuando no se pierde en las quimeras, la soledad de un héroe siempre derrotado o el combate de un hombre que sueña un mundo más justo. La paradoja indica que, en obras profundamente arraigadas en su tiempo y su lugar (la crisis de la España de finales del siglo XVI, los conflictos políticos y religiosos de la Inglaterra isabelina), se encuentran reflexiones universales sobre el ejercicio del poder y el carisma, las relaciones entre los seres humanos, la presencia de lo sagrado, los sueños y las ansiedades» (Roger Chartier).
"La lógica de lo impreso es una lógica de los lugares y del viaje". Entrevista a Roger Chartier Gonzalo Arturo Córdoba Saavedra Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional de Cuyo https://orcid.org/0000-0002-9670-5659 Palabras clave: Libro, Autor, Historia, Literatura, Edición Resumen ...