
12/06/2025
📍Muchas veces el cuerpo grita lo que la boca calla.
Cuando algo no puede ser dicho, cuando una emoción, un dolor o un conflicto quedan atrapados en el silencio, el cuerpo puede empezar a hablar por nosotros.
Desde el psicoanálisis, entendemos que los síntomas no son errores ni fallas. Son mensajes del inconsciente. Expresiones de algo que no encontró otro modo de manifestarse. El cuerpo, entonces, se vuelve escenario de lo que no pudo ser simbolizado con palabras.
El insomnio, una angustia que aparece “de la nada”, un malestar corporal sin explicación médica… todos pueden ser formas de decir lo que no pudo ser dicho. Y aunque duela, el síntoma también es una oportunidad: una puerta de entrada a algo que necesita ser escuchado.
El análisis no busca eliminar el síntoma rápidamente, sino darle lugar, alojarlo y preguntarse por su sentido. Porque lo que se pone en palabras, empieza a transformarse.
Y cuando algo empieza a decirse, también empieza a doler un poco menos...