15/10/2025
Pese a que todos sabemos lo que es y lo experimentamos, explicar concretamente qué es el sufrimiento es algo difícil: "Es lo que siempre ha evitado el ser humano; lo asociamos al malestar, a la sensación de no estar bien, de no disfrutar, de que nos falta algo… es una definición muy compleja". Hay tres tipos de sufrimiento, que se dividen en dos grandes grupos. En primer lugar, está el físico, que se materializa en el dolor. Después está el psicológico, que a su vez lo componen el sufrimiento inevitable, como las rupturas o las enfermedades, y el evitable.
"Es el que nosotros nos generamos por nuestro pensamiento y emociones en relación con lo que ocurre. Por ejemplo, ahora estoy en una habitación y estoy bien, pero si mi mente se va al pasado y empiezo a recordar algo de lo que me siento culpable o a alguien a quien he perdido, estoy sufriendo de tristeza y de culpa. Si mi mente me secuestra y me lleva al futuro a pensar en algo que me da miedo, como si moriré o enfermaré, estoy sufriendo por ansiedad. Estos sufrimientos no existen realmente porque no están en el presente. Se calcula que el 80% es evitable, se podría gestionar mucho mejor de lo que lo hacemos"
"Uno de los elementos que trabajamos con la aceptación es que todo lo que nos pasa en la vida, por negativo que sea, tiene aspectos positivos de aprendizaje que nos van a ayudar a crecer. Entonces, es no ver nada como algo negativo, sino como un proceso de aprendizaje, conectar con la belleza de la vida, con la impermanencia del mundo. Es reinterpretar todo lo que nos está ocurriendo"