20/05/2020
Es muy bueno conocer la historia del mate, tan arraigado en las costumbres argentinas.
La planta de la yerba mate es oriunda de nuestra región guaranítica y fueron integrantes de nuestros pueblos originarios quienes comenzaron a disfrutar de la infusión hecha con hojas de la citada especie que se encontraba dispersa en la cuenca de los ríos Paraná y Paraguay, como así también en el curso superior del río Uruguay.
En nuestra región se comparte el caiguá (mate en lengua guaraní) desde la época pre-colombina. A la llegada de los conquistadores, éstos lo incorporaron inmediatamente.
Hoy está íntimamente ligado al acervo cultural de la Argentina
como así también del Uruguay, Paraguay, Brasil, Bolivia, Chile.
El periodista y escritor Amaro Villanueva, dedicó muchos años a la tarea investigativa, reuniendo posteriormente todo el valioso material en su obra “El Mate, arte de cebar”.
Rafael Barret (escritor y periodista) decía que todo lo bueno y lo malo de la historia está en el mate, comunión de labios y de ensueños, fetiche de una raza, oscura cáscara,
color de sangre que se pasa de palma en palma de las generaciones".
Es tan rica la gama de confidencias urdidas entre el amor y el mate, que la sola glosa de sus testimonios daría un delicioso volumen, como expresa don Amaro.