25/03/2020
Hoy, martes 24 de Marzo, se cumplen 44 años del inicio del último golpe de estado Cívico- Eclesiástico-Militar realizado en Argentina; el más feroz y sanguinario intento en nuestra historia, por parte de los sectores más poderosos y conservadores de la sociedad, de establecer un orden social, político y económico para aumentar aún más sus privilegios, avasallando a las mayorías y a les disidentes a la miseria en pos de ello.
El golpe fue planificado y llevado a cabo por las tres Fuerzas Armadas (Ejército, Marina, y Aérea), contando con el aval y la complicidad de la iglesia católica en nuestro país, varias empresas y asociaciones del sector privado, medios de comunicación, entre otras instituciones y agentes civiles.
Hoy, 24 de marzo, es el día en donde la Memoria una vez más nos recuerda la importancia de mantenerla viva y presente, de no dejarla morir.
Nos recuerda a una época marcada por la sumisión y el silencio, en donde la diferencia se pagaba con la libertad, la integridad y la vida.
Nos recuerda a los miles y miles de personas que por pensar distinto, o haber conocido a quien pensara distinto, fueron reprimidos, detenidos y secuestrados a plena luz del día, torturados y violadas/os en cientos de centros clandestinos, desaparecido y asesinados.
Nos recuerda sobre el “algo habrán hecho”, la instalación del neoliberalismo y sus políticas en la agenda de los gobiernos, el abuso de poder de las fuerzas armadas; sobre los efectos shockeantes del terrorismo de Estado de la dictadura perduraron en la conciencia de la sociedad argentina hasta nuestros días, con terribles consecuencias culturales, económicas, políticas y sociales.
Nos recuerda que hoy hay quienes siguen negando lo ocurrido los líderes de aquel funesto y sistemático plan de aniquilación son considerados por muchos como verdaderos héroes de la patria. Y que hoy, mientras muchos de los represores de aquella época siguen caminando por las calles del mundo como si nada hubiese pasado, las madres y abuelas continúan en la búsqueda incesante de hijos/as y nietos/as que les fueron arrebatados en las calles y en los campos de concentración.
Nos recuerda el valor de la democracia y de los derechos humanos, conquistas materializadas después de tantos años de sangre, sudor y lucha en la historia de los pueblos; por eso recordamos el ex presidente argentino Néstor Kirchner cuando en el año 2004 autorizó a bajar los cuadros de Jorge Rafael Videla y Reynaldo Bignone remarcando el claro posicionamiento del país. El mismo presidente que, pidió perdón a nombre del Estado Nacional por la vergüenza de haber callado durante 20 años de democracia, habilitando el avance de las causas judiciales contra los genocidas por los crímenes de lesa humanidad cometidos.
Nos recuerda que además de 30.000 detenidos/as-desaparecidos/as en dictadura, hubo otros muchos en democracia. Y que así como las fuerzas armadas, la iglesia, el sector privado y los medios de comunicación involucrados persisten en querer desembarazarse de su responsabilidad por aquellos, también hoy las fuerzas armadas, la gendarmería, la policía, los gobiernos y funcionarios, siguen sin reconocer y sin hacerse cargo de la desaparición y el as*****to de Luciano Arruga, Jorge Julio Lopez, Maximiliano Kosteki, Darío Santillán, Santiago Maldonado, Rafael Nahuel, ...y más acá en nuestros pagos: Hector Gómez y Martin Basualdo
Hoy la Memoria nos recuerda la importancia de mantenerla viva, para no olvidar a los y las que ya no están, a los que todavía nos faltan, a los que son responsables de quienes nos faltan. Y para que no falte nadie Nunca Más.
Hoy no podremos salir a la calle. Pero desde nuestros lugares seguiremos diciendo que el único lugar de los genocidas es la CÁRCEL COMÚN.
¡No olvidamos, no perdonamos, no nos reconciliamos y seguimos luchando! ¡Memoria, Verdad y Justicia por los 30.000 compañeros y compañeras detenidos-desaparecidos, presentes ahora y siempre!