21/08/2021
Investigaciones publicadas en The Lancet identifican que a raíz de la emergencia global se multiplicaron los efectos sobre la salud mental. Dentro de las manifestaciones mayormente observadas se pueden identificar el aumento de las consultas por ansiedad y por depresión, junto a informes que alertan sobre el crecimiento en la tasa de suicidios y el empeoramiento de síntomas de trastornos pre existente en todos los grupos etarios. El temor, el miedo y en general los sentimientos de vulnerabilidad e indefensión han afectado a todos los estratos sociales.
En la pandemia las vivencias y padecimientos en poblaciones específicas como el personal de salud que trabajó de forma ininterrumpida durante un año y medio con mayores niveles de estrés; los niños y adolescentes que atravesaron en aislamiento obligatorio parte de su período de socialización y crecimiento; y los adultos mayores que fueron identificados desde el inicio como personas de riesgo ante la contagiosidad del virus, y al mismo tiempo son especialmente vulnerables a las medidas de cuarentena y aislamiento social; y los sectores populares o de menores recursos que además de estar en una situación de riesgo debieron atravesar la pandemia y sus efectos más adversos en condiciones de hacinamiento, extrema vulnerabilidad y fragmentación social.