02/11/2018
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Las personas psicópatas o narcisistas tienen un radar especial para detectar a sus víctimas. Aquellas que por su inseguridad o necesidad tienden a hacerse dependientes y que se vuelven con el tiempo incapaces de romper con la pareja aunque le haga daño físico y/o emocional.
El DSM los denomina como “trastorno de personalidad dependiente” y se caracterizan por la necesidad de no estar nunca solos, no concebir la vida sin estar con otra persona aun a costa de que les haga daño, pudiendo llegar a sufrir violencia física y maltrato psicológico.
Existen dos grandes grupos de personas dependientes emocionales:
1. Los cuidadores compulsivos y obedientes compulsivos: Su origen es un apego evitativo en el que han aprendido de pequeños que lo importante es lo que necesitan los demás. Nunca le han enseñado que sus necesidades son importantes y por lo tanto solo conciben vivir para los demás.
Sus parejas pueden ser alcoholics, drogadictos, ludopatas personas en exclusión social... La persona dependiente sueña con rescatarlos porque ven virtudes en ellos wue nadie más ve. La dependencia está vinculada al cuidado y rescate del otro.
2. Los obsesionados por el rescate. Su origen es de apego ansioso, nunca les han dado las herramientas para sentirse bien por si mismos. Los padres han tenido un rol maltratado to agresivo (a veces muy distante) que hace sentir a la persona que no es válida. Otras pueden ser padres sobre protectores que han impedido al niño aprender a valerse por sí mismo. El resultado es el mismo una incapacidad patológica de confiar en sus posibilidades y buscan a alguien que les proteja y/o rescate.
En ambos casos hay que ayudar a esa persona a reforzar su autoestima, confiar en su intuición y recursos ayudarla a que esté bien sol@. Ayudar a entender su historia y porque siente esa necesidad patológica de estar con alguien a cualquier precio les ayuda a sentir que pueden controlar sus emociones y conductas. Fomentar el autocuidado y entender “que para que otros estén mejor ellos no DEBEN estar peor” les ayuda a verse desde fuera y valorar su situación de forma objetiva.
Pensar “solo puedo estar bien si hay alguien a mi lado que cuidar o que me cuide es lo que lleva a la “dependencia emocional”.
Lo importante es que aprender a que primero debo estar bien solo y después y solo después compartir mi felicidad con otra persona