13/05/2024
Esta es una práctica liberadora. Los textos tántricos describen la mente como una diosa, como cualquier diosa, ella es poderosa y su poder puede bendecirte o frenarte.
Sin embargo, es posible conquistar a las diosas, y les gusta especialmente que las vean, las conozcan y las reconozcan respetuosamente por quienes son. Conocemos el escenario gracias a innumerables mitos y cuentos de hadas: cuando un héroe se acerca a un ser poderoso con respeto pero sin miedo, ese ser le da todo lo que le pide.
En realidad, nuestra mente está esperando que recordemos este secreto. Ella está esperando que la veamos tal como es: una energía gloriosa y creativa que puede crear en un momento cualquier realidad que pueda concebirse.
Al acercarnos a la mente con esta conciencia, la liberamos para expandirse. Entonces la mente que antes parecía tan densa y escandalosa comienza a mostrarnos su verdadera inmensidad, su brillo y su amor. Una mente que reconoce su propia sustancia verdadera se convierte en un dador de bendiciones: ya no es un problema sino un amigo.