01/11/2019
¿Qué es la osteoartrosis?
La rodilla es unión formada del fémur y la tibia, éstos tienen cartílago articular y meniscal en sus extremos que funcionan como amortiguador. Por delante se encuentran con un tercer hueso: la patela (antes llamada rótula) y la unión de varios músculos y ligamentos que le permiten realizar todos sus movimientos.
Esta articulación está cubierta por la membrana sinovial, encargada de producir el líquido que la nutre y lubrica.
La osteoartrosis (OA) o gonartrosis de rodilla es una destrucción del cartílago articular, además, presenta cambios en el hueso, deterioro de los tendones y ligamentos con varios grados de inflamación en la membrana sinovial. Es una de las principales causas de dolor articular y discapacidad de la población adulta.
Causas:
Sobrepeso u obesidad
Lesiones articulares
Lesiones previas
Predisposición genética
Ocupación (Actividades que demanden gran movimiento y fuerza de esta articulación como en el caso de los levantadores de pesas, futbolistas, trabajadores que usan el ma****lo hidráulico, etc)
Mala postura de las rodillas (varus o valgus)
Patrones anormales al caminar
La rodilla afectada suele tener las siguientes características: Calor, inflamación, debilidad, rigidez, menor movilidad, deformación del hueso, disminución del espacio articular y derrames.
Medidas de prevención:
Control de peso, dieta saludable y ejercicio
La obesidad es uno de los factores de riesgo más importantes, influyentes de la OA de rodilla ¡Y es modificable!
Las personas obesas tienen un riesgo 4 a 10 veces mayor de desarrollar esta enfermedad porque la rodilla experimenta una carga igual a 4 veces el peso corporal con una sola pierna. Bajar de peso con una dieta balanceada favorece a la disminución de síntomas. Se debe iniciar un régimen de ejercicio al mismo tiempo para ayudar a mantener la pérdida de peso.
Tratamiento:
Un programa de ejercicios administrado por un fisioterapeuta tiene un efecto similar al alivio del dolor proporcionado por algunos medicamentos.
Higiene de Rodilla para evitar posturas y movimientos que “forzan” la articulación de la rodilla.
Ejercicio Terapéutico. De preferencia contar con una prescripción adecuada de la intensidad y frecuencia del ejercicio.
Terapia Manual: Técnicas que permitirán disminuir el dolor, aumentar espacio articular y mejorar el movimiento.
Vendaje Funcional para alineación de la rodilla y vendaje neuromuscular
Uso de agentes físicos como: ultrasonido, láser terapéutico, hidroterapia, crioterapia y termoterapia (Terapia con frío o con calor)