
05/02/2025
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𝟏. 𝐄𝐯𝐚𝐥𝐮𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧
Es el punto de partida de cada sesión. Se observa y analiza la postura, la movilidad y las tensiones del paciente.
Se identifican las zonas de restricción, los desequilibrios musculares y las compensaciones posturales.
Esta evaluación permite establecer un plan de tratamiento personalizado y definir los objetivos a corto y largo plazo.
𝟐. 𝐑𝐞𝐬𝐭𝐢𝐭𝐮𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐦𝐨𝐯𝐢𝐥𝐢𝐝𝐚𝐝 (𝐥𝐢𝐛𝐞𝐫𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧)
En esta fase, el objetivo es liberar las tensiones y restricciones que limitan la movilidad del paciente.
A través de posturas globales y ajustes manuales suaves, se trabajan las cadenas musculares acortadas o contracturadas.
Se guía al paciente para que, de manera activa y consciente, logre relajar y estirar las zonas tensas.
Esta fase es fundamental para preparar el cuerpo para la reeducación motriz.
𝟑. 𝐑𝐞𝐞𝐝𝐮𝐜𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐦𝐨𝐭𝐫𝐢𝐳 (𝐢𝐧𝐭𝐞𝐠𝐫𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧)
Una vez liberadas las tensiones, el foco se traslada a la integración de los cambios en la postura y el movimiento.
Se aprende a moverse de manera más eficiente y equilibrada, evitando los patrones posturales incorrectos que causaban el problema.
Se trabaja en la coordinación, la estabilidad y la conciencia corporal.
Esta fase es esencial para asegurar que los beneficios de la liberación se mantengan en el tiempo.
𝟒. 𝐑𝐞𝐞𝐯𝐚𝐥𝐮𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐚𝐥 𝐟𝐢𝐧𝐚𝐥
Al concluir la sesión, se reevalúa para comprobar los avances y ajustar el tratamiento si es necesario.
Se comparan los resultados con la evaluación inicial para medir la eficacia de la sesión.
Se dan indicaciones o ejercicios para que el paciente practique en casa, reforzando lo trabajado durante la sesión.
Si estás pensando en probar la RPG, este enfoque estructurado y progresivo es una de las razones por las que es tan efectiva. ¡Es una excelente manera de cuidar tu cuerpo y prevenir futuros problemas!