26/03/2020
En psicoanálisis sabemos que estamos en falta por estructura, es decir, que vivimos en torno a un vacío que intentamos permanentemente llenar o completar cada uno de diferente modo, estas diferencias están dadas por la historia del sujeto y las marcas que nos constituyen.
Hay diferentes modos de pararnos frente a esa falta o a ese vacío que nos incita a desear. Lacan nos dice que "la falta es lo que ocasiona el surgimiento del deseo".
En este punto es importante saber que desear es asumir que estamos incompletos, saber que algo nos falta. Entonces intentamos llenar ese hueco, completarlo.
¿Qué nos pasa hoy? ¿Qué nos genera el encierro? Estar aislados nos coarta en el modo de comunicarnos con el exterior, nos confronta encontrarnos con nosotros mismos. Nos puede llevar a la falta, a encontrarnos con ese vacío, el que ya no estamos llenando con ir a trabajar, con ir a estudiar, con encontrarnos con ese amigo o compañero que nos jode o nos alegra, no tenemos el shopping para ir a comprar... etc. Estamos nosotros mismos, con incertidumbre, no saber que nos sucederá, esto nos angustia.
Esta falta de certeza o incertidumbre está siempre, pero no somos conscientes de ello, ya que contamos con toda esa variedad de elementos cotidianos que nos distraen la mayor parte del tiempo.
El aislamiento no nos proporciona esa diversidad de elementos que nos permiten llenar ese vacío y queda al descubierto dicha falta...
Es importante que sepamos que este modo de funcionar es humano.
Busquemos ayuda, busquemos poner en palabras esa incertidumbre para intentar aliviar la angustia.
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