27/09/2025
LITIASIS URINARIA
Como litiasis urinaria, o urolitiasis, se conoce a la presencia de cálculos en la vía por la que transcurre la o***a, comenzando por el órgano donde se produce, el riñón, el uréter, la vejiga, donde se estaciona, y la uretra, por donde sale al exterior. Estos cálculos urinarios se originan por la precipitación y cristalización de sustancias químicas presentes en la o***a, como oxalato de calcio y ácido úrico. Es una enfermedad de alta prevalencia a nivel mundial, vinculada a factores alimenticios, estilo de vida, y factores genéticos. Las complicaciones de la litiasis son principalmente el dolor agudo e intenso (cólico renal), la infección y la hematuria, es decir, la presencia de sangre en la o***a.
Se han encontrado cálculos renales en momias egipcias, y se menciona “la enfermedad de la piedra” en los papiros médicos de la época. En una tabla mesopotámica, de unos 3.000 aC, se lee: “Introducirás un remedio en el pene con la ayuda de pequeños tubos de bronce”, lo que documenta la existencia de catéteres uretrales para el tratamiento de problemas urinarios obstructivos. Todas las sociedades idearon métodos para extraer los cálculos, pero siempre con procedimientos agresivos altamente riesgosos, al grado que Hipócrates incorpora en su famoso “Juramento”, que los médicos “No operaremos ni siquiera a aquellos que sufran del mal de la piedra, y dejaremos esta labor a aquellos que practican la cirugía”, reafirmando de paso la supremacía de la clínica sobre la cirugía, diferenciación que persistió hasta el siglo XVI.
El médico romano Celso (25 aC-50 dC) describió en “De re medica” el método para extraer las piedras de la vejiga a través de la vía perineal, con tanta aceptación que fue utilizado hasta aproximadamente el siglo XV. Una ilustración medieval muestra el momento de la extracción del cálculo vesical por vía perineal, una operación con alta mortalidad por hemorragia o infecciones. Y si el paciente sobrevivía, portaba una fístula para toda la vida.
Ante tamaños riesgos, era mejor solicitar la intersección de un santo milagrero, o aún mejor, directamente de la Virgen María, para eliminar los cálculos, como lo expone una ilustración del Códice Rico. En la primera viñeta, el paciente acude al médico en busca de ayuda. Cuando, a través de la uroscopia conoce el diagnóstico, se pone en manos de la Virgen María, pudiendo así expulsar la piedra.
En la medicina del Islam, se destacó como cirujano dedicado a la urología el turco Seraffedin Sabuncuoglu (1385-1468), autor de un tratado muy completo, con 134 ilustraciones sobre intervenciones urológicas, como, entre otras, el tratamiento de las retenciones urinarias y de los cálculos vesicales.
La medicina tuvo un avance notable en el Renacimiento, al dejar atrás los dogmas intocables del Medioevo, basados en la autoridad indiscutible de los textos de Hipócrates y Galeno, y la imposibilidad de avanzar en el estudio de la anatomía por la prohibición eclesial de disecar cadáveres. A partir del siglo XV se desarrolla la anatomía científica y consecuentemente la cirugía, impulsadas ambas ciencias por Vesalio y Ambroise Paré. Paralelamente, la invención de la imprenta favoreció la difusión del conocimiento médico. En el campo especifico de las enfermedades urológicas, Jean Desromain, en 1520 inventó una técnica novedosa para romper los cálculos vesicales con el litótomo, que se introducía por la uretra y podía triturarlos. La operación requería que el paciente adoptara una posición con las piernas bien flexionadas, como muestra la ilustración.
Otra ilustración, representa al cirujano urólogo realizando un cateterismo vesical a un soldado que padece una obstrucción uretral, mientras otros dos esperan su turno. La escena hace pensar que se trata de pacientes blenorrágicos, ya que, al no existir antibióticos, la gonorrea se convertía en una enfermedad crónica que traía como secuela la estenosis de la uretra.
Prof. Dr. Eduardo Scarlato – Prof. Dr. Antonio Werner