09/02/2025
Yo soy yo,
usted es usted,
ni pegados, ni separados,
cada quien en su correcto y justo lugar.
De Bert Hellinger aprendimos que el amor no lo puede todo, que antes está el Orden.
El Orden une y reúne, y así, el amor mira al orden y actúan juntos, porque el amor necesita del orden para poder crecer y florecer en las familias y en el mundo.
La mayoría de nuestros problemas en la vida tienen que ver con trastornos del lugar y del orden.
En una familia, cada quien tiene su correcto y justo lugar, y cuando se respeta el orden, el buen amor fluye por todos sus miembros, hay armonía, bienestar y sentido profundo de familia.
El hijo es el hijo,
la madre es la madre,
el padre es el padre y
los abuelos son los abuelos.
Entonces, siempre hay un movimiento que nosotros como adultos debemos hacer en el presente, porque inconscientemente hemos dejado de ocupar nuestro lugar en la familia, perdiendo nuestra fuerza, nuestro deseo y nuestro propósito.
Nos quedamos como niños, “eternos” hijos.
Cuando al fin podemos tomar nuestro lugar en la familia:
Podemos ser hijos,
adultos funcionales,
pareja,
padres,
amigos,
profesionales y sobre todo,
seres humanos al servicio de la vida.
Así nos llega la paz y nos conectamos al flujo natural de la vida, que es amor en movimiento que nos sostiene y sustenta, desde nuestro deseo y con nuestras fuerzas, en sintonía con la vida, nuestra vida. (José Miguel Molina)
🪷Te espero para constelar!!!💫