01/08/2025
Un bebé nacido el 26 de julio en Ohio, Estados Unidos, rompió un récord mundial al desarrollarse a partir de un embrión congelado durante más de 30 años. Se trata de Thaddeus Daniel Pierce, cuya gestación fue posible gracias a una técnica de fertilización in vitro y un proceso denominado adopción de embriones.
El embrión que dio origen a Thaddeus fue creado en mayo de 1994 por Linda Archerd, una mujer que entonces tenía dificultades para concebir. Tras seis años de intentos, recurrió junto a su esposo a la fertilización in vitro, una tecnología nueva en ese momento.
De los cuatro embriones obtenidos, uno fue implantado en su útero y resultó en una hija saludable. Los tres restantes fueron criopreservados y almacenados durante décadas.
Aunque Archerd deseaba tener más hijos, su esposo no compartía la idea. Tras su divorcio, ella obtuvo la custodia legal de los embriones y continuó pagando las tarifas anuales de almacenamiento.
Cuando se acercó a la menopausia, comprendió que no podría gestarlos ella misma. No quiso descartarlos ni donarlos para investigaciones científicas. Rechazó también la donación anónima. Buscaba conocer a quienes los adoptarían.
Con esa convicción, Archerd optó por la adopción de embriones abierta, una práctica promovida por agencias religiosas.
Este caso se suma a una lista creciente de nacimientos logrados con embriones congelados durante décadas, un fenómeno que plantea nuevos debates éticos, médicos y familiares sobre los límites de la tecnología reproductiva.