12/09/2016
30 de Agosto de 2016
En una larga charla con referentes de las comunidades originarias y compañeros del Centro de Salud Libertad se habló, mate de por medio, de la necesidad de que los médicos sepan de medicinas ancestrales, tan arraigadas en las culturas de las comunidades. En concreto, se debatió para trabajar juntos vecinos e instituciones del barrio, la autogestión de alimentos a través de huertas y la valorización de la medicina ancestral con el conocimiento de sus recursos naturales.
Para Ricardo, agente sanitario de la comunidad Qom, el término Ilotagué (cuidar) no habla sólo de un legado físico, sino también espiritual. “Lo físico va más allá de la materia. Es un cuidado que podemos observar con el alma, con el corazón y con el cuerpo. Ilotagué es la vida que vive en cada uno de nosotros, vive en la naturaleza. Cada pueblo tiene su forma de ver la vida, representa esa vida. Ilotagué, que somos todos, es un compromiso de todos no solamente de un equipo de salud o de un padre o de una madre, si no, de todos”.
Parte del proyecto, que se empalma con el de la huerta que lanzamos en la Escuela Fontanarrosa, es plantar muchos árboles. “El sentido de eso es también cuidarlos, nos gusta cuidar y que nos cuiden y eso nos va a permitir saber para que estamos en este pedazo de tierra y darle sentido a este cuidar".
Desde el Centro de Salud Libertad, el médico Gabriel contó que desde la Facultad de Medicina se viene trabajando desde hace 3 años en proyectos que están vinculados a tratar de comprender las relaciones entre distintas culturas y la salud y en base a eso se estuvieron desarrollando algunas propuestas de trabajo y una de esas propuestas es PLANTAS, INTERCULTURALIDAD Y SALUD. Se planteó la necesidad de aprender sobre plantas medicinales y como en la zona hay vecinos que son criollos y vecinos que son Qom, o Paraguayos, que poseen una sabiduría acerca del uso de las plantas medicinales y que sería óptimo convertirla en una herramienta para intercambiar saberes.