Un niño con obesidad puede significar para su familia un problema difícil de resolver, un estigma, el temor a repetir la historia (en el caso de padres con exceso de peso) o una situación incomprensible por las diferencias en el caso de padres delgados…
En cualquier caso, nos plantea una situación a abordar con premura, ya que las consecuencias en la edad adolescente y adulta son muchas. Un niño con obesidad implica que nos hagamos algunas preguntas para profundizar en lo que le pasa, ¿es su sobrepeso una cuestión sólo de malos hábitos, de herencia, de consumo excesivo no sólo de alimentos, sino de TV, pantallas varias, celulares, etc.? ¿Se relaciona con modos de comer y/o de reaccionar de la familia? ¿Cómo vive su sobrepeso la familia? ¿es un” gordito como nosotros” o por el contrario es el “el gordo o la gorda” en una familia de flacos? La obesidad de un niño es una cuestión familiar ya que toda perturbación en la edad infantil es expresión de la familia toda. Ocuparse es buscar soluciones que incluyan y no segreguen al niño como si el problema fuera de su exclusiva voluntad o falta de ella. Acompañarlo es involucrarse en su tratamiento, revisar algunos aspectos de la crianza y disponernos a hacer los cambios que sean necesarios para que desde el amor lo ayudemos a crecer más saludable. En Celk obesidad infantil y adolescente, abrimos un espacio exclusivo para tratar la problemática de un niño gordo. Un equipo de profesionales especialmente entrenado y una propuesta dinámica que incluye a los niños y a sus padres.