22/05/2022
Todos somos jugadores..
Todos podemos serlo…
La propuesta que aquí compartimos con .scheffer , es Jugar al Juego Lilah por el puro placer de Jugar, como una aventura del espíritu, estando entre amigos y en buena compañía.
El desafío que está en primer plano es Jugar sin el objetivo de ganar, estando en el presente sin estar en ningún otro lado que Aquí, sin proyectarnos a ningún otro tiempo que el Ahora, sin ganadores ni perdedores, todos incluidos y participando.
Para que esto sea posible es necesario llevar adelante el sacrificio que todo buscador de la Verdad tarde o temprano realiza: sacrificar la idea de estar separado de los otros y de su fuente común de energía.
Lilah, es un concepto hindu qué significa “Dios está jugando” Se trata de una visión lúdica del vivir.
Para Jugar entonces al Juego de Dios contamos con un gran cuadrado llamado El Tablero hecho de ocho hileras, de 9 casilleros cada una, completando así 72, cada uno representa un estado de Conciencia por el que podremos viajar a través de la tirada de un dado. Cuando caemos en el casillero indicado, leemos lo que necesitamos escuchar en ese momento.
En la travesía nos encontraremos Serpientes y Flechas con las que bajaremos y subiremos siguiendo indicaciones precisas. Los anudamientos y súbitos desplazamientos que viviremos al jugar nos harán ir cada vez más y más profundo dentro nuestro. También podremos experimentar que será imposible repetir una jugada, como en la vida, ya que no podemos reconstruir la situación que la originó. Estamos entonces frente a un juego Sagrado.
Me encanta pensar a Dios como un campo de energía y a nosotros moviéndonos en él como una pieza de su juego.
Es posible encontrar tres aproximaciones al Lilah: puede ser un juego de entretenimiento, un modo de acercarnos a las Enseñanzas de la India o una herramienta meditativa portadora de secretos y revelaciones.
Esta es nuestra invitación. Te animas a “entrar “?!