11/06/2025
✨ Queremos compartir una historia simple… pero enorme.
Ayer, nuestra directora técnica, María Fernanda Salvador, vivió un momento de angustia: después de acompañar a su mamá a un sanatorio del centro, se dio cuenta de que había olvidado su celular en el taxi que las llevó.
📱 De regreso, empezó a llamarse desde el celular del laboratorio, pero nadie atendía. La preocupación crecía. No era solo el valor económico del teléfono: ahí están sus contactos personales y profesionales, información sensible, herramientas de estudio y trabajo, acceso a mails, apps, tarjetas. Perderlo era perder una parte importante de su día a día.
En otro taxi, volvió al sanatorio a buscarlo, con pocas esperanzas. Pero en ese entonces… sonó el teléfono del laboratorio. Era Marcelo Fabián Conti, el taxista. Al escucharla llorando, con voz serena, le dijo: "Quedate tranquila, lo tengo yo. Decime dónde y te lo llevo."
Minutos después se encontraron. María Fernanda no pudo evitar emocionarse. La tensión acumulada, el alivio, la gratitud.
🙏🏽 Gracias, Marcelo, por tu gesto inmenso. Por hacer lo correcto, con honestidad y humanidad. Porque hay quienes eligen actuar bien, sin esperar nada a cambio. Porque, como decimos en el equipo… Dios actúa en lo cotidiano, a través de las manos de gente buena, en silencio y en el anonimato.
💛 Historias como esta nos hacen creer —una vez más— que los buenos somos más.