29/11/2023
Observa cómo te lastimas tratando de no lastimar nunca a nadie. Observa cómo el foco de tu vida se dirige hacia fuera y te responsabilizas en exceso del estado emocional de los demás. No deseas herir, no deseas incomodar, no deseas dañar… Estás demasiado pendiente de las necesidades y los sentimientos del otro. Y finalmente te desconectas de ti mismo. Estás más fuera que dentro. Y tu propio estado emocional pasa a segundo plano.
El problema es que, responsabilizándote en exceso del estado emocional de la otra persona, esta termina “deduciendo” que tú eres el encargado de sostener su estado. De gestionarla emocionalmente. Es el mensaje que le das inconscientemente con tu actitud 100% pasiva, receptiva, de escucha incondicional… Y aquí es donde empieza a enturbiarse la relación. Porque llegará un punto en que no podrás abrir la boca ni decir algo que “moleste” mínimamente al otro. Ni siquiera te darás el permiso por lo que podría pasar… Y esto no es saludable.
En este punto, has de tener claro que cada persona es responsable de su propio estado emocional. Igual que tú lo eres de tu propio estado. Si tienes temor a herir o a mostrar tus opiniones por temor a que los demás se molesten, has de aprender a ser una persona más asertiva. Menos complaciente. Has de aprender a darte tu lugar y a no convertirte en el “paraguas” emocional del otro. Esto es muy común cuando no te amas lo suficiente y vas buscando aprobación en el mundo externo. Temes el conflicto. Pero precisamente en el conflicto está tu liberación. En estar abierto a que los demás se enojen, permitiéndoles responsabilizarse de sus estados, y sin caer en la trampa de encasillarte a ti mismo en el rol de “buena persona”. Tú no estás aquí para interpretar el papel de “buena persona” (lo interpretas porque en realidad tienes mucho miedo a no ser aceptado), sino para ser una persona coherente. Desde esa coherencia, tendrás relaciones más coherentes. Más equilibradas. Más conscientes. Sin la constante preocupación por agradar, complacer y mostrar una imagen que en realidad está totalmente alejada de tu verdadera personalidad. Date el permiso. Respeta al otro siendo quien eres (aunque pierdas su aprobación y termine la relación). Respétate__
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Javier López Alhambra__*
Veronica Buasso __:)
