28/06/2019
¿Qué son las cataratas?
La catarata es una opacidad de la lente natural del ojo, llamada cristalino, que se encuentra detrás del iris y la pupila.
Las cataratas son la causa más común de pérdida de visión en personas mayores de 40 años y es la causa principal de ceguera en el mundo.
Síntomas y signos de las cataratas
En sus comienzos, las cataratas son muy pequeñas, y casi no alteran la visión. Notará que su visión se vuelve un poco borrosa, como si estuviera mirando a través de un trozo de vidrio o apreciando una pintura impresionista.
A causa de la catarata, la luz del sol o de una lámpara puede parecer excesivamente brillante o deslumbrante. También notará que al manejar en la noche, las luces de los coches de frente lo encandilan más que antes. Los colores en cambio, parecerán menos brillantes.
¿Por qué se producen?
Con la edad, algunas de las proteínas del cristalino pueden comenzar a formar cúmulos de modo que se nubla una pequeña área del mismo. A esto se le conoce como catarata, y con el paso del tiempo, puede crecer y nublar más zonas del cristalino, dificultando cada vez más la visión.
Además de la edad avanzada, los factores de riesgo para la aparición de cataratas son:
• Rayos ultravioletas solares o de otras fuentes
• Diabetes
• Hipertensión
• Obesidad
• Tabaquismo
• Uso prolongado de medicación con corticoides
• Medicación con de estatinas para colesterol
• Antecedentes de inflamación o lesión ocular
• Antecedentes de cirugía ocular
• Terapia de reemplazo hormonal
• Consumo significativo de alcohol
• Miopía alta
• Antecedentes familiares
• Traumatismo ocular
Tratamiento
La pérdida de visión a causa de la catarata es reversible quirúrgicamente, mediante una cirugía que actúa sobre el cristalino y que, gracias a su alta eficacia y seguridad, se puede practicar de forma cada vez más temprana para minimizar el impacto de la patología.
La técnica más habitual es la facoemulsificación, que consiste en deshacer la catarata y aspirarla, por medio de una energía denominada ultrasonido.
La cirugía de catarata termina con el reemplazo del cristalino opaco por una lente intraocular artificial, que puede ser de diferentes tipos en función de las necesidades visuales de cada paciente para lograr la máxima independencia del uso de corrección óptica tras la operación.