06/05/2024
Las plantillas, ortesis plantares o soportes plantares, son uno de los elementos más importantes en el campo de la podología. Son de gran utilidad para el tratamiento de diversas patologías, ya que a través de modificaciones en la percepción de nuestro pie, podemos cambiar movimientos y gestos inconsistentes del movimiento no solo del pie, sino de rodilla, cadera y espalda. Siempre con el objetivo de mejorar nuestra estabilidad y por consiguiente el movimiento.
Son uno de los tratamientos más utilizados por podólogos, fisioterapeutas, readaptadores, traumatólogos y rehabilitadores.
Sin embargo, en ocasiones nos encontramos con pacientes que han probado plantillas, no han resultado satisfechos con los resultados y nos piden ayuda para sacarle el mayor beneficio a sus plantillas.
Estos problemas previos con el uso de este elemento se pueden deber a diferentes factores, como: un diagnóstico erróneo, el tipo de plantilla no es la que necesitas, las correcciones que lleva la plantilla no son las apropiadas, un uso inadecuado, un desgaste excesivo de la propia plantilla, una mala combinación de plantilla y zapato, etc.
En este artículo vamos a exponerte todo lo que necesitas saber sobre las plantillas, desde los tipos que existen hasta los objetivos que tienen.
¿Para qué sirven las plantillas?
El objetivo principal de las plantillas a medida (sean del tipo que sean, lo cual lo va a marcar siempre las características del paciente) para los pies es mejorar la mecánica del mismo y su movimiento, de manera que el resto del cuerpo también pueda trabajar de forma correcta, sin alteraciones y sin hacer un mayor gasto muscular que genere fatiga, y a posteriori, molestias.
Aunque se trate de un elemento que se coloca en la planta del pie, no afecta solo al pie, sino a todo el cuerpo en su conjunto. Por ello, cuando se comienza un tratamiento de plantillas se debe valorar el resto del cuerpo, la movilidad de sus articulaciones y sus músculos.